El 'Gallo' Duncan y su gira para engrandecer el baloncesto

Actualizado
  • 28/02/2022 00:00
Creado
  • 28/02/2022 00:00
Duncan ha recorrido casi toda la geografía nacional, con los propósitos de su programa muy bien definidos
Duncan le enseña a uno de los estudiantes el secreto de dominar el balón ('dribling'), mientras lo va picando y avanzando.

Apostar por el deporte de alto rendimiento para rescatar nuestra actividad deportiva, es una acción equivocada. 'Meterle la maleta (dinero)' a ese objetivo, es seguir empantanando el camino para salir adelante.

Insistir en robustecer nuestro deporte, con alternativas que solo miran hacia el atleta de juegos regionales o profesional, es ignorar la posibilidad de consolidar los semilleros naturales, diseminados en barrios y centros escolares.

Además, el deporte de alto rendimiento se cuantifica en cuestión de muy pocas horas. Los atletas si acaso llegan a una docena y eso, si se hace estrictamente a partir de las competiciones, donde se calibra realmente el nivel del deportista.

La idea no es restarles los méritos alcanzados, pero no se pueden enarbolar triunfos del pasado para vivir el presente y resguardar el futuro, sino buscar los mecanismos para que cada disciplina se fortalezca desde sus cimientos.

Los niños felices tras una exitosa jornada de trabajo.

Es por ello que el trabajo que realiza el técnico, Vicente Duncan, dirigido a niños y jóvenes (hombres y mujeres) entre los 5 y 17 años de edad, con el objeto de desarrollar el baloncesto desde las bases, enmarca el camino a seguir.

Una labor dirigida a la juventud, matriculada específicamente en academias y escuelas de barrios, que lideran reconocidos entrenadores, es lo que ha caracterizado este trabajo desde un principio.

Duncan ha recorrido casi toda la geografía nacional, con los propósitos de su programa muy bien definidos.

Esta es la historia de un capitalino que brinda todo el asesoramiento técnico posible, para que la juventud tenga la misma oportunidad que un día lo llevó a tener una profesión, gracias al deporte.

Los objetivos que se buscan con la clínica, son dados a conocer a niños y jóvenes por Vicente Duncan antes de iniciar la jornada.
Un plan a mediano plazo

Duncan, miembro de la selección de baloncesto (1977-1984) y técnico de equipos nacionales juveniles y mayor, ahora lleva a cabo un proyecto para encontrar talentos para este deporte.

“Llevo más de tres años haciendo esto, como una responsabilidad social con el baloncesto, en el que academias o escuelitas nos invitan y sin ningún costo, brindamos el asesoramiento técnico necesario”, explicó Duncan.

El técnico de 67 años ha recorrido casi todo el país, faltándole aún por visitar a las provincias de Bocas del Toro y Darién, y también planea hacerlo a Guna Yala.

Las clínicas se dividen en etapas y por edades para darle oportunidad a los más pequeños.

La idea es captar el capital humano existente y desarrollarlo, para después incluirlos en un programa nacional donde se irán puliendo.

“Nosotros estamos trabajando con la asociación de entrenadores de Iowa y Tennessee, de Estados Unidos, que participarán con nosotros en un campamento de una semana en Panamá”, indicó.

Sostuvo que la idea es que los jóvenes tengan la posibilidad de ser reclutados, para estudiar en los Estados Unidos, tal y como le sucedió, o engrosar las filas de las diferentes selecciones nacionales.

Dijo que junto al ex jugador Mario Gálvez, quien lidera una fundación, están gestionando la consecución de un gimnasio para crear un centro de alto rendimiento, donde serán preparados tanto jugadores como técnicos en este deporte.

“Una vez que contemos con el centro alto de rendimiento se ofrecerán clases, tanto a técnicos como a atletas, y se identificará el talento de nuestros jóvenes”, precisó.

Duncan añadió que el trabajo se hace en conjunto con los miembros de la asociación de entrenadores de baloncesto, alejado de toda intervención de cualquier liga o de la federación.

“Se trabaja con diferentes grupos por espacio de cuatro horas, utilizando el personal de la academia, para que prosigan el trabajo técnico hasta que regresemos para observar el desenvolvimiento”, matizó.

Indicó que trabaja como recluta de jugadores para diversos colegios, lo que ha permitido colocar en los Estados Unidos a jóvenes como Joshua Lemon (Coclé), Rashid Jiménez (Colón), Joel Waterberg (Panamá) e Iverson Molinar (Panamá).

“Traje a un entrenador de los Estados Unidos para un campamento y allí fue que conoció a Molinar y se lo llevó. Esa es una de mis metas, ya que cuando venía subiendo el profesor Cecilio Williams me recomendó y pude estudiar allá”, dijo.

Un trabajo desorganizado

Duncan es un crítico del trabajo que han realizado tanto las ligas como la federación, porque han perdido la gran oportunidad de cultivar el talento que existe en Panamá.

“La cantidad de academias y escuelas de baloncesto, indica que hay material para trabajar en un buen semillero, pero las cosas se están haciendo prácticamente a las bravas, a las pedradas”, comentó.

“Una muestra de la desorganización que existe, a nivel de ligas y de la federación, se observa en las canchas, en el aprendizaje de los niños y en la falta de campeonatos nacionales”, matizó.

Insistió en que no hay semilleros del baloncesto porque no se han realizado “verdaderos torneos nacionales” o alguna actividad similar, que identifique a nivel nacional con qué material se cuenta.

“Esa ha sido una de las fallas de esta dirigencia y no en cuatro años sino en ocho. Hoy le quieren echar la culpa a la pandemia, pero antes tampoco hicieron torneos”, sentenció.

Expresó que lo triste es que existen elementos de diferentes edades, como pudo comprobar en Arraiján, Tocumen y Colón, por ejemplo, que solo necesitan una mayor atención y torneos.

Deportista multifacético

Duncan en su juventud fue un atleta de múltiples actividades, ya que además de practicar el baloncesto en Villa Cáceres, donde creció, también nadó y formó parte de la selección de waterpolo.

“Inicié mi carrera deportiva en 1969 (15 años), cuando participé en una maratón acuática que se hacía en la bahía de Panamá, y donde llegué en el segundo lugar”, recordó.

Fue miembro de la selección de natación que participó en los Centroamericanos y del Caribe de 1970 en Panamá, y tres años después en los Bolivarianos realizados aquí, pero con la selección de waterpolo.

“Perdimos la medalla de oro en waterpolo con Colombia, que nos ganó el partido ocho goles por siete, cinco de ellos anotados por mí.

Tras su paso por el waterpolo decide volver al baloncesto y en 1977 forma parte del equipo que obtiene la presea de bronce en el Centrobasket, y el oro en 1981 en el Centroamericano y del Caribe de Baloncesto en San Juan.

Se involucra en la dirección de equipos juveniles en la liga distritorial, y en 1986 queda al frente del equipo que viaja al Centrobasket juvenil de Puerto Rico y se cuelga la medalla de bronce.

Años después dirige al equipo mayor en el Centroamericano de El Salvador, donde cobra el título, y luego va al Centrobasket de Cuba, donde obtienen la medalla de plata.

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