Juan Soto, un fenómeno de los diamantes

Lleva algo más de 1,000 turnos consumidos en las mayores, y su bate ha sacudido los sentidos de propios y extraños. Afectado por el SARS-CoV-2 a comienzos de la actual campaña, comenzó la 2020 el 5 de agosto, al menos 12 días después del inicio. Con todo y ese desfase de casi dos semanas, está al frente de varios departamentos ofensivos. Al momento de redactar esta nota, Soto es, en la Liga Nacional:

Líder en OPS (1.219) .

Líder en % SLG (.774).

Líder en turnos/Jr (8.5).

2° en cuadrangulares con 11 bambinazos.

3° en OBP (.444)

4° en promedio de bateo (355).

5° en WAR ofensivo (1.6)

6° en carreras creadas (32)

9° en carreras empujadas (25)

Este conjunto de cifras habla a mares de la calidad ofensiva de este jovencito, que apenas cumplirá 22 años el próximo 25 de octubre.

Juan Soto patrulla el jardín izquierdo de los Nacionales de Washington. Los parámetros defensivos no le son tan favorables, como los que consigue con el bate: lleva en esta campaña un dWAR de -0.7, un total zone runs de -6, y DRS también de -6.

No son cifras para calificarlo de gran fildeador, pero sí cumple con la media. En 24 juegos en el LF no ha cometido errores y registra una asistencia.

En la temporada de 2018, Soto estuvo muy cerca de ganar el premio Novato del año, que finalmente recayó en otro latino, el jardinero de Atlanta Ronad Acuña; no obstante, este año se comienza a hablar de las posibilidades de Soto para alzarse con el MVP de la Nacional, arrebatándole el galardón al mismísimo Mookie Betts de los Dodgers.

Algunos, no menos osados y admiradores de su portentoso aporte ofensivo, asoman que puede ganar la Triple Corona de la Nacional, algo que nadie conquista desde 1937 cuando Joe Medwick (Cardenales de San Luis) lo logró con 31 jonrones, 154 empujadas y promedio de bateo de 374.

¿Logrará estos vaticinios Juan Soto? Veremos. Calidad y consistencia posee, pero no todo depende de esos factores. Como dirían los entendidos del juego, a veces se necesita buena fortuna.

En cualquier caso estamos en presencia de un jugador extraordinario, alguien (y esto no se destaca lo suficiente) que tiene una insólita paciencia en el plato. Producto de esa disciplina, impropia de su edad, acumula más de 200 boletos recibidos, más de 200 anotadas y más de 200 impulsadas en un total de 1,049 turnos.

Hay que seguir observando a esta nueva estrella del béisbol, pero sobre todo, disfrutar de su juego.