El ADN competitivo de Tanner, a prueba en el Rommel

Actualizado
  • 05/04/2023 00:00
Creado
  • 05/04/2023 00:00
Contra República Dominicana se da inicio a la hoja de ruta de la Selección Femenina en su preparación para el mundial, un partido que ofrecerá a la jugadora la oportunidad de debutar ante el público local
A tres meses y días para que Panamá empiece su recorrido mundialista, la jugadora apodada cariñosamente Frozen es una carta valiosa en la baraja de las 23 opciones que tiene Nacho Quintana.

La presencia de Riley Tanner es una de las atracciones que ofrece este jueves la presentación de la Selección Femenina Mayor de Panamá para el encuentro amistoso ante su similar de República Dominicana. En el partido la jugadora panameña-estadounidense hará su debut en el estadio Rommel Fernández al jugar por primera vez allí, después de su valiosa contribución en el repechaje disputado en Nueva Zelanda, que condujo a la primera clasificación a un mundial femenino.

El partido que da inicio al ciclo de preparación hacia la Copa Mundo Femenina Australia-Nueva Zelanda 2023, debería verse por la afición igualmente como un homenaje en el campo de juego a las jugadoras que marcaron un hito en el fútbol canalero. Es un amistoso en el que el objetivo apunta principalmente más que al resultado en el marcador, a ir ajustando piezas, proponiendo nuevas sociedades entre jugadoras y ensayando alternativas tácticas para ir creciendo en la ruta hacia el máximo torneo femenino; con esa perspectiva, la participación de Tanner despierta expectativas.

Ella es consciente de que tendrá los reflectores pendientes de su actuación y lo vive sin sentirse presionada. “No puedo estar más que emocionada de jugar en este estadio por primera vez; es un estadio con mucha historia y ojalá podamos conseguir una victoria”.

Uno diría que el de mañana es solo un partido amistoso; a ella, con su amplia sonrisa, cuando habla de sus origines en el fútbol, se le escurre el ADN competitivo que lleva inculcado por una sociedad como la norteamericana, que deportivamente lo concibe todo en ganar. “Mi amor por el fútbol data de muchos años. En Estados Unidos es muy usual que los niños salgamos de casa a jugar deportes para no molestar a nuestros padres. Entre los muchos deportes que jugué, el fútbol es al que le tengo más apego. Comencé a jugarlo a los cuatro años, y a los seis, a hacerlo competitivamente.

En familia, celebrando uno de sus logros con el equipo de la Universidad de Alabama junto a su abuela Bella, su papá Sean, su hermana Britt, su mamá Bella y su hermano Christian.

Tengo dos hermanas mayores a las que también les gustaba el fútbol y solía jugar con ellas. Para mí el fútbol siempre fue divertido, especialmente por lo competitivas que éramos mis hermanas y yo. Constantemente intentaba ganarles y creo que eso fue muy importante en el desarrollo de mi pasión. Mis dos hermanas son, definitivamente, dos de mis modelos a seguir en distintas formas. Me parece que la conexión que desarrollé con el fútbol a una edad tan temprana fue algo importante que me llevó a estar motivada a jugar a un nivel competitivo. Amo jugar con la selección y haremos todo lo posible para vencer a República Dominicana; es una oportunidad asombrosa de poder jugar ante el público de Panamá”.

Dijo, durante el periplo del repechaje, que su sueño era clasificar con Panamá al mundial y se le cumplió. Como a un sueño alcanzado suele seguir otro anhelado, le indagamos sobre cuál es el de ahora: “Haber podido experimentar el triunfo de cumplir el sueño de clasificar junto con mi equipo fue una experiencia espectacular. Actualmente mi objetivo es seguir mejorando la forma en la que juego y que en el equipo podamos jugar mejor como grupo. Vamos contra selecciones de muy alto nivel en el mundial, debemos seguir mejorando lo más posible. El cielo es el límite”.

El gol, logro individual y colectivo

Uno de sus desafíos será superar o igualar el rendimiento del día que recibió su bautizo con la selección: 19 de febrero en el North Harbour Stadium. En aquella ocasión la Selección de Panamá ganaba 1-0 ante Papúa Nueva Guinea al concluir el primer tiempo; un marcador favorable que, sin embargo, mantenía abiertas las posibilidades del rival de emparejarlo. El entrenador Nacho Quintana se sacó de la manga la carta que tenía guardada para agitar la ofensiva panameña apostando por Tanner para el segundo tiempo.

Riley disputando un partido en una liga infantil de Grand Rapids, Michigan, Estados Unidos.

Su entrada al campo de juego sorprendió a los televidentes que seguían las incidencias del partido ante Papúa Nueva Guinea. ¿Quién era y de dónde habían sacado a esa rubia esbelta que hasta ahora veían con la selección? Ella fue haciendo cada vez más extenso el interrogante, sumando méritos y admiración en cada minuto de juego en que iba desplegando técnica, sentido de colaboración y juego ofensivo. Jugaba a otro ritmo sin desentonar.

Las redes sociales, que suelen aportar un paso positivo hacia adelante cuando suministran contenidos verídicos, comenzaron a compartir información sobre los vínculos familiares panameños de su mamá y el apodo con el que cariñosamente la habían acogido en la selección: Frozen, haciéndose tendencia entre la afición joven.

Rondando los 66 minutos, Marta Cox que había anotado el primer gol, mostró su plena complicidad haciendo una pantalla para desconcertar a las defensoras papuanas; Tanner se abrió paso superando a tres rivales para convertir su primer gol panameño y sellar el triunfo 2-0. Panamá avanzaba al partido decisivo frente a Paraguay. Su nombre quedaba escrito en relieve para la gesta.

Le indagamos si lo valoraba como el mejor gol de su carrera deportiva y qué pensaba del aporte colectivo del equipo para alcanzarlo, no titubeó al afirmar: “Sin duda fue uno de los logros más grandes de mi carrera. El primer gol con la selección, la emoción que experimenté del proceso que antecedió al gol y justo después de que lo lograra, fue un sentimiento especial. He pasado por distintas etapas jugando en la universidad, en el club, he tenido logros remarcables, no quiero compararlo con otros momentos. Este gol en particular es muy destacable entre todos mis logros.

En mi equipo en Estados Unidos (Washington Spirit), vieron el video y estuvieron muy felices, se emocionaron al saber mi logro. Siendo una número nueve, parte de tu trabajo es siempre estar buscando hacer goles y atacar al equipo rival. Poder cooperar con mi equipo para anotar goles es una experiencia increíble, ya sea asistiendo a una compañera para anotar un gol o que mis compañeros me asistan, es igual una sensación excelente. Amo trabajar en equipo y siempre trato de hacer lo más que puedo para ayudar a conseguir la victoria”.

Una familia con el pie en el avión

A tres meses y 19 días para que Panamá empiece su recorrido mundialista, enfrentando el 24 de julio a Brasil en el estadio Hindmarsh de Adelaida, Australia, Riley Tanner aparece hoy como una carta segura en la baraja de 23 opciones que tiene Nacho Quintana para designar, salvo por algún imprevisto en el camino.

En la familia de Tanner la ilusión es también enorme y los planes para acompañarla a Australia están en marcha. “Mi familia siempre me ha apoyado; mis padres y mis abuelos panameños están encantados por la oportunidad que tengo de competir en el mundial, me siento afortunada. Mi padre y mi mamá van ir a Australia para verme jugar. Puede que algún otro familiar se sume, no puedo estar más emocionada de esperar la Copa del Mundo junto a mis padres”.

Riley confiesa que está siguiendo un plan de entrenamiento y alimentación. “Para mí la nutrición siempre fue muy importante, me aseguro de estar comiendo saludable, tomando la suficiente cantidad de líquidos; eso es clave para un atleta para llevar el rendimiento al siguiente nivel. Los entrenamientos en el club (Washington Spirit) y en la selección son súper exigentes, quiero rendir al cien por ciento en esos entrenamientos, es la mejor forma de prepararme para la Copa del Mundo”.

Valora el trabajo del entrenador Nacho Quintana, “es una persona increíble que siempre nos está apoyando, ya sea a mí o las otras chicas; se nota que le importamos y le importa el equipo, siempre está asegurándose de que estemos todas bien, que todo esté en orden”.

El grupo que le correspondió a Panamá en el mundial (grupo F), lo integran dos rivales candidatos y aspirantes serios al título como lo son Brasil y Francia, sin restarle méritos a Jamaica. ¿Cree Tanner que van a ganar experiencia o tienen capacidades como para decir que van a competir? “En absoluto, diría que no nos descuenten como competencia, tenemos un equipo talentoso, tengo completa fe, creo que vamos a dar buena pelea y estamos entrenando como ellos. No vamos a tener una mentalidad derrotista, entraremos para cada juego con la intención de darlo todo y espero que logremos conseguir los resultados que deseamos”.

Riley Tanner la joven de 23 años que busca posicionarse como titular en la selección y en el fútbol profesional estadounidense, lectora de libros de autoayuda y motivación que encuentra “inspiradores”, seguidora de las series televisivas “Friends”, “New Girl” y “The Office”, de las películas de Marvel como “Los vengadores” y sobre todo de las comedias románticas, tiene mañana junto con sus compañeras de la selección panameña, ante República Dominicana, un escalón disponible para seguir creciendo, como lo han hecho ya, en el escalafón mundial que las ha visto posicionarse en el puesto 52 (de 188) del ranking FIFA Femenino, la mejor ubicación en su historia. Están en un momento de idilio con el fútbol y lo quieren prolongar lo máximo posible.

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