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Sin excusas, hay que sacar los tres puntos
- 05/09/2017 02:05
- 05/09/2017 02:05
La selección de fútbol de Panamá tiene esta noche, más que un compromiso, la imperiosa necesidad de ganarle a Trinidad y Tobago.
El choque será a las nueve de la noche en el estadio Rommel Fernández, escenario que puede atestigar hoy tres situaciones trascendentales: una victoria que destruya un mito; un empate que mantenga la ilusión mundialista o una derrota, el peor y menos querido de todos los resultados.
Según las estadísticas de la FIFA, en cinco partidos por eliminatorias mundialistas, Panamá no le ha podido ganar a Trinidad y Tobago; peor aún: ni siquiera les ha podido marcar un gol.
El onceno trinitense tiene la única victoria y los únicos tres puntos de esta hexagonal de la Concacaf con la victoria que logró el pasado 24 de marzo en Puerto España por 1-0 sobre Panamá.
A la complejidad del encuentro para los panameños, se une el partido que se jugará hoy en San Pedro Sula entre Honduras y Estados Unidos, igualados con ocho puntos, uno más que los nuestros en la eliminatoria.
Como antecedente, los estadounidenses le metieron seis goles a los catrachos, en una de las más humillantes derrotas para la selección centroamericana.
El seleccionado nacional arribó en la tarde de este lunes procedente de México, trasladándose de inmediato al hotel de concentración, cerca del aeropuerto de Tocumen, y sin dar declaraciones a la prensa.
Panamá no ha podido ganar en casa durante esta eliminatoria, cediendo empates ante México, Estados Unidos y Honduras, resultados que unidos a la derrota en Puerto España y del viernes pasado ante México, tienen al equipo en una situación comprometida.
Tras esta fecha, se volverá a jugar en octubre. Panamá viajará a Estados Unidos en un partido altamente difícil, y cerrará la hexagonal en casa ante Costa Rica.
CÓMO LO VEO
Lo único que sirve es ganar esta noche
Panamá no está eliminado en la hexagonal de la Concacaf. Tiene siete puntos, uno menos que Estados Unidos y Honduras, en la apretada lucha por la tercera plaza de la tabla de posiciones, clasificación directa a Rusia 2018, y un cuarto puesto que entrega medio bono conocido como ‘repechaje'.
Sin embargo, como decía mi difunto padre y ratificaba mi querida madre, ‘lo que no hiciste cuando tenías que hacerlo, es tarea pendiente y lastre a continuación'.
Panamá ha cedido seis puntos en esta eliminatoria; jugando como local. Son unidades que ahora tienen un enorme peso de cara a la clasificación mundialista.
Una eliminatoria que pintaba tan bien con el triunfo de salida sobre Honduras, es ahora una complicada madeja, porque la imperiosa necesidad de un resultado que no sea ni empate ni derrota ante Trinidad y Tobago es lo único que realmente le sirve a la selección para mantener intacto el sueño de avanzar por primera vez a una etapa final del campeonato mundial de fútbol.
Las excusas están de más; decir que un empate ‘nos mantiene con vida' no es lo que se quiere.
El técnico Hernán Darío Gómez tiene una inigualable oportunidad de sacudirse un poco la crítica mediática y de los fanáticos que le reclaman plantear un partido agresivo, donde buscar el marco rival sea la tónica.
Para seguir soñando, Panamá tiene que ganarle a Trinidad y Tobago. No hay otro resultado que nos permita mantener las aspiraciones de llegar a Rusia en 2018.