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El boxeo istmeño no tiene figuras, a pesar de su notable actividad
- 15/08/2022 00:00
- 15/08/2022 00:00
La actividad del boxeo panameño parece rebosante de salud, tras cumplirse 10 funciones en los primeros seis meses del año, y con la probabilidad de efectuarse otras más antes de culminar el 2022.
Hasta julio pasado se habían realizado nueve cartillas en la ciudad capital, y una más en la ciudad de Colón, lo que llevaría a esta actividad a los tiempos de 2018 y 2019, cuando se efectuaron entre 14 y 17 funciones.
Aparentemente, los efectos negativos por la pandemia de covid-19 han quedado atrás, principalmente, con el aporte económico que se dice ha brindado el gobierno a las empresas promotoras.
En efecto, el negocio está tan latente, que hasta un empresario suramericano se ha unido a los promotores locales, pero hasta ahora no hay una sola figura, por la que podríamos apostar para ganar un título mundial.
Es cierto, no todo es perfecto en la viña del Señor. A pesar de sus estadísticas y que el pasado año también se efectuaron una cantidad importante de funciones, el boxeo istmeño no ha crecido.
Los púgiles que antes de la pandemia se esgrimían como prospectos o estrellitas del momento, hoy paradójicamente lo siguen siendo, sin un verdadero despegue hacia el real estrellato.
Aunado está el hecho de que, en algunas carteleras, desconocidos púgiles extranjeros fueron los protagonistas, mientras los locales actuaron solo como respaldo de la función.
La mejor prueba del parón pugilístico nuestro, se muestra mensualmente en las clasificaciones mundiales de las organizaciones, que rigen la actividad boxística internacional.
Salvo la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que tiene nueve boxeadores nuestros clasificados, ningún otro organismo (CMB, OMB o FIB) ha mostrado el mismo interés por hacerlo.
Para no pecar de despistado, resalto que el CMB menciona a dos, mientras que la OMB y la FIB a otro.
En este punto, pregunto: ¿Es desinterés de estas organizaciones, una de ellas con un vicepresidente panameño, o realmente no existe la calidad para estar en ellas?
Son nueve los púgiles clasificados internacionalmente y, si bien, solo es la AMB que lo hace; a decir verdad, no hay de dónde más sacar.
La corta lista es liderada por los ex campeones Jezreel Corrales, segundo entre los pesos ligeros; Anselmo Moreno, cuarto entre los plumas; y Luis Concepción, noveno entre los moscas.
Luego están Ronal Batista, séptimo entre los súper moscas; y Rafael Pedroza, octavo en las 122 libras.
Fuera del marcador, están: Jaime Arboleda (130 Lbs.), Félix Montenegro (115 Lbs.), Carlos Ortega (105 lbs.), y Ricardo Núñez (130 Lbs.), quien también está señalado en el Consejo.
Azael Villar es el único clasificado en tres organizaciones. Es el octavo minimosca del CMB, el número catorce de la FIB y el quince de la OMB.
El boxeo panameño está en un impase, buscando regenerarse en busca de la o las figuras que le den otro rostro, al decir del expresidente de la Comibox capitalina y directivo de la AMB, Miguel Prado.
“El boxeo local tiene que irse regenerando, comenzar una nueva camada para que retomemos el lugar que siempre hemos tenido, como una reconocida escuela de boxeo”, destacó.
Prado, involucrado en el boxeo desde finales de los años 70, cree que la poca actividad en la rama aficionada ha incidido directamente, en lo que hay ahora en el profesionalismo.
“Si no hay actividad como antes, torneos juveniles o guantes de oro, el semillero no existe”, sostuvo.
Al cuestionarlo del por qué la actividad no va de la mano al progreso de nuestros púgiles, Miguel Prado señaló dos aspectos puntuales: negocio y ambición.
“El tema del boxeo profesional hay que verlo, como alguien mencionó una vez, como un buen negocio; y esto es lo que está ocurriendo”, apuntó.
“No quiere decir que estén sobresaliendo boxeadores, sino que se presta para hacer una actividad rentable y de esto se trata”, añadió.
“Antes veíamos las peleas entre los nuestros buenísimas, existían los campeonatos nacionales, que era un orgullo para quienes lo ganaban, pero eso no existe ahora, porque no es negocio. Ha sobresalido lo negociable sobre lo deportivo”, adujo.
En cuanto a la ambición que debe existir en los boxeadores para obtener su objetivo, Prado destacó que: “Aquí se les da importancia a los boxeadores extranjeros por una razón, tienen hambre, ganas de llegar”, dijo.
“Los nuestros han perdido ese interés por sobresalir, por eso no hay boxeadores destacados, porque no hay esa hambre que tienen, por ejemplo, los cubanos, que quieren llegar”, acotó.
Por su parte, el periodista panameño Aurelio Moreno dijo que lo que acontece en nuestro boxeo, se siente desalentador desde el exterior, aunque reconoce que hay actividad.
“En lo referente a figuras es irrelevante, inexistente y desalentador. Muy lejos de la potencia que fue en algún momento, con cuatro o múltiples campeones mundiales al mismo tiempo”, señaló Moreno, quien reside en Estados Unidos.
Destacó el hecho de que existe actividad, pero que solo es bueno como “negocio”, porque de “país dominante, hemos pasado a principiantes”, precisó.
Entre tanto, el periodista nicaragüense Germán García cree que Panamá está pasando por una etapa de transición, ya que internacionalmente no ha tenido impacto en los últimos años.
“Desde mi óptica, siento que el boxeo panameño vive una etapa de transición o en la búsqueda de su nueva gran figura”, destacó el cronista del diario nicaragüense La Prensa.
En su recuento sobre el pugilismo istmeño, García se remontó a las épocas donde actuaron Ismael Laguna, Roberto Durán, Ernesto Marcel, Eusebio Pedroza e Hilario Zapata, para destacar lo contundente que fue nuestro boxeo.
“Panamá ha tenido campeones en silencio, que no han dejado un legado, lo que le ha pasado también a Nicaragua”, dijo.
“Hemos tenido 15 campeones, la mayoría efímeros, que llegaron por un momento, pero luego desaparecieron, y es por eso que digo, que Panamá no ha encontrado su próxima gran figura, que haga ruido y que se sostenga”, concluyó.