Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 13/11/2019 10:17
- 13/11/2019 10:17
El mundo avanza constantemente y la industria automotriz también. Los autos eléctricos forman parte de este cambio que está revolucionando las regiones. Su sistema de operatividad es propulsado por uno o más motores eléctricos, usando energía almacenada en baterías recargables.
El Istmo avanza hacia la electromovilidad, una alternativa de transporte más limpia.
En octubre, el Consejo de Gabinete aprobó el proyecto de ley que implementará la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME).
La compañía BYD lanzó su primera flota de taxis 100% eléctricos en el país, también trajo autobuses eléctricos puro K9, con los operadores locales de MiBus y ENSA Servicios, como parte de un plan piloto para mejorar el transporte público.
“El objetivo de este proyecto es observar el desempeño de los autobuses eléctricos en Panamá. Hace unas semanas fui a un congreso internacional en Chile y aprovechamos la oportunidad para conversar con los encargados y conocer su experiencia. Chile hoy cuenta con una flota de más 300 autobuses eléctricos”, afirma Luis Campana García, presidente de la Junta Directiva de MiBus.
“Recientemente nos sentamos con la Secretaría de Energía para conocer los planes que ofrecen en cuanto a incentivos en el uso de la movilidad eléctrica local. En estos momentos estamos planeando una licitación para adquirir 35 buses eléctricos. Una vez que operen, los vamos a incluir en rutas turísticas como Casco Antiguo y ciudad capital”, indica.
ENSA instaló una estación de recarga en el Centro de Operaciones de MiBus, que funciona como fuente eléctrica para el abastecimiento de energía de estos vehículos. “La autonomía de una sola recarga nominal es de 250 kilómetros. La de nosotros no es tan buena por el tema del aire acondicionado, que consume mucha energía. La rentabilidad, a largo plazo, es el tema de las baterías. En la actualidad una de las razones de que el transporte es costoso, en comparación con el bus tradicional de diesel, es porque la batería cuesta casi el 50% del costo del autobús, pero esperamos que en cuatro años estos precios bajen”, asegura.
Otro avance en este tema ocurrió en febrero de este año, cuando Panamá tuvo la primera instalación de una estación de recarga para autos eléctricos, ubicada en Alta Plaza Mall por Celsia, empresa de energía del Grupo Argos.
“La estación cuenta con dos celdas de parqueo equipadas con dos cargadores eléctricos que tiene una capacidad de 7.2 kW de potencia. También cuenta con conexiones compatibles para todos los modelos de vehículos eléctricos, disponibles en el mercado”, expone Javier Gutiérrez, gerente general de Celsia Centroamérica.
Los usuarios pueden recargar gratuitamente durante el primer año; en estos momentos la compañía no tiene establecida una tarifa. “Es importante mencionar que en un auto eléctrico se puede manejar 30 kilómetros con 5 kWh de electricidad y solo costará $0.70; en cambio, con un auto de combustión el costo es mayor, un aproximadamente de $2.56, tomando en cuenta que el vehículo utilice gasolina de 95 octanos”, explica.
La historia de estos autos refiere a mediados y finales del siglo XIX, cuando comenzó a desarrollarse en algunos países de Europa y en Estados Unidos, y se mantuvo durante las dos primeras décadas del siglo XX. Debido a la creciente preocupación por los problemas relacionados con el uso de hidrocarburos en vehículos, que por sus emisiones ocasionan daños al medio ambiente, el interés por los carros eléctricos aumentó a partir del año 2000.
Un informe firmado por WisdomTree calcula que hasta septiembre de 2018 se han vendido un total de 1.27 millones de autos eléctricos en el mundo.
Mayer Mizrachi, creador de la aplicación Criptext, en una entrevista para La Estrella de Panamá compartió su perspectiva sobre los autos eléctricos y hace una comparación con los carros convencionales de combustión.
“Mi experiencia ha sido súperpositiva en comparación con el auto que tenía. Ahora pago $18 de combustible (electricidad) a la semana, en comparación con los $60 que pagaba antes”, expresa.
“Mi carro es de marca Tesla, tiene alcance de 320 millas, mi motor pesa 70 libras y uno convencional puede llegar a los 500. Un motor de un auto que consume gasolina o diesel puede tener 1,300 partes en el motor y el mío cuenta con 50 partes. La probabilidad de que algo se dañe es poca y se puede detectar el daño más rápido. Por ser eléctrico, no hay calentamiento, no hay corrosión. Por donde se vea es más eficiente. Su valor es de $35 mil; debido a que en el país no venden este auto tuve que traerlo de afuera”, explica.
Ante la falta de desarrollo de este sector, Mizrachi comenta que los puntos de carga que existen en el país son de carga pasiva y todavía no existen supercargadores.
“La diferencia entre ambos es que el promedio de recarga de un supercargador solo toma menos de 15 minutos, en comparación con el de carga pasiva, que puede tomar horas porque no tiene el voltaje y el amperaje que se requiere”, detalla.
“A pesar de que no existe esta infraestructura, decidí adquirir este auto porque mi uso es particular, solo manejo en la ciudad. Para obtener una carga más rápida conseguí mi propio cargador y lo uso desde mi hogar. Ahora soy consciente porque cada vez que escucho el motor de un carro de combustión, sé que no le estoy haciendo daño al medio ambiente. Hoy inhalar esos gases se ha vuelto parte de la rutina diaria porque no conocemos otras alternativas”.
En Latinoamérica y el Caribe se han efectuado importantes avances en cuanto a este tema. Colombia lanzó una estrategia nacional de movilidad eléctrica y Perú manifestó su interés en el uso de este sistema de transporte. Al otro lado del Atlántico, Noruega, por ejemplo, se posiciona como el país con mayor número de autos eléctricos del planeta con una cuota de mercado superior al 33%, de acuerdo a un artículo publicado por BBCMundo.
En la lista de países que apuestan por la energía eléctrica en el sector automotriz le siguen en ese ranking de cuotas de mercado: Islandia (9.1%), Suecia (4.2%), Suiza (2.3%), Bélgica (2.1%), Finlandia (1.9%), Austria (1.7%), Reino Unido (1.7%), Francia (1.6%) y Holanda (1.6%).
Noruega ha dado a conocer que tiene el objetivo de eliminar la venta de autos que funcionan con diésel y gasolina, antes de 2025. En 2016, Noruega vendió 44,888 vehículos eléctricos, una cifra que representó el 21.49% de los que fueron adquiridos en toda Europa, según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles.
Aunque en la región se están dando pequeños pasos con la movilidad eléctrica, se espera que en un futuro estas tecnologías se implementen y se apliquen para el uso diario de las poblaciones y así se adquiera un transporte más ecoamigable.
Un vehículo híbrido utiliza sistemas de propulsión híbridos, entre ellos automóviles, camiones, bicicletas, barcos, aviones y trenes. El término se refiere comúnmente al vehículo híbrido eléctrico, que combina un motor de combustión interna y uno o varios motores eléctricos. Otros tipos de sistemas de propulsión híbridos incorporan una celda de combustible, supercondensador, motor de aire comprimido o batería inercial, en combinación con un motor de combustión o eléctrico. Según el sistema utilizado, un vehículo híbrido puede tener una mayor eficiencia energética. Esto puede deberse al uso de un motor más pequeño, y la utilización de sistemas de recuperación de energía (tales como frenos regenerativos). Como consecuencia del menor consumo energético, se obtienen beneficios económicos y ambientales. Sin embargo, algunas tecnologías híbridas tienen perjuicios ambientales, por ejemplo la producción y reciclado de baterías.