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Ricardo García: 'Tú decides qué tanto quieres aprender... y yo quería aprender'
- 03/12/2019 11:28
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El viaje de Ricardo García a México, que lo traería de vuelta con un título bajo el brazo en Ingeniería del Tecnológico de Monterrey para darle alas a su deseo de incorporarse laboralmente al Canal de Panamá, extravió su boleto de regreso. 27 años después de su partida sigue en México, concretamente en ciudad de México, no ejerciendo de ingeniero ni tampoco como una persona anónima en ese populoso país de 129 millones de habitantes, sino destacándose como narrador y comentarista deportivo de la cadena Fox Sport, principalmente en el fútbol americano, el boxeo y el baloncesto.
En el territorio azteca, que ha sido anfitrión de diversos eventos deportivos internacionales, entre ellos unos Juegos Olímpicos (1968) y dos Copas Mundiales de Fútbol (1970 y 1986), descubriría sus dotes periodísticas y se abriría un espacio a pulso. Su pasado de deportista amateur y de aficionado a las trasmisiones televisivas, se revelarían como parte de una fortaleza profesional anclada en los logros históricos de Panamá en diversas disciplinas deportivas.
De paso por el país, al que ha visitado ocasionalmente en los últimos años, vino esta vez para participar como expositor en el Primer Seminario Internacional de Derecho, gestión y periodismo deportivo, y conversó sobre su trayectoria y sus aspiraciones de establecer vínculos con el entorno deportivo panameño.
Desde niño tuve la influencia de mi padre Ricardo García Rincón, ya fallecido, deportista y amante del deporte, jugador de básquetbol para el Instituto Nacional, él me inculcó el aprecio y el interés por el deporte. El básquetbol fue el deporte que más practiqué y me permitió viajar a otras latitudes; jugué como amateur en Canadá, México, un poquito en Brasil, aquí en Panamá. Mi ambición era jugar baloncesto, llegar a ser profesional, atravesamos un período muy difícil política, social y económicamente a finales de los 80, eso trunca nuestras posibilidades de emigrar como jugador de baloncesto porque nuestras instituciones gubernamentales no estaban ni siquiera en orden para darnos ese apoyo.
Enfrentas la realidad de que eso es un futuro incierto y de que lo mejor es emprender una carrera universitaria, que te permita un futuro estable, y la oportunidad más fehaciente era: Panamá va a cambiar, tiene el gran reto después de 1999 de asumir el control del Canal y ser un profesional para ese momento era una exigencia para nuestra generación, el estar preparados.
Cuando llego a México y se abre la oportunidad de iniciar mi carrera de ingeniería mecánica en el Tecnológico de Monterrey, conozco una materia que se llamaba: Programa emprendedor, la enseñanza de que tú generes tu propia oportunidad, tu propia fuente de trabajo; me abrió los ojos. Creo un proyecto dedicado a la mercadotecnia deportiva, a la promoción del deporte, a la difusión del deporte amateur; cuando desarrollo ese proyecto, dentro de la división de arquitectura e ingeniería se realiza una Expo, lo presento y gano el primer lugar, me causó sorpresa pero también inspiración.
El Tecnológico de Monterrey es una institución que apoya el deporte estudiantil. Se presenta la oportunidad de que el equipo de fútbol americano pierde al patrocinador y requieren de apoyo porque la universidad sola no iba a poder sufragar los costos, me invitan con esta idea mía a ser parte de un comité consultivo.
Me doy cuenta que me salen algunas características: tienes buena voz, en la escuela me convocaban continuamente para hablar en público, y me digo: si he sido deportista y tengo el conocimiento de la experiencia, la preparación, la psicología del deporte porque lo viví, la competencia, el anhelo de ganar, etc., mezclado con este tema de 'oye, tienes una perspectiva diferente de lo que ocurre en la cancha, en el terreno de juego' y puedes comunicarlo… el camino se empieza a abrir. Te digo algo honesto: no tracé intencionalmente este camino, no estaba que quería llegar a ser reconocido como comentarista deportivo de Fox Sport Internacional. Ese no era el plan.
Sería absurdo e injusto al mismo tiempo, mal agradecido, si te dijera que yo revertiría, cambiaría lo que ha ocurrido conmigo, porque si Dios tuvo este plan para mí y se ha ejecutado de esta manera no hay nada de lo que yo me pueda arrepentir. Estoy muy contento, dentro de mi concepción de la ingeniería, mi mayor obra ha sido precisamente esta carrera sin haber diseñado el plano del recorrido.
Dios te pone en el lugar indicado en el momento preciso. Me doy cuenta que el deporte más importante a nivel amateur estudiantil en México es el fútbol americano. Lo había practicado un poco en Clayton o en Albrook donde jugábamos, además de los conocimientos que tenía de verlo en la televisión, mis deseos de aprender me llevan a involucrarme con al área de fútbol americano de la universidad. Los mexicanos, por su cercanía con los Estados Unidos, se capacitan allá, hay mucho intercambio de información, se les abren las puertas de las universidades más importantes a los entrenadores. Me empiezo a involucrar con los coaches de la universidad, ellos ven que tengo algo que no tienen y hay una coyuntura: sucedió que había un coach que iba a los Estados Unidos, grababa a los mejores entrenadores del área ofensiva como Alex Gibbs, creador del bloqueo de zona en la línea ofensiva, pero no dominaba el inglés y requería una traducción del video, me llevó el video VHS a mi casa, lo pongo en mi videocasetera y traduzco la conferencia de Alex Gibbs, ¿dime si no voy a aprender bloqueo de zona? Terminé sabiendo cómo se hacía antes que el coach especialista en ofensive line de Los Borregos de Monterrey, que preparó a dos linieros mexicanos que llegaron a la NFL, Orlando Cantú y Ramiro Pruneda.
Por supuesto, siempre he dicho que el que quiera dedicarse en estos tiempos a la comunicación deportiva y quiera trascender las fronteras panameñas, requiere dominar el inglés, es esencial.
Se conjugan muchas cosas, por ejemplo, el manejo de la parte estadística de por qué este equipo es mejor, el estudiarlos para ver qué es lo que hacen y poder emitir una opinión, pero al mismo tiempo pasé de directivo a ser entrenador de fútbol americano mayor con Los Borregos de Monterrey, al igual que hacía mis labores administrativas. Entrenaba a las 5:00 de la mañana con mis jugadores y a las 7:30 estaba en mi casa para salir de inmediato a la oficina, a mis reuniones o juntas directivas. Llegaba en la noche a mi casa y ponía la película para preparar el entrenamiento de mañana. Al día siguiente comenzaba de nuevo.
Soy un panameño viviendo en México, pero México no me ha hecho sentir panameño muchas veces, me siento uno de ellos. Cuando tú haces las cosas de la manera correcta, con honestidad y rectitud, con el fin de contribuir, de aportar, ellos lo han valorado. Tengo 27 años viviendo en México y no necesito un pasaporte mexicano para sentirme mexicano. Han valorado mi trabajo, mi profesionalismo, mi capacidad, mi responsabilidad.
Uff... híjole. Los Juegos Olímpicos obviamente, el haber sido acreditado a Río de Janeiro 2016 y narrado en el Estadio Olímpico la prueba final de los 100 y 200 metros con Usain Bolt, el máximo atleta en la historia del olimpismo, porque te dices cuántas oportunidades vas a tener de una narración y una cobertura en el estadio viendo a un atleta de su calidad.
El Tecnológico de Monterrey me educó en varias disciplinas del deporte. Como era parte de la administración deportiva allí organizábamos unos eventos que se llaman Relevos TEC, que es el segundo evento de atletismo de mayor importancia en México, clasificatorio a Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y Juegos Olímpicos, avalado por la Federación Mexicana de Atletismo. Era parte de la organización y comunicación del evento, estaba de la mano con los entrenadores y vas aprendiendo. Yo lo llevé a televisión, nunca se había transmitido y logré que la empresa Multimedios lo transmitiera para todo México; te educas, te formas, pero tú decides qué tanto quieres aprender y yo quería aprender, estar en la pista, ir al entrenamiento, revisar los reportes con los tiempos y las marcas… y aprendí.
Quiero lo mejor para mi país, para el deportista, contribuir a la formación de mejores hombres y mujeres, veo que hay varias iniciativas en que me han invitado a ser parte, lo del seminario es una experiencia en la docencia, quiero que Panamá destaque aún más. Quisiera ser un puente para que más panameños, que sé que hay varios, desarrollen esta carrera como he tenido la fortuna de hacerlo yo en un medio internacional.
Reconozco que como atletas los panameños tenemos un buen genotipo, gente que corre rápido, que brinca alto. Quiero regresar a aportar, si bien no regreso a vivir porque mi profesión no me lo permite, quiero que atletas panameños tengan la oportunidad de estudiar en universidades de México con becas; las instituciones educativas deben valorar tanto la cultura como el deporte igual que la clase de inglés, de matemáticas, de estudios sociales, Platón dijo: “Mente sana en cuerpo sano”. Tengo fe que si yo puedo seguir viniendo, entre más orejas me escuchen y más oportunidades tenga de pisar otros terrenos y podamos sembrar esta semilla, el deporte nos va a resolver muchos problemas sociales que tenemos.
Me encantan mis hojaldras, mis bollos, mi tortilla panameña, me llevo mis bolsas de harina y las preparo allá, ya mi mujer sabe hacer hojaldras y tortilla panameña… el desayuno panameño me encanta, con los huevos fritos. Con todo lo peligroso que tiene el colesterol (carcajadas), después vamos una hora a la caminadora para quemar la grasa. Soy fan.