Covid-19, ¿una enfermedad vascular?

Actualizado
  • 18/05/2021 00:00
Creado
  • 18/05/2021 00:00
Un nuevo estudio busca explicar la presencia de trombos en la sangre asociados al SARS-CoV-2 y a los casos ocurridos tras la administración de las vacunas contra la enfermedad
Lo novedoso del estudio es que por primera vez se demuestra el mecanismo mediante el cual la proteína espiga daña las células vasculares.

Un estudio reciente realizado por científicos del Instituto Salk en colaboración con la Universidad de San Diego en California, pone nuevamente sobre la mesa un nuevo análisis acerca de la covid-19 como una enfermedad vascular y no respiratoria.

“La covid-19 es, en realidad, una enfermedad de los vasos sanguíneos. Mucha gente piensa que es una enfermedad respiratoria, pero en realidad es una enfermedad vascular”, dijo Uri Manor, coautor del estudio mediante un comunicado de prensa según una publicación de DW.

Estos hallazgos publicados en la revista científica Circulation Research podrían ayudar a explicar los coágulos sanguíneos asociados a la covid-19.

También podrían explicar “por qué algunas personas sufren derrames cerebrales y por qué otras tienen problemas en otras partes del cuerpo. Lo que tienen en común es que todos tienen un trasfondo vascular”, argumentó el científico.

De hecho, expertos avalan esta teoría. Julián Pérez Villacastín, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), dijo al diario digital Redacción Médica, que se ha comprobado al señalar que la proteína S, que es la espícula de la covid-19 que se utiliza para entrar en las células, tiene un efecto directo sobre el endotelio vascular, que es la pared de células que recubre por dentro los vasos sanguíneos.

Según el cardiólogo, el endotelio está relacionado con la vasodilatación y con la formación de trombos, “al estar alterada la pared del endotelio se pone en marcha una serie de mecanismos que son trombogénicos”.

A su vez, Pérez señaló que pese a que no se sabe aún la relación de los casos de coágulos tras la administración de vacunas adenovirus contra la covid-19, la proteína S no se debería usar en la composición de las inyecciones por ser “aparentemente” patógena.

Parte de la comunidad científica ha planteado que las proteínas espiga del SARS-CoV-2 ayudan al virus a infectar a la persona al adherirse a las células sanas.

Según reseña la red de medios The Conversation, Peter Carmeliet, investigador belga líder en el campo de la biología vascular, dijo a la revista Nature Reviews Immunology en mayo de 2020 que al producirse la infección vírica, el SARS-CoV-2 se une al receptor ACE2 e infecta a las células endoteliales de los capilares pulmonares. Eso afecta la integridad del endotelio y aumenta la permeabilidad vascular. El daño endotelial hace que los vasos sanguíneos se vuelvan más permeables, promoviendo la aparición del edema pulmonar y la insuficiencia respiratoria.

“Los glóbulos blancos se dirigen hacia el endotelio pulmonar activado, señaló el científico a la revista. Las moléculas señalizadoras, generadas tanto por el endotelio como por las células del sistema inmune que acuden en tropel, incrementarían el daño producido sobre las células del tejido pulmonar. Algunas de esas células podrían incluso “suicidarse”, iniciando un proceso denominado apoptosis, señala la publicación.

Los científicos reconocen que las proteínas espiga del SARS-CoV-2 ayudan al virus a infectar a la persona al adherirse a las células sanas.

La misma publicación en The Conversation, remarca que el investigador detalló una alteración de las uniones entre las células endoteliales, que puede desencadenar una coagulación sanguínea incontrolada.

Por otro lado, la obstrucción de los capilares pequeños por las células inflamatorias, unido a la posible trombosis en vasos más grandes, puede causar una isquemia (disminución del riego sanguíneo) en el tejido pulmonar, e incluso dar origen a lo que se conoce como “tormenta de citoquinas”.

Relación con el corazón

La covid-19 también puede dañar el corazón provocando miocarditis (inflamación del músculo cardiaco), insuficiencia o falla cardiaca e incluso infarto.

Estudios recientes indican que, durante 2020 en Estados Unidos, casi el 40% de las personas hospitalizadas por el virus presentaban alguna cardiopatía.

El SARS-CoV-2 afecta de manera importante a las personas con afecciones cardíacas no controladas, como falla cardíaca, hipertensión (presión arterial alta) o enfermedad de las arterias coronarias, complicando el proceso de recuperación del paciente.

Esteban Coto, director médico de AstraZeneca Centroamérica y Caribe, compartió mediante un comunicado que la covid-19 está muy relacionada con la falla cardíaca (FC), la cual se manifiesta cuando el corazón no logra bombear de manera eficiente la cantidad de sangre que el cuerpo requiere o no consigue llenarse de sangre; y puede presentarse debido a otras enfermedades preexistentes en el paciente, como presión arterial elevada o enfermedad de las arterias coronarias.

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