La prensa como eje protagónico en la comprensión del cambio climático

Actualizado
  • 02/11/2022 00:00
Creado
  • 02/11/2022 00:00
Según los expertos, los medios de comunicación juegan un papel esencial para informar de forma veraz y objetiva a la sociedad sobre lo que significa la crisis climática y sus implicaciones en el planeta. Este mes se realizará la COP27 en Egipto y Panamá estará presente
Desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.
Las emisiones que provocan el cambio climático proceden de todas las partes del mundo y afectan a todos.

La crisis del cambio climático es uno de los principales retos que tiene la población mundial del siglo XXI. En ese sentido, es primordial saber cómo surge, cómo afecta, y qué se puede hacer para erradicarlo. Para ello, los medios de comunicación juegan un papel primordial a fin de llevar la información veraz y objetiva.

En esta última entrega ofrecemos más información desde la voz de cuatro expertos del más alto nivel sobre la crisis climática, quienes fueron invitados por el colectivo Ya es Ya, junto con la Fundación Balu Uala, para reforzar los conocimientos de los comunicadores sociales y periodistas, un tema que será discutido en la COP27 a realizarse este mes en Egipto.

Para Juan Carlos Monterrey, vicepresidente para la implementación de la Convención del Clima de la ONU y quien habló sobre las negociaciones internacionales sobre cambio climático, la crisis climática es fácil de entender y aún tiene solución; además, todos los seres humanos “somos parte de ello”.

Monterrey también expone que “nunca antes en la historia habíamos enfrentado un problema de esta magnitud en los diferentes espacios y niveles de nuestra sociedad”.

“Todos sabemos que la quema de combustibles genera o incrementa el dióxido de carbono en la atmósfera y esto hace que la temperatura del planeta aumente”, explica.

Monterrey insiste en que hay que buscar una solución rápida a este calentamiento global, exacerbado por el aceleramiento de los gases de efecto invernadero.

“Nosotros contamos con algo conocido como efecto invernadero, que ayuda al planeta a contar con un nivel de temperatura que ha hecho posible la vida en la Tierra. Pero el funcionamiento de este ha sido de alguna forma devastado por el incremento de los gases tóxicos que el ser humano ha liberado de forma acelerada en los últimos 150 años”, detalla.

Añade que esta crisis provocará un conflicto social entre las comunidades, se trata nada más y nada menos que del acceso al agua.

Todo el mundo debe tomar medidas en lo que respecta al clima, pero las personas y los países que crean más problemas tienen una mayor responsabilidad para actuar primero.

El Acuerdo de París, aprobado en 2015, aspira a reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo el aumento global de la temperatura durante este siglo muy por debajo de 2 grados Celsius con respecto a los niveles preindustriales.

El acuerdo también aspira a reforzar la capacidad de los países para lidiar con los efectos del cambio climático mediante flujos financieros apropiados, un nuevo marco tecnológico y un marco de desarrollo de la capacidad mejorado.

Por su parte, Steven Paton, biólogo en el Smithsonian Panamá, afirma que una de las dificultades de la comunicación sobre cambio climático es que pocos científicos son buenos explicando su ciencia a personas no científicas. Mientras que otro reto es la capacidad de atención e interés, sobre todo en los medios cuando se presenta información tan compleja en uno o dos minutos, por lo que las personas pierden interés. “Es muy difícil meter esa realidad compleja en una historia que debería tener más espacio en los medios”.

“Todo esto son barreras entre la ciencia y las personas que necesitan recibir la información. Otro gran reto son las fake news. Los medios de comunicación están llenos de información equivocada”, dice.

El cambio climático no es nuevo y es un tema global y no de un lugar específico. “Lo que está pasando es que estamos aumentando la cantidad de gases de efecto invernadero, y este aumento es cada vez mayor”, señala.

Según Paton, en Panamá para el año 2100 habrá temperaturas de 1.5° a 3.0° C, así como también aumento en la temperatura del mar de un centímetro por año, acidificación del mar, pérdida de áreas costeras por erosión e inundaciones, pérdida de algunas islas del archipiélago de San Blas, por lo que algunos gunas van a tener que abandonar las islas y migrar.

“Es una realidad y un tema muy serio que debemos afrontar si no se hacen los correctivos ya”, expresa.

Javier Rueda, realizador audiovisual y activista, presentó el proyecto 'Sobrevivir al descalabro', un sitio web que visualiza, promueve y hace propuestas en torno al decrecimiento y la resiliencia.

Agregó que la sociedad ha crecido exponencialmente durante los últimos 200 años, satisfaciendo sus necesidades en base al agotamiento y destrucción de todo lo vivo. “Excusada en logros cuestionables y en insuficientes medidas de control, esta ideología antropocéntrica de apropiación y explotación del planeta ha ido afianzándose, sin reparar en costes sociales y medioambientales, mediante el productivismo y el extractivismo de materias primas, en particular los combustibles fósiles, siempre en pos del mantra del crecimiento económico”, describe.

A su vez, Antonio Aretxabala Díez, experto en geología, detalla que a raíz del cambio climático algo muy preocupante es que en los próximos años los caudales de los ríos disminuirán, pero los eventos extremos aumentarán.

Por tanto, “deberíamos hacer un esfuerzo por adaptar los modelos agrícolas y ganaderos, la economía, el urbanismo y otras políticas a la situación actual. Si no entendemos que las inundaciones, sequías y otros fenómenos son parte de la naturaleza y serán cada vez más comunes, lo estamos haciendo mal”, puntualiza.

Todos los expertos coinciden en que “las peores decisiones tomadas por intereses partidistas, o por el beneficio de una élite que ha secuestrado a la política”, han traído efectos nefastos contra la vida de las personas y los ecosistemas que nos mantienen y garantizan nuestra existencia.

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