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Los platos más famosos de Semana Santa
- 08/04/2020 00:00
- 08/04/2020 00:00
Descanso, reflexión y gastronomía. Es la Semana Santa más atípica que ha vivido el mundo cristiano. En medio del confinamiento causado por el Covid-19, feligreses se preparan para celebrar en familia y fuera de las iglesias y templos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Una de las costumbres más arraigadas a nivel mundial en Semana Santa o semana mayor está vinculada a la gastronomía, en la que millones de cristianos llevan a la cocina algún conjunto de platos, o preparaciones, característicos de la fecha.
Colombia, país donde el 70% de la población es cristiana católica, según una encuesta realizada por las universidades Nacional y Sergio Arboleda, y el 20%, según cifras del Consejo Evangélico de Colombia se considera cristiano evangélico, ofrece platos exquisitos y exóticos. Cada región colombiana con sus platos típicos presenta una variedad de recetas para esta semana de pasión.
Una de las propuestas gastronómicas para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo de la costa caribe colombiana es el arroz con coco que tiene dos formas de prepararse. Arroz blanco de coco o arroz de coco negrito.
Es una preparación agridulce que suele acompañar al pescado frito y se sirve con patacones y ensalada. Otra interesante opción es la cazuela de mariscos. Langostinos, mejillones, camarones, salmón y bocachico son los principales ingredientes. Este plato es considerado exótico por sus ingredientes afrodisíacos. Como postre se acostumbra preparar bolas de tamarindo.
Para la fecha, la gastronomía antioqueña ofrece la mazamorra, una sopa típica paisa que se sirve como acompañamiento o como plato principal, y la sopa de arroz preparada con el arroz, caldo básico, papas, cilantro, sal, pimienta, comino, y huevos.
Colombia, el séptimo país en el mundo con mayor número de creyentes cristianos, tiene una amplia oferta gastronómica en Semana Santa, todas basadas en la costumbre más arraigada mundialmente, la de no consumir carnes rojas.
Brasil, con 172,2 millones de católicos se ubica en el primer lugar de la lista de los países con mayor número de creyentes de esta fe, según las cifras reveladas por el Anuario Pontificio 2017. No tiene un plato característico en la semana mayor. Lo más típico es comer solo pescado, como bacalao acompañado con verduras. Muchos varían el tipo de pescado.
La Semana Santa es el período sagrado del cristianismo, transcurre desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección. En Venezuela se acostumbra consumir el pescado salado, cuajado. Como dulce o acompañante de este pescado frito están: Arroz con coco, dulce de lechosa, cabello de ángel y majarete. Alrededor del 98% de la población en Venezuela es católica.
El Salvador presenta cinco comidas emblemáticas. El pescado seco: los hay de boca colorada, bagre e incluso de agua dulce. Las torrejas son elaboradas a base de pan de yema, huevos y miel. Unos las comen durante el desayuno; sin embargo, lo tradicional es comerlas durante la tarde. Jocotes y mangos en miel, y los tamales pisques, que generalmente reemplazan la tortilla durante la semana mayor. Llevan frijoles, chipilín, huevo, o simplemente con el sabor de la masa para acompañarla con salsita criolla.
En Perú las familias se alimentan a base de pescado con el que se preparan ceviches y sopas. En el norte del país se prepara la malarrabia, platillo de origen piurano y emblema del viernes de Cuaresma. Es una pasta o puré a base de plátano maduro y queso fresco servido con arroz, menestra de frijoles y sudado de pescado.
Según la leyenda en Catacaos, zona de Piura donde surge el plato, el nombre de la tradicional comida del viernes de Cuaresma aparece cuando una señora debió prepararle de comer a su esposo, un hombre exigente y mezquino. La mujer, al tener arroz, pescado, plátanos y queso, hizo el plato y se lo ofreció.
Otro plato del Perú que se prepara durante la Semana Santa es la sopa teóloga, propia de la ciudad de Trujillo. “Se trata de una sopa hecha con carne de res, gallina y queso, entre otros ingredientes. Su nombre lo recibe porque se preparaba en conventos y formaba parte de los banquetes ofrecidos por los frailes dominicos a sus invitados hacia el año 1896”, detalla la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo, Promperú.
México, con 110,09 millones de católicos ocupa el segundo lugar en la lista de los países con mayor número de creyentes católicos, según el Anuario Pontificio. Además de la tradicional abstinencia de carnes rojas cuenta con un variado menú. Entrevistados por el diario El País, dos chefs de la alta cocina mexicana, Óscar Pérez, del restaurante El Jardín de Ninete, situado en el estado de Jalisco, y Martha Ortiz, propietaria de Dulce Patria en ciudad de México, escogieron sus platillos preferidos para esta Semana Santa.
“La capirotada dulce viene del mestizaje”, opina Pérez. "La base principal es el pan y antes de que llegaran los europeos no lo había. Debe ser un producto de curas y monjas”, explica a El País.
El plato consiste en pan tostado, o añejado hasta que se deshidrata (en el caso de Jalisco de birote salado), cortado en rodajas que son puestas a cocer junto con trozos de plátano, pasas, nueces, guayaba y cacahuetes, cubierto con jarabe de piloncillo y queso de mesa rallado. Es un postre que ha pasado de generación en generación, y que ha sido adoptado por diversos países.
El segundo plato citado por los chefs de alta cocina mexicana a El País es la sopa de habas con nopales (o de nopales con habas). En un sofrito de cebolla, ajo y jitomate (tomate rojo), con el imprescindible toque de chile, en esta ocasión de árbol y un caldo de pollo.
Tortas de chinchayote y chiles poblanos rellenos, muy populares en todo México, y pueden tener los más variados rellenos, desde verduras, variedades de quesos y frutas, son las otras opciones que ofrecen los chefs mexicanos al diario español.
En Chile, similar a otros países del mundo, en Semana Santa aumenta el consumo de pescado, tanto en ceviche, como frito o al horno.
Se suelen comer algunos tipos de empanadas con mariscos, con verduras y, a veces, con mermelada de frutas.
En Bolivia destaca la costumbre de preparar una especie de menú compuesto por 14 potajes que, según la tradición, representan las estaciones del Vía Crucis. Ninguno de los potajes incluye carne roja en sus ingredientes.
Igual que en otros países de todo el mundo, en Panamá la semana mayor es un buen momento para compartir la fe y disfrutar de buena comida. Predominan el pescado y los mariscos. El bon, un pan muy típico de la comunidad afroantillana en Panamá, es uno de los postres o dulces preferidos para la fecha. Se dice que representa al pan que partió Jesús durante la última cena. Los ingredientes son harina, mantequilla, levadura, frutas cristalizadas, pasitas, canela, vainilla, nuez moscada, queso molido y cáscaras de naranja u otro cítrico.
Dulces, pescados, sopas..., la gastronomía emblemática de Semana Santa es variada y corresponde a las costumbres culinarias y todos los alimentos permitidos durante el periodo sagrado del cristianismo.