La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
Alberto Gualde: El apasionado por Panamá
- 26/08/2021 00:00
- 26/08/2021 00:00
El pasado 22 de agosto, el periodista cultural Alberto Gualde falleció en la ciudad de Panamá, luego de meses en estado de salud intermitente, según informaron sus allegados. Gualde, quien colaboró con La Estrella de Panamá por tres años en su sección de deportes semanal titulada 'Cartas a Diego', es recordado por sus allegados y compañeros de trabajo como un “hombre apasionado”, con vocación por las letras, las artes y la historia panameña.
Oriundo de Perú, Gualde fue amante de los buenos libros y un “gran conversador”, según señaló a este diario la presidenta de la Fundación Arpa y cofundadora de la editorial Sarigua (que fundó junto con Gualde), Adrienne Samos, quien fue amiga del escritor desde inicios de la década de 1990, al fundar juntos el desaparecido suplemento cultural 'Talingo', que inició en el diario La Prensa con circulación dominical y más de 90 mil copias distribuidas semanalmente.
“Fuimos grandes amigos ya que nuestras conversaciones se basaban en literatura, en arte, y era muy detallista con todos los temas que tocaba”, apuntó la editora, “además, él tenía una práctica personal basada en la relación del individuo con su cuerpo y su entorno, principios sólidos y preocupaciones sociales fuertes”.
Culto, sensible y dedicado, así describe Samos a Gualde, quien formó parte del grupo teatral experimental Oveja Negra durante mediados de los años 80. Ahí, Gualde fortaleció su pluma como guionista, su visión como director y su experiencia cultural en el país. “Era emocionante cubrir temas sociales y hablar de la cultura panameña e internacional con Gualde, sin que fuera inaccesible, además que su visión fue vital para crear un producto muy visual”, apuntó. La revista 'Talingo' fungió como referente cultural del país desde 1993 hasta 2003 en el diario La Prensa, y de forma digital hasta 2006, ganando el premio Príncipe Claus de Holanda, que destaca a los promotores culturales.
Gualde, a su vez, fue escritor y bajo su sello produjo obras como Memorias mínimas (Casa Editorial Sarigua, 2009), Panamá cosmopolita (PNUD, 2017), y Panamá único: Ruta, gente y naturaleza (2011). Actualmente se encuentra en proceso de edición su última contribución literaria: el libro de cuentos titulado Memoria anfibia (Casa Editorial Sarigua, 2021), que trabajó junto a Samos y Margot López.
López, quien se unió a la pirámide de amigos de Gualde durante los inicios de 'Talingo', gracias a sus críticas de música contemporánea, ahora es diseñadora de experiencia del usuario en Dell Technologies, pero recuerda con añoranza los días vividos junto al escritor. “Trabajamos juntos en el colegio Isaac Rabin, en el Biomuseo, en 'Talingo' y en muchos proyectos distintos. Era impresionante cómo lograba que los niños se apasionaran por el Mahabharata, los atrapaba con su forma única de narrar. Y era muy auténtico, transformaba a las personas”, anotó López, “desde su fallecimiento sus estudiantes se han manifestado sobre el impacto de Alberto en sus vidas, cómo veía el mundo y cómo entendía el mundo. Era un hombre renacentista, sorprendido por todo”.
Entre 2014 y 2016 fue el redactor en jefe y encargado de prensa del Biomuseo. Luego llegó a la sección de Deportes, de Café Estrella, en este diario, donde dedicó tres años a la columna deportiva 'Cartas a Diego', que escribía para su sobrino. La editora general de este diario, Ivette Leonardi, destacó que Gualde tenía “vocación para escribir, era lo que él decía que sabía y podía hacer”. “Estaba comprometido con su pasión, con introducir a los lectores en el deporte y en lo que fuera que escribiera, y no tenía comparación”, anotó.
Así mismo, el periodista y director de la revista Octanos, Mario Muñoz, recordó a Gualde como “un amigo muy cercano”, y aún más “un maestro”, porque era “muy generoso en brindar sus conocimientos sobre periodismo, crónica, literatura y cultura en general”. Muñoz, quien trabajó en diversos trabajos de investigación junto a Gualde, enfatizó que: “Panamá pierde a una persona estudiosa que mostró su valor en diferentes libros en los que participó. Tenía una cualidad muy especial, la cual debiera ser tomada como ejemplo por las nuevas generaciones, y es su autodidactismo. Se hizo experto destacado en muchas materias por decisión propia, estudiando, leyendo y buscando el conocimiento. Fue reseñador, actor, director de teatro, melómano, editor, cuentista, comentarista radial, cronista deportivo y periodista, como muy pocos”.
Por su parte, Samos indicó que Gualde “sabía escuchar y sacar de las personas lo más esencial”. Recordó también una de las frases que repetía el escritor: “La felicidad es para idiotas”. Es decir: “Él sentía que la sociedad del bienestar y de los privilegiados, hacían ver la felicidad como algo obligatorio. Pero en verdad, para él era más importante abrazar lo caótico y desordenado, las desgracias; y opinaba que a veces vivir al límite no significa ser feliz”.
Pero también enseñó a Samos y López que el mayor y “más hermoso” reto era aprender a encontrar belleza en los objetos humildes y una vida simple. “Siempre decía que lo más importante era acompañarse de lo elemental, tanto en objetos como en personas”, comentó Samos. Para la dupla de mujeres, el legado de Gualde fue “siempre ver más allá de la noticia fugaz, el verdadero valor que deja una huella incómoda o de alegría”.
Según López, el país ha perdido a una persona “increíblemente importante”, cuantificado por la cantidad de personas “que inspiró, ayudó y formó profesionalmente”. “Es importante mantener la memoria de personas como Alberto, pero más importante sería no olvidar el talento de las personas valiosas que tenemos en Panamá y que no apoyamos actualmente”, puntualizó.