El ciclismo colombiano pasa por la etapa amarga del dopaje

Actualizado
  • 25/05/2019 14:22
Creado
  • 25/05/2019 14:22
El duro golpe al ciclismo colombiano por los positivos de los últimos meses se suma al que recibió en 2017 cuando ocho ruteros dieron ese resultado en la Vuelta a Colombia por utilizar medicamentos prohibidos por la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje

El ciclismo, deporte que le ha dado los más grandes triunfos a Colombia en el exterior, se ve empañado estos días por la sombra negra del dopaje, una práctica que le ha costado la suspensión a cinco ciclistas en los últimos nueve meses.

Los resultados positivos para dopaje de Jarlinson Pantano (Trek Segafredo), José Amador y Wilmar Paredes (ambos del Manzana Postobón), Alex Cano (Coldeportes Zenú) y el campeón mundial del Keirin, Fabián Puerta, se conocen justo cuando el deporte colombiano pasa por uno de sus mejores momentos en el campo internacional.

Y es que este año 22 corredores nacionales forman parte de encumbrados equipos que disputan las principales carreras del World Tour como el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España.

Pantano (30 años) y Paredes (23 años) dieron positivo por eritropoyetina (EPO), una sustancia que aumenta la oxigenación de la sangre, mientras Amador (21 años) y Puerta (27 años) fueron suspendidos por el uso de boldenona, un esteroide inyectable utilizado en el fisicoculturismo y en otros deportes para aumentar el rendimiento.

Cano fue suspendido provisionalmente por la Unión Ciclista Internacional (UCI) porque su pasaporte biológico registra anomalías, las cuales hacen pensar que ha utilizado sustancias prohibidas.

En la primera semana del Giro de Italia de este año, el equipo UAE Emirates apartó al velocista Juan Sebastián Molano por "valores inusuales" en un control interno de la escuadra.

Los casos de dopaje de Wilmar Paredes y de José Amador llevaron a que el Manzana Postobón, que nació en 2007 como equipo Continental y que había subido a la categoría Profesional Continental en 2011, anunciara el viernes que deja de patrocinarlo.

Resulta paradójico que el Manzana Postobón se haya visto afectado por el escándalo porque su técnico, Luis Fernando Saldarriaga, es desde hace años uno de los que más ha combatido esa práctica por considerar que "no solo acaba con el deportista, sino con el ser humano".

Para Saldarriaga, los recientes casos y otros registrados en años anteriores indican que "esto está infectado de dopaje", una práctica que, dijo, es "individual".

"Desafortunadamente estas son acciones individuales. El equipo jamás promulgó o aceptó el dopaje. Al contrario, siempre estuvo en contra de las sustancias prohibidas", dijo a Efe.

Saldarriaga defendió que "dos casos no pueden tapar todo lo bueno que estaba haciendo el equipo", pero reconoció que "no se puede fallar, es un compromiso de todos y se falló".

El duro golpe al ciclismo colombiano por los positivos de los últimos meses se suma al que recibió en 2017 cuando ocho ruteros dieron ese resultado en la Vuelta a Colombia por utilizar CERA, un EPO de tercera generación, y otros medicamentos prohibidos por la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

En esa oportunidad, los involucrados fueron el boliviano Oscar Soliz (Movistar Team América), Luis Largo (Sogamoso Incluyente), Edward Díaz (EPM), Luis Camargo (Super Giros), Jhonatan Paredes y Fabio Montenegro, ambos de Ebsa.

Otro de los notificados fue Robinson López Rivera, mejor joven de esa Vuelta, lo que le abrió el camino para firmar contrato con el equipo italiano Unieuro Trevigiani Hemus, que finalmente canceló la vinculación.

El común denominador de estos y otros casos registrados en años anteriores es que parece haber un "pacto de silencio" porque ninguno de los afectados habla en público de quiénes manejan el negocio, quiénes suministran las sustancias dopantes y cómo llegan a los corredores.

La semana pasada el director del estatal Departamento Administrativo del Deporte (Coldeportes), Ernesto Lucena, admitió que "el negocio del dopaje en Colombia es una realidad" y anunció medidas para combatirlo.

"El dopaje no distingue deporte ni edad. Esta cultura de traficar sustancias es lo más parecido al narcotráfico. Cuando aparece un analítico adverso de un deportista, es el alma de la nación la que sufre", dijo Lucena al fijar su posición con respecto a los casos conocidos en los últimos meses.

Entre las acciones para atajar esa nefasta práctica, Lucena dijo que el Gobierno trabaja para reformar un artículo del código penal con la idea "de condenar toda la cadena del dopaje en el deporte".

Además, busca los recursos para ejecutar el plan de acción que permita a Colombia volver al grupo de países con laboratorios certificados por la Agencia Mundial Antidopaje.

El laboratorio de control al dopaje de Coldeportes registró en 2016 "dos falsos negativos" en las "muestras dobles ciegas" enviadas por la AMA para garantizar la calidad de los laboratorios antidopaje a nivel mundial, por lo que el 20 de febrero de 2017 fue notificado de la suspensión provisional, medida todavía vigente.

Encendidas las alarmas por los últimos casos, la expectativa gira en torno a que los equipos, los deportistas y las autoridades extremen las medidas para contrarrestar este fenómeno que golpea al deporte insignia de Colombia, la tierra de los escarabajos.

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