Champions League, octavos de final

Octavos de final. UEFA Champions League. Partidos de ida: del 16 al 24 de febrero. Partidos de vuelta: del 9 al 17 de marzo.

Este es sin duda el enfrentamiento más atractivo y a la vez el más enigmático. Atractivo porque se enfrenta un gigante (aunque en problemas) como el Barça, contra el vigente subcampeón de la Champions. Además, está el asunto Neymar. Todos recordamos que justo antes de dejar el Barça para marcharse al PSG, Neymar jugó uno de los mejores partidos de su vida contra el que es hoy su equipo. Muchos piensan que justamente su vibrante actuación, que no fue suficientemente alabada por la prensa ni por la hinchada, precipitó su salida del Barcelona por sentir que estaba condenado a ser la sombra permanente de Messi, y no su heredero.

Hoy, el reto del PSG es recuperar el nivel de la pasada temporada. Ha empezado con algunos tropezones y no muestra la solidez que lo llevó a la final de la Champions. La posición de Tuchel, como timonel del PSG, está siendo amenazada. Cada partido sirve para ponerle la lupa y observar con detenimiento sus decisiones. Además, el recuerdo de aquel 6-1 en el Nou Camp con el que fueron eliminados luego de triunfar en la ida de aquella eliminatoria por 4-0, todavía ronda en las peores pesadillas parisinas.

Por su parte, el Barcelona no vive muy lejos de un mundo pesadillesco. Sus problemas administrativos, económicos y deportivos convierten su enorme potencial en un saco de miedos y dudas profundas. ¿Podrá Koeman conseguir la fisonomía futbolística que necesita el club? ¿Acaso podrá lograrlo en los próximos dos meses?

Y en este mismo tiempo, Tuchel deberá definir de una vez por todas la columna vertebral en el mediocampo del PSG. Quizás opte por apoyarse en un centro del campo más sólido y algo menos creativo. Esto, para garantizar una rápida recuperación del balón y contraataques más verticales y veloces que puedan agredir la pobre defensa en transición del Barça.

Koeman tiene muchísimo trabajo por hacer, tanto en ataque como en defensa. La posesión de la pelota nunca es suficiente si no hay resolución y eficacia en las áreas.

La Champions es el gran reto de Guardiola, que no ha logrado ganarla fuera de las fronteras del Barcelona. Ni con el Bayern ni con el City, Guardiola ha logrado reeditar sus triunfos europeos. Ahora tiene tres oportunidades más (recuerda que extendió su contrato con el City por dos temporadas más).

De los rivales que le podían tocar, el “Glabda” es de los más accesibles. Si medimos talento contra talento, el City debería pasar a cuartos de final sin mayores problemas. Sin embargo, en recientes experiencias durante fases finales de la Champions, los equipos de Guardiola parecen caer en patrones algo rígidos que dificultan un desempeño fluido y terminan en dolorosas eliminaciones. Basta recordar sus caídas europeas contra Tottenham, Mónaco o Lyon. Pese a ello, el City es inmensamente favorito.

Nadie quería al Bayern en este sorteo. No solo por ser el campeón vigente del torneo, sino por la enorme solidez que despliega en sus partidos. Es cierto que en semanas recientes no ha mostrado la pasmosa consistencia que lo llevó al título. Pero también es cierto que ha venido jugando sin uno de sus mayores pilares: el completísimo Joshua Kimmich. El mediocampista ya está en plena recuperación de su lesión y seguramente estará en plenitud para seguir realizando el enorme despliegue en defensa y ataque que lo caracteriza. Sin dudarlo, el Bayern es favorito prohibitivo.

Luego de gastar la suma récord de 247 millones de euros en esta temporada, cuando todos los clubes cerraron sus billeteras gracias a la ominosa presencia de la covid-19, el Chelsea busca definir o más bien consolidar su identidad. Aún es necesaria la total adaptación de alguna de sus novedades, como Kai Havertz, el mediocampista alemán que proviene del Leverkusen.

Este es, sin dudarlo, uno de los enfrentamientos más interesantes y parejos de octavos. De los equipos que quedaron segundo en sus grupos, el Atlético era el más temido. Bien conocida es la capacidad del equipo de Simeone para manejarse en series de ida y vuelta. De hecho, los rojiblancos parten ligeramente favoritos sobre los londinenses. Su enorme capacidad defensiva, su intensidad, sus agudos contragolpes, lo convierten en enemigo temible.

El Chelsea, por su parte, ha mejorado mucho en defensa y sobre todo en su portería, con el arribo de Edouard Mendy, quien desbancó al muy irregular y carísimo Kepa Arrizabalaga.

Si bien nadie podría negar el enorme favoritismo del Liverpool, tenemos que considerar un par de elementos importantes al analizar este duelo. En primer lugar, la plaga de lesiones que padece el equipo de Klopp, que seguramente lo llevará a adquirir algunos jugadores en el mercado de enero. Y por otra parte, el talento pujante del Leipzig que está peleando furiosamente el primer lugar en la Bundesliga y que se clasificó a octavos superando al Manchester United.

Desde la Champions pasada, el Leipzig mostró su valía llegando hasta las semifinales. Por eso, este duelo podría resultar mucho más interesante de lo que proyecta a primera vista.

Hombre por hombre, plantel por plantel, el Real Madrid parece infinitamente superior al modesto club italiano. Sin embargo, allí reside una de las mayores bellezas del fútbol: en la posibilidad de vencer utilizando menores recursos que un poderoso rival. El sorprendente Atalanta desarrolla un juego colectivo, con muy pocas estrellas y ostensible eficacia ofensiva. Sus cualidades en ataque, lo separan radicalmente de los habituales modelos del fútbol italiano y a esas cualidades suma una presión asfixiante.

En la acera de enfrente está el Madrid, con una suma de talentos y un nivel de experiencias mucho más elevado. Con Ramos de regreso y Modric junto a Kross en estado de gracia, los de Zidane deberían imponerse. Pero no deja de ser un duelo atractivo.

Hoy, Atalanta vive una modesta guerra civil entre su entrenador Gasperini y su capitán Papu Gómez. Cuando llegue febrero, el conflicto se habrá resuelto. Aunque falta saber si Gómez permanecerá o no en el equipo de Bérgamo. Su ausencia podría ser una desventaja insalvable.

Ronaldo sigue persiguiendo la gloria de Champions lejos de las fronteras del Real Madrid. Esta eliminatoria se ve más que accesible para Juventus. Los obstáculos más serios seguramente comenzarán a partir de cuartos. El Porto mantiene una defensa de mucha calidad. Y en sus últimos cinco partidos europeos no ha recibido goles.

El Dortmund ejemplifica un joven talento ofensivo de potencial incalculable. Haaland, Sancho, Reyna, encabezan una ofensiva tan temible como temida. La reciente destitución de su entrenador Lucien Favre, debería ser subsanada en los próximos dos meses sin mayores contratiempos. Su reemplazante es el segundo entrenador del equipo Edin Terzic, que llevará las riendas hasta el final de temporada.

Su rival, el Sevilla, deberá reflexionar muy bien sobre este duelo. Si decide salir al ataque e intercambiar despliegues ofensivos, podría quedar superado ante un ataque consistente, talentoso y feroz. Tal vez la opción más adecuada sería un manejo más pausado y cauteloso que le permita a los andaluces un poco más de control, evitando de paso la velocidad demoledora del Dortmund.