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Iván Gómez, la despedida de un símbolo en la mesa afropanameña
- 10/12/2020 00:00
- 10/12/2020 00:00
“Fue un pilar para la familia. Era excelente en cada tarea que realizaba. Fue un maravilloso padre y abuelo. Era una persona alegre y así me gustaría que sea recordado”. Estas son las palabras que comparte Lorenzo Gómez, sobre su padre, el chef Iván Gómez, quien falleció este martes a los 60 años de edad, a causa de la covid-19.
La dedicación, según quienes le conocieron, definió la esencia de Iván. “Él se aseguraba de que todo se hiciera de la forma correcta. Uno de los consejos de mi papá era que anduviera en línea recta y estuviera por el camino del bien, porque era lo que me llevaría a alcanzar el éxito”.
Gómez señala que tras el ingreso de su padre al hospital Santo Tomás, el 28 de noviembre, por covid-19, lamentablemente perdió la batalla este 8 de diciembre. “Mi papá ya se había recuperado, pero no sé qué falló. Aunque él ya no esté, su sazón continuará. Seguiremos con su legado. Su restaurante seguirá abierto”.
El chef Arturo Illueca relata que conoció a Iván hace 20 años. “Él tenía su fonda en el área de Chanis. Fue ahí donde se dio a conocer por su saus, pescado frito y la sazón que le añadía a cada comida. Incluso cuando vino Anthony Bourdain a Panamá, el famoso chef y presentador de televisión, él fue a donde Iván a degustar el saus que preparaba en su local”.
Illueca comparte que en vida el chef mantuvo el legado de la comida afropanameña e inspiró a otros a seguir esa línea. “La verdad es que es un golpe y un vacío enorme para la gastronomía en el territorio nacional, ya que era un referente”.
La alegría es un sentimiento en común con el que recuerdan la esencia de Iván Gómez, como es el caso de Illueca. “Iván siempre mantenía una sonrisa dibujada en su rostro . Él salía a hablar con sus comensales que más que clientes, eran sus amigos. Fue una persona muy querida en el barrio de Parque Lefevre. Lo mejor es recordarlo como un hombre que siempre estuvo dispuesto a ayudar a los demás”.
“Nunca dudaba en compartir sus recetas. En este mundo hay pocas personas como él”, recuerda.
El cocinero afropanameño Isaac Villaverde, fundador del restaurante la Tapa del Coco, expresa que Iván sin duda es una inspiración para muchos cocineros, incluso para él. “Iván era único con su estilo y sabor, él no se copiaba de nadie. Recuerdo que mantenía su autenticidad hasta en su forma de vestir”.
Villaverde conoció al chef nacido en la isla de San Miguel, archipiélago de las Perlas, hace muchos años. “Crecí comiendo sus platillos en la vereda afroantillana, él fue parte de mi inspiración para convertirme en cocinero. Su ausencia es una gran pérdida para la gastronomía panameña”.
Las memorias de Isaac con Iván se remontan al mes de julio, cuando estuvo en su residencia cocinando para un programa de televisión. “Me tocó adoptar el rol de entrevistador y una de las preguntas que estaba en el guion era: “¿Quién va a quedar con el legado de Iván?”, un momento en el que según relata, tras una pausa, Iván respondió con la voz quebrada que le correspondería a su hija.
El cocinero cuenta que a través de la amistad que cultivó con el sobrino de Iván pudo percatarse de cómo este referente estaba llevando sus preparaciones a todos los rincones de Panamá.
“En vida ganó concursos en programas de televisión. La seguridad que él tenía en sí mismo fue uno de los motivos que más me inspiraron. Sé que a él le hubiera gustado que cada uno de nosotros lo recordara como una persona alegre; él era salsero, le encantaba la música caribeña”.
Para la chef Patricia Miranda, Iván era un hombre sonriente y de carácter jovial. “Fue un maestro. Nunca negó una enseñanza. De hecho, cuando lo llamaba para consultarle algunas cosas, él siempre recibía mis llamadas con mucho entusiasmo”.
Iván sin duda es uno de los referentes para la cocina afroantillana en Panamá. “Para nosotros los cocineros, él siempre será un grande. Recuerdo que la primera vez que lo visité en su establecimiento quedé fascinada con sus platillos”.
Por su parte, el chef Felipe Milanés expresa que, aunque tuvo la oportunidad de compartir en pocas ocasiones con Iván, pudo percatarse de que era un excelente ser humano. “Conozco a Iván principalmente por las voces de mis colegas. Él era un dios en la cocina. Sus platos eran exquisitos. Siempre compartía consejos. Era un libro abierto. Creo que todos vamos a recordar lo apasionado que era por lo que hacía”.
Milanés sostiene que queda claro cómo Iván inspiró a muchos colegas, que hoy lamentan su pérdida y recuerdan su herencia en la cocina afroantillana.
En vida, Iván Gómez fue catalizador en la promoción de la herencia de sus ancestros a través del fogón, donde supo darle su toque de autenticidad con un sabor único. Durante la pandemia se esmeró por llevar sus contenidos al canal digital, manteniendo cautiva a una importante comunidad en redes sociales, que día a día seguía cada una de sus preparaciones y sus recetas.