Un Panamá irreconocible obtiene el cuarto lugar de la Liga de Naciones de la Concacaf

Muy lejos está la imagen que ofreció Panamá contra los duelos de Costa Rica en la anterior fecha FIFA. Luego de la derrota contra México los panameños tenían la oportunidad de recuperar su nivel ante un rival con el que no había tenido problemas, pero las cosas no salieron según lo planeado.

Un solitario tanto de Dexter Lembikisa fue suficiente para poner cuesta arriba las aspiraciones de Panamá de cara a este partido por el tercer lugar e intentar superar lo logrado la temporada anterior cuando también se quedaron con el cuarto puesto del certamen.

Thomas Christiansen, técnico de la selección de Panamá, decidió mover fichas en el once inicial de cara contra Jamaica. Decidió darle la oportunidad desde el inicio a Cecilio Waterman, Roderick Miller, Iván Anderson y a Jiovany Ramos; sin embargo no fue suficiente para que el equipo panameño dejara una mejor imagen.

Panamá estuvo muy alejado de su mejor nivel, no existió mucha convicción de lo que querían dentro del campo, muchas veces se notó la desconcentración de algunos jugadores en pases claves y tampoco se estuvo fino de frente al arco.

Los dirigidos por Christiansen apostaron por una presión alta, con los tres delanteros ejerciendo de la presión en cada saque de meta del portero jamaiquino Andre Blake, forzando de esta manera el despeje en largo del portero del Philadelphia Union y que los mediocampistas o los defensores panameños ganaran el balón por aire.

A los 19’, Jamaica tuvo la primera jugada de peligro por una buena combinación entre Michael Hector y Shamar Nicholson. El defensor jamaiquino se anticipó en una jugada, recuperando el balón y tras avanzar varios metros con el balón mandó un pase filtrado para Nicholson. Este último quedó mano a mano contra Orlando Mosquera, pero el portero panameño se hizo grande al tapar su disparo. En una segunda instancia volvió a rematar el delantero caribeño, pero fue José Córdoba quien salvó en la línea.

No fue hasta el 40’ cuando se rompió el empate por medio de Lembikisa tras un trallazo desde fuera del área. Un control dirigido hacia dentro y un zurdazo a la escuadra, fueron suficientes para batir a Mosquera y hacer el 1-0. Tres minutos más tarde Panamá respondió por medio de José Luis Puma Rodríguez con un disparo potente, pero atajó Blake.

Quizás el Puma Rodríguez fue uno o el único jugador con más carácter del equipo panameño en los dos encuentros. Fue uno de los que más intento con remates desde fuera del área y constantes cambios de ritmos para marcar la diferencia.

En 45’ de juego Panamá tan solo fue capaz de disparar al arco una sola vez. Números preocupantes para tener a delanteros como Waterman y José Fajardo en el once titular. “No fuimos capaces de hacer rupturas y diagonales importantes”, señaló el técnico Christiansen en conferencia post partido.

La desconcentración por parte de Panamá se hizo más visible en el segundo tiempo cuando al 60’ un mal pase de Córdoba para un distraído Carrasquilla puso en peligro la zaga defensiva panameña, pero Damion Lowe mandó su disparo al travesaño.

No hubo muchas sorpresas en el segundo tiempo y Panamá se adueño de la posesión, pero no fue capaz de romper el cero y descifrar la clave para desarticular la defensa jamaiquina.

Ahora Panamá deberá de pensar bien su rendimiento en esta fecha FIFA y llegar en mejores condiciones para las eliminatorias rumbo al Mundial 2026 y a la Copa América a mitad de año.