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- 11/11/2012 16:07
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La idea de almacenar energía solar convirtiéndola en hidrógeno no es nueva, pero un nuevo prototipo "de bajo coste" que utiliza agua y óxido para producir esta molécula, presentado este domingo en Nature Photonics, puede aumentar considerablemente el potencial de este sector.
Con la meta de conseguir energía disponible a cualquier hora del día y de la noche, los científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) desarrollaron una tecnología que transforma la luz del sol en un carburante limpio, el hidrógeno, pero utilizando materiales baratos.
La receta usa agua (H2O), compuesta por oxígeno e hidrógeno, y óxidos metálicos, por ejemplo el de hierro, que no es más que herrumbre.
El problema es que el óxido de hierro, un material abundante y estable, no es un buen semiconductor.
El óxido de hierro utilizado por los investigadores es algo más complejo que el orín de un viejo clavo.
"Nanoestructurado", contiene óxido de silicio y está cubierto con una capa nanométrica de óxido de aluminio y de cobalto: unos tratamientos que "optimizan las propiedades electroquímicas del material, pero que son sencillas de aplicar", recalca la EPFL en un comunicado.
"íEl material más caro de nuestro dispositivo es la placa de vidrio!", explica uno de los científicos, Kevin Sivula.
El rendimiento del dispositivo, todavía experimental, es "modesto", admite, de entre 1,4 y 3,6%. Pero se espera que alcance un rendimiento del 10% en algunos años y de 16% a término, sin perder de vista el objetivo de "bajo coste".