Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 22/03/2015 01:00
- 22/03/2015 01:00
Mi día a día tiene que ver con ese concepto, tanto a nivel de mentor como en mi ejercicio empresarial, ya que debo lidiar con esta pregunta y la forma como impacta a los emprendedores e inversionistas; es más, cómo impacta al ecosistema completo de emprendimiento. Justamente hoy una persona, que me ha acompañado las últimas semanas a varias reuniones, me preguntó por el significado del concepto, así que en aras de compartir lo expongo en este espacio para todos.
Existen dos etapas para un emprendimiento (o ‘startup’, como le dicen en inglés) la primera fase es encontrar un ‘modelo válido de negocio’ antes de quedarse sin plata -que usualmente son los ahorros del emprendedor, lo que consiguió prestado de la familia o algún amigo-. Una vez se encuentra lo que sigue es crear una empresa alrededor de este capital.
Uno de los problemas de muchos emprendedores radica en no entender que las dos cosas son muy diferentes: uno puede ser un buen emprendedor y un mal empresario, por eso es importante siempre sumar más personas en el cuento, personas que tengan talentos diferentes y así crear inteligencia colectiva.
La base del ‘modelo de negocio’ es la generación de valor, que, en esencia, implica una solución. Mientras más personas haya involucradas en esa solución, más amplio será el mercado. He sido testigo de cómo se ha confundido el concepto de ‘generar valor’ con el de ‘valor agregado’. Por cierto, también he sido testigo de que ‘valor agregado’ se ha convertido en un nombre complejo para pedir ‘ñapa’.
EL VALOR PRIMERO
Generar valor es la base fundamental de cualquier emprendimiento. También se puede aplicar al campo de las relaciones humanas, ya que si uno no le genera valor a la pareja, de seguro será reemplazado pronto.
El primer paso es siempre entender para quien se genera el valor, a quien estamos haciendo felices, a quién le estamos quitando un dolor de cabeza. Si tenemos claro eso -y de verdad nos tomamos en serio eso de ‘hacer algo por ellos’- contamos con más del 70 % de nuestro emprendimiento avanzando.
Es muy fácil caer en la trampa de generar valor solo para nosotros, pensar en lo que nosotros creemos que sería valioso o en lo que nosotros queremos que pase. Cuando me preguntan por alguna recomendacion para encontrar una buena propuesta de valor, siempre les contesto que ‘hay que aprender a escuchar de verdad’. Se debe contar con la capacidad para hacer silencio, callar las voces de nuestra menta, y así empezar a dejar entrar lo que nos dicen los demás. Son ellos los que tienen los problemas, son ellos los que nos van a mostrar que les genera valor.