La moda sostenible se fortalece y gana adeptos en Panamá

Logunova, marca de ropa panameña, se suma a los esfuerzos de la industria textil por generar productos amigables con el medio ambiente

Moda hecha a partir de textiles naturales, nada de polyester ni plásticos. Hablamos de una de las recientes tendencias de la industria textil y Panamá se suma a ella.

Las fibras textiles naturales pueden tener origen vegetal o animal.

En los últimos años, representantes del universo de la moda y organizaciones mundiales han reconocido los estragos que le causa el sector textil al planeta Tierra. Frente a ello, la industria quiere mostrar una nueva cara con el objetivo de fabricar piezas con una manufactura ética y que sean responsables con el medio ambiente.

A este horizonte se adhiere Logunova, marca de ropa panameña que nació en el Fashion Week Panamá, 2012. “Trabajamos ropa de lino, algodón, seda y otras telas de origen natural, tenemos un concepto de moda inspirado en la naturaleza y en lo tropical, que se adapta al clima de Panamá y al tema de sustentabilidad”, sostiene Pablo García de Paredes, propietario de la firma cuya sede está en la plaza SF 69, San Francisco.

La marca cuenta con la creatividad de la diseñadora Yana Logunova, esposa de García de Paredes, y es producida localmente.

“Diseñamos y fabricamos. Buscamos los insumos naturales y todo lo necesario para poder fabricar localmente, eso es un esfuerzo grande porque tenemos que conseguir el material que regularmente no está en Panamá en otros países y a buenos precios”, dice García de Paredes.

La industria textil avanza en la fabricación de productos responsables con el medio ambiente.

La cadena de abastecimiento de la tienda está en Irlanda y en diversas localidades de China, quienes les suministran botones, hilos, zíper, entre otros materiales fabricados con productos naturales.

En todo el proceso “lo más difícil es pasar del diseño a un producto terminado de alta calidad. El patronaje, el sistema de organización de la construcción de una prenda de vestir, consiste en desglosar por piezas separadas las diferentes áreas del cuerpo humano a vestir como un rompecabezas, de forma que cada pieza de tela se adapte a ese área y que la unión de todas las piezas en un orden predeterminado produzca como resultado un modelo de prenda que se corresponda con el diseño del modelo propuesto; esto requiere de mucha técnica”, detalla García de Paredes.

La marca ha exportado sus productos a Noruega y Estados Unidos. Trabaja con fibras naturales de lino, algodón y seda. Su propietario asegura que la sociedad panameña “está preparada para comprar productos de alta calidad, como son las prendas de vestir fabricadas de manera responsable con el medio ambiente”.

Fibras naturales de origen vegetal o animal

Según Gabriel Farías Iribarren, profesional de sourcing y aprovisionamiento de moda en Asia, las fibras textiles naturales pueden tener origen vegetal o animal.

Las fibras textiles naturales de origen vegetal son las que se originan en el vello de las semillas, como el algodón; en el follaje, como el sisal; en el tallo como el lino y fibras originadas en la cáscara, como el coco.

Dentro de las más utilizadas por las industrias textiles, importantes y reconocidas, Farías enumerara en su blog la abacá: también conocida como cáñamo de Manila; la abacá se origina en la vaina de las hojas que rodean el tronco de la planta de abacá, variedad cercana al banano.

“Es una fibra de hoja valorada por su gran resistencia al efecto adverso del agua salada, por su flotabilidad y por el largo de su fibra –más de tres metros. Actualmente, está creciendo su uso en la producción de ropa, textiles del hogar y tapicería, gracias a las innovaciones en su proceso. Por supuesto, aún hoy en día se emplea para la producción de elementos de navegación, en la industria del papel moneda y automotriz e incluso en la industria alimenticia”, detalla el especialista.

Logunova, marca de ropa panameña, nació en el Fashion Week Panama, 2012.

Otra fibra natural de origen vegetal y una de las más usadas globalmente y por supuesto, la protagonista principal de la industria textil mundial, es el algodón.

Crece en bolas alrededor de las semillas de la planta y es pura celulosa. “Existen dos variedades excepcionales de altísima calidad, el algodón egipcio y el pima peruano”, destaca Farías.

Los tejidos de algodón son reconocidos por su alto grado de comodidad y suavidad, con buena conducción del calor y absorbencia.

Una de las grandes apuestas por la sustentabilidad en la industria textil es el uso del algodón orgánico certificado. “A través del mismo se hace un uso eficiente y sostenible de los recursos naturales sin utilización de pesticidas sintéticos, químicos ni semillas genéticamente modificadas”, explica Farías quien menciona el lino como una de las fibras vegetales más fuertes de la naturaleza.

Existen diferentes tipos de lino según su especie, las principales son: el lino común y el lino perenne. Esta tela es reconocida por su confort. Proviene de la fibra de la planta de lino Linum usitatissimum. El trabajo que se requiere para transformar la planta en tela de lino es muy arduo, pero la ropa hecha con ese material puede absorber hasta 20% de agua sin que se sienta húmedo, también son ropas muy frescas, porque el tejido absorbe muy bien el calor.

Farías también cita como fibras textiles naturales de origen vegetal el bonote, la fibra de cáñamo, la de ramio que es blanca con un brillo similar a la de la seda y es una de las fibras naturales más fuertes, similar al lino en absorción y densidad; el sisal, yute, capoc y ramina.

Entre las fibras textiles naturales de origen animal está la alpaca, una fibra muy exclusiva, liviana y con gran calidad de aislamiento. La angora, proveniente del conejo de angora; cachemira que proviene de la cabra kasmir, nativa del Himalaya; la lana de oveja; el mohair, pelo de la cabra angora oriunda del Tíbet; pelo de camello y la reina de los tejidos, la seda, un filamento proteínico producido por el gusano de la seda alimentado con hojas de morera.

“El gusano produce seda líquida que endurecida forma los filamentos que van construyendo su capullo. Posteriormente, una vez que la larva ha muerto, se usa calor para suavizar los filamentos endurecidos y así desenrollarlos. Luego estos filamentos individuales se entrelazan en uno solo formando el hilo de seda”, describe Frías.

En el tema de moda amigable con el medio ambiente también es importante señalar la fast fashion, culpable de que miles de productos terminen siendo desechados por las marcas al ser devueltos o, simplemente, no vendidos, lo que al final de la cadena contamina el planeta.

“Uno de los enemigos de la sustentabilidad es la moda rápida. Se le llama moda rápida cuando se tiene una gran cantidad de artículos y se venden de manera masiva. Muchas de estas prendas tienen que ser descartadas por descuento o simplemente son tiradas a la basura. Esa es una manera de crear desperdicio en el mercado de la moda. Como empresa tenemos cero desperdicio, lo que queda son retazos de tela que como son orgánicos se pueden biodegradar, explica García de Paredes.

La industria textil ya dio los primeros pasos en la fabricación de productos responsables con el medio ambiente. A través de la perseverancia, la sustentabilidad, la responsabilidad social y ética, sin duda, tanto empresarios, como profesionales y consumidores pueden generar un impacto mancomunado y positivo a favor del planeta Tierra.

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