“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
La pandemia podría incrementar los diagnósticos oncológicos
- 02/02/2021 00:00
- 02/02/2021 00:00
Las medidas de restricción de movilidad durante la pandemia para evitar aglomeraciones y contagios, han provocado también la reducción y el retraso de las citas médicas para la atención preventiva y sintomática en pacientes con cáncer, las cuales desempeñan un papel determinante en el proceso de seguimiento, diagnóstico y prevención.
“Se cree que el temor del paciente de acudir a realizarse estudios de tamizaje en cáncer tendrá consecuencias con un incremento en el número de distintos tipos cánceres en etapas más avanzadas en 2021 y los próximos cinco años o más, ya que las personas con cáncer tienen hasta tres veces más posibilidades de morir por covid-19 que la población normal”, señaló a La Estrella de Panamá el doctor Rafael Araúz, coordinador médico del Centro Oncológico Paitilla.
El galeno agregó que “lo que aún no podemos precisar es cuántos tipos de cáncer nos puedan llegar en etapas más tardías porque no se diagnosticaron a tiempo por la pandemia. Habrá que prepararse financieramente para ello, tomando en cuenta que la pandemia trajo una crisis sanitaria, económica y social a la población en general”.
Igualmente comentó que el nuevo coronavirus “nos impactó con un primer pico de casos; la cuarentena fue necesaria para reducir los contagios y muertes, pero al mismo tiempo la consulta médica externa tuvo que cerrar durante la cuarentena y se perdieron citas de estudios radiológicos tan importantes como la mamografía”. “Retrasar mucho un tratamiento de cáncer puede condicionar a que el cáncer no responda bien y puedan recaer tempranamente. Afortunadamente, no se ha presentado una escasez de medicamentos para el cáncer, como la quimioterapia, ni ha faltado la radioterapia”, dijo Araúz.
El médico radioncólogo expresó que la ola que sigue después del pico máximo de SARS-CoV-2 es la ola de enfermedades de cáncer, las dolencias crónicas no transmisibles y mentales que requerirán ser atendidas también. Sin embargo, “nos enfrentamos a una población temerosa de ir a un hospital o a un centro médico, porque existe el riesgo de contagiarse”, planteó Araúz.
De modo que los pacientes con cáncer que se han contagiado de covid-19 son los más afectados, ya que tienen diferentes tiempos de recuperación de acuerdo con la severidad de su cuadro, y al no acceder a los tratamientos disminuyen las posibilidades de curación, por lo que las consecuencias a corto, mediano y largo plazo son inevitables.
Por otra parte, aseguró haber notado los efectos de la ansiedad, las fake news, los problemas de índole económico, la pérdida del trabajo, la cobertura del seguro de salud en los pacientes.
También hizo mención al temor subyacente en los pacientes a que el tratamiento oncológico baje sus defensas; además, aquellos que residen lejos de la ciudad desconocen que los centros de diagnóstico de la enfermedad siguen trabajando pese a la pandemia.
“Los pacientes que reciben tratamientos oncológicos, tales como cirugía, radioterapia y/o quimioterapia afrontan un gran reto hoy con la pandemia. Al ser un virus tan contagioso por vía aérea principalmente, el paciente con cáncer debe guardar estrictas medidas de aislamiento y protección de boca y nariz”.
El especialista acotó que todos los centros públicos y privados que atienden pacientes con cáncer se han mantenido operativos y recordó que “es muy bueno que se hayan creado modos de hacer llegar las medicinas a los pacientes para que no se descompensen con otras dolencias mientras no los vemos”, enfatizó.
Explicó que el personal que se encarga de atender a los pacientes ha sido responsable de mantener estrictas medidas de bioseguridad. “Afortunadamente la tasa de contagio entre el personal de la Salud ha sido baja”.
En Panamá, el cáncer se da mayormente en individuos mayores de 55 años edad y en pacientes con comorbilidades de hipertensión, diabetes y obesidad, mismos que tienen el riesgo de contagio o morir por la covid-19, así como también de tener secuelas por el virus, recalcó Araúz.
Según datos del Ministerio de Salud (Minsa), en 2018 se reportaron en el país 9,783 casos de tumores malignos, de los cuales 4,435 fueron diagnosticados en hombres y 5,348 en mujeres.
Cada año se diagnostican en el mundo más de 14 millones de casos nuevos y la enfermedad provoca 9,6 millones de muertes al año, por lo que se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres tendrán cáncer en algún momento de su vida.
Este 4 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer bajo el lema: 'Yo soy y voy a' promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.
Desde que comenzó la pandemia, la Sociedad Panameña de Oncología (SPO) comunicó que los tratamientos del cáncer no deben descontinuarse. “Tanto hospitales como centros de cáncer públicos y privados hemos permanecido trabajando bajo normas de bioseguridad. El éxito de un tratamiento oncológico radica en que aquellos con un cáncer temprano tendrán más probabilidades de sobrevivir, pero si se demora o posterga la terapia anticáncer apropiada, las células de cáncer pueden migrar y hacer metástasis (regarse) al ganglio y otras vísceras, lo que disminuye la posibilidad de curación”.
De acuerdo con Araúz, a los pacientes con cáncer en etapa avanzada, diseminada o metastásica “los ayudamos a subsanar de forma digna los síntomas muy intensos con los tratamientos de quimioterapia, radioterapia, clínica del dolor y cuidados paliativos”.
“Es importante dar continuidad a los tratamientos oncológicos, pese a la pandemia, porque el cáncer puede migrar de etapas tempranas a avanzadas o metastásicas (a otras partes del cuerpo) en donde la tasa de curación es más baja. Además, el paciente podrá recibir más cuidados paliativos para atender sus necesidades con terapia para el dolor y hasta espirituales”, zanjó el radiooncólogo.
En tanto, Pablo Durán, médico cirujano oncólogo, señaló a este medio que los pacientes que están en quimioterapia no han parado de recibir sus tratamientos, igualmente las cirugías de cáncer siguen efectuándose pese a la pandemia, pero siguiendo las medidas de bioseguridad para evitar el fácil contagio del nuevo coronavirus tanto del personal técnico y médico como de la persona que se realiza los exámenes.
“Los protocolos de prevención del cáncer no han cambiado, lo que ha variado es que no queremos que el paciente se exponga a infecciones por el virus hasta que los números de casos nuevos bajen a niveles de inmunidad de rebaño o cuando gran parte de la población se haya vacunado, de tal manera que disminuya el riesgo de contagio”, explicó Durán.
El paciente oncológico requiere de una visión multidisciplinaria que dé atención integral a sus necesidades, por lo que se apoya en disciplinas como enfermería, nutrición, psicología con énfasis en oncología, odontología y maxilofacial, fisioterapia, clínica del dolor (algología) y cuidados paliativos, y hasta especialistas espirituales, dependiendo de las creencias religiosas del paciente. “Referimos a los mejores especialistas en estos diferentes campos para un manejo integral del cáncer”, recordó Araúz.
El Instituto Oncológico Nacional (ION) es el principal centro de atención pública del cáncer en Panamá. Igualmente existen centros privados especializados en oncología que también realizan servicios de prevención, detección, manejo y rehabilitación del cáncer en el istmo.
Actualmente en Panamá las consultas del paciente oncológico se dividen en las de modalidad presencial y las de modalidad telefónica o teleconferencia (videollamada).
Según los especialistas, antes de la cita presencial preguntan al paciente cómo se siente y si hay contagios por covid-19 en su entorno familiar. Una vez realizado esto se confirman la hora y la cita y se resalta la puntualidad para evitar aglomeraciones en las salas de espera.
“Lo más recomendable es que asistan solos, a menos que se trate de una persona de la tercera edad o con demencia. Ambos deben tener mascarilla y faceshield y usar gel alcoholado. Deben esperar en silencio, evitar usar baños o ingerir alimentos en la sala de espera”, explicaron.
Algo muy importante que mencionaron los galenos es que las citas médicas dentro del consultorio son dirigidas y recomiendan al paciente realizarse los exámenes radiológicos, biopsias y estudios de sangre en el laboratorio clínico y abandonar a tiempo las instalaciones del hospital.
En cuanto a las citas por teleconferencia, lo primero que se hace es confirmar con el paciente la hora a la que debe conectarse vía videollamada o por teléfono. Los pacientes de la tercera edad que tengan limitaciones con la tecnología deben ser asistidos por sus familiares. Suele ser más efectivo si la consulta se realiza con la cámara encendida, tanto del médico como del paciente.
Esta cita usualmente es para saber la evolución de un paciente, revisar exámenes que habían sido ordenados o hacer cambios de terapia, ya previamente explicados.
De manera ocasional se deberá alternar con una cita presencial para revisar al paciente integralmente y evaluar la efectividad del tratamiento administrado.
Panamá está evolucionando al igual que el resto de los países latinoamericanos en crear, publicar e informar a los médicos de atención primaria o de primer nivel (médicos generales de centros de salud, policlínicas) y especialistas, las principales recomendaciones y guías a seguir para la detección temprana del cáncer de mama, próstata, colon y recto, piel e infantil.
El Plan Nacional para Prevención y Control del Cáncer 2019-2029 ofrece de manera abierta información que incluye los indicadores meta del objetivo 5 de cara al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las leyes en Panamá contra el tabaco son un ejemplo de una estrategia en la prevención del cáncer de pulmón. Pero ahora en la pandemia esto es un reto aún mayor, reconocieron los médicos.
Las acciones preventivas también incluyen a la población en general, la educación de los principales factores de riesgo para desarrollar el cáncer y cómo prevenirlos. “Debemos comprender que el cáncer en etapa temprana usualmente no da síntomas, es por ello que el paciente debe acudir a su médico de cabecera (médico familiar o general que siempre le atiende) para que le ordene los estudios, según sexo y edad, para detectar cáncer cada año, de manera preventiva. De esta manera, se detecta en etapa temprana. El cáncer en etapa avanzada sí presenta síntomas”, reflexionó Araúz.
Según un estudio en 2020, la situación originada por la covid-19 provocó una caída de aproximadamente un 40% en los pacientes con cáncer diagnosticados a nivel mundial. La investigación midió los índices de diagnóstico del cáncer durante el confinamiento, el cual destacó que cualquier interrupción en la ruta de atención oncológica es perjudicial para la vida de los pacientes, por lo que es fundamental que las personas se mantengan en atención oncológica.
Gustavo Guillén, director de asuntos de gobierno, de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe, comentó que el cáncer sigue siendo uno de los mayores retos de los sistemas de salud en el mundo y existe una necesidad inmediata de apoyar a los pacientes para que sean oportunamente diagnosticados y tratados por sus médicos y centros de salud; siempre en el marco de los protocolos sanitarios establecidos por las autoridades para el manejo de la pandemia.
"Este es un llamado importante para apoyar los esfuerzos público-privados que buscan evitar un desmejoramiento en la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Es por ello que hemos creado conjuntamente con organizaciones de pacientes de todo el mundo la iniciativa "Nueva normalidad, el mismo cáncer" , que busca reducir el impacto de una interrupción en la atención de los pacientes con cáncer”, destacó el director.
Cary Adams, director ejecutivo de la UICC, declaró que “la covid-19 ha afectado al control del cáncer a escala global, y la respuesta de la comunidad dedicada a la lucha contra el cáncer ha sido extraordinaria, heroica incluso. En 2021, tratemos de volver a centrar nuestros esfuerzos colectivos en los retos a largo plazo que plantea el cáncer en todos los países del mundo. Tenemos que prevenir más, diagnosticar antes y asegurarnos de que todas las personas que vivan con cáncer tengan acceso al tratamiento de calidad que necesitan”.
Un estudio de tamizaje es una prueba que se practica en individuos asintomáticos de una población abierta. La edad de inicio del tamizaje puede ser más temprano si hay cáncer hereditario, detalló el doctor Rafael Araúz.
Para detectar el cáncer de mama se efectúa una mamografía anual o bianual desde los 40 años hasta los 75 años.
En cuanto al exámen de próstata se le realiza al paciente una prueba de antígeno prostático específico (PSA) o un tacto rectal desde los 55 años. Debe consultar con el urólogo o médico de cabecera los pro y contras del tamizaje.
Mientras que el examen colorrectal se hace a través de una colonoscopia cada 10 años desde los 50 años, sangre oculta en heces anual.
El examen de la piel por dermatología se realiza cada año o bianual en personas con riesgo de exposición solar excesiva.
Y el cervicouterino es a través de una citología cervicovaginal o papanicolau desde los 18 años o cuando comience la vida sexual activa. La periodicidad o frecuencia depende de los resultados.