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- 27/02/2022 00:00
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Cuenta la tradición oral que negras cimarronas guardaban entre sus trenzas semillas que tenían grabadas las rutas hacia la libertad. Parte de su cuerpo se convertía en el transporte de artículos de gran valor, alimentos… esta figura es utilizada por un equipo curatorial del Museo de Arte contemporáneo para desarrollar una muestra que destacara la colección del museo como un elemento vivo, que emerge de su propio cuerpo y también una forma de dar voz a comunidades que históricamente han carecido de espacios de visibilidad institucional, de formalizar denuncias.
Guardar semillas en el cabello es una muestra, producto de una investigación que parte de la colección del MAC, que para dar a conocer es información valiosa se ha valido de algunas trenzas que han unido los puntos de vista de las curadoras, y las obras de la colección del museo con nuevas obras que aportan a una narrativa distinta. Para Juan canela, curador adjunto del MAC Panamá, se buscaba, “entender la colección como un elemento vivo, no solo como un repositorio de cosas que guardamos sino que si las sacas y las pones en relación con otras cosas, sobre todo, con las problemáticas del presente son capaces de generar muchos relatos hoy”. Pero también, ofrecer ese espacio a comunidades y personas que normalmente han estado desplazadas de los espacios de representación y denunciación. Y cuando han sido representados, dicha representación se ha dado a través de otros. La negritud, por ejemplo, ha sido representada por blancos y las mujeres, por hombres. “y empiezan estas preguntas de quién ha representado y al final el discurso artístico lo que hace es representar una sociedad”, argumenta el curador.
Quién ha representado la sociedad panameña, de qué manera y cómo esta situación ha ido evolucionando, son algunas de las interrogantes que el equipo curatorial buscaba que el público reflexionara. “La idea era tomar algunas obras de la colección que de alguna manera nos pudieran llevar a estos lugares, a estas reflexiones, incluir otras obras ya sea panameñas o de la región de artistas que no están en la colección y que sí pertenecen a estas comunidades. Generar ese diálogo”, explica Canela. Y claro, en el camino se siguen entrelazando temáticas como la identidad, conocimientos ancestrales, problemas ecológicos, la relación con la naturaleza, migraciones…”, agrega.
Canela invitó para este proyecto a a cuatro curadoras – artistas, investigadoras - :Judith Corro, Cristina López, Andrea Miranda y Mana Pinto. “Ha sido un trabajo muy colectivo, de ir juntas revisando la colección, por qué nos interesaba una [obra] y otra no, trabajar mucho con la idea del trenzado, también a la hora de seleccionar las piezas de vincularlas con otras y de ir incluso haciendo el montaje”, cuenta Canela, quien había comenzado a trabajar en este proyecto desde antes de residir en el país. “No conocía los contextos y además, eran temas que no quería abordar con una visión externa; me interesaba trabajar con gente de acá y que conocieran y formaran parte de estas comunidades”, dijo.
Así, Guardar semillas en el cabello fue tomando forma en el la planta baja del edificio del museo.
Fotografías, grabados y pinturas se mezclan con videos, macramé, anuncios e instalaciones en los que, en palabras de los curadores, “hemos ido trenzando el pasado con el presente, lo humano con lo no humanos, la colección con otros artistas y las prácticas artistas con otras manifestaciones culturales”.
“Queremos abrirnos a miradas diversas, señalar vacíos y ocuparlos con posibilidades”, agregan.
Se suman al programa de la exhibición un programa público con proyecciones de video y cine, performances, encuentros o conversatorios realizados por comunidades y grupos culturales .
De este conjunto surgirán ricas discusiones de temas como la relación de estas comunidades con la tierra, los saberes y conocimientos ancestrales, y la diáspora.
Un hombre con todas sus pertenencias cargadas sobre un buey se abre camino en el campo en busca de un nuevo hogar; una pieza de bronce recuerda un peine afro; la ceremonia de corte de cabello, que marca la llegada a la adultez de las mujeres guna es registrada en un grabado. El tejido de macramé nos acerca a los peinados afro, mientras que un antiguo tejido en fibra vegetal nos lleva a ver la evolución que ha tenido la paruma de las mujeres emberá.
“Revisar la colección es muy interesante porque es una colección que se forma a lo largo de todos estos años, mucho por artistas que participaban en alguna muestra y dejaban una obra, así como artistas que estaban trabajando en el taller gráfico y dejaban obra. Entonces, hay muchas cosas, cosas interesantes de artistas reconocidos y cosas de artistas de quienes buscas información y no encuentras nada, pero preguntando a la gente vamos descubriendo”, destaca Canela.
A través de códigos QR, el visitante puede acceder a audios en los que las curadoras ofrecen detalles sobre las obras. Guardar semillas es el cabello es un proyectoe xpositivo curado pro Juan Canela que forma parte del la convocatoria “Abordajes: Becas de investigación Colección MAC.