Editorial

Argentina tiene sufriendo a sus seguidores en Brasil 2014. Aunque aseguró su boleto a octavos de final, todavía no nos convence.

Los de Sabella fueron ubicados en el grupo más fácil del Mundial. Bosnia, Irán y Nigeria son un bistec de dos vuelta con hambre vieja.

Sin embargo, ha sido todo lo contrario. Argentina se ha enredado con Bosnia e Irán, dos selecciones con nóminas bien limitaditas.

Con tantos cracks del medio sector para arriba, dos de los tres goles de Argentina son Lionel Messi, el que se puso la mochila de líder.

Con la pobre producción de Argentina nos preguntamos: ¿Dónde están los Higuaín, los Agüero y los Día María? ¿Se escondieron?

¿Se imaginan a la albiceleste sin Messi como le pasó a Colombia con Falcao? Sumaran dos puntos en dos partidos y autogol de gol.

El panorama de los mimados de Sabella es preocupante para octavos de final. Ecuador o Suiza son más que sus rivales del grupo F.

Definitivamente Argentina vive una ‘Messi-dependencia’, incluso superior a la Argentina de Maradona en 1986. Ese era un equipo más cooperador.

Argentina extraña a Tévez. El exjugador de Boca Juniors era lo más parecido a un centrodelantero goleador, hombre de área.

Solo el tiempo dirá sí Sabella se buscó este problema. Ni Lavezzi, ni Higuaín, ni Agüero resuelven. ¡Messi no lo puede hacer todo!

Se viene el partido ante Nigeria, y es el momento de cambiar el dibujo táctico para ver si funcionan...