Nueva técnica para el diagnóstico del alzhéimer

Actualizado
  • 02/01/2019 01:05
Creado
  • 02/01/2019 01:05
En Panamá existen unas 22 mil personas con la enfermedad para la que actualmente no existe cura ni tampoco un diagnóstico definitivo. Sin embargo, científicos trabajan en la búsqueda de alternativas

El alzhéimer es una enfermedad degenerativa del cerebro progresiva e irreversible que provoca deterioro de la memoria, del pensamiento y de la conducta del enfermo. En el 90% de los casos, afecta a personas mayores de 60 años. Esta dolencia, descubierta por el psiquiatra Alois Alzheimer en 1906, es una de las causas más comunes de deterioro cognitivo en la población mundial.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), acapara entre un 60% y 70% de los casos de demencia en el mundo.

En Panamá se calcula que existen unas 22 mil personas que padecen de la enfermedad, según un estudio realizado por una empresa multinacional, dedicada a la industria farmacéutica y a la biotecnología en Panamá. Y se pronostica que para el año 2030 habrá más de 47 mil panameños con este padecimiento, y el porcentaje aumentará hasta un 135%.

Sin embargo, a pesar de los desafíos en la búsqueda de una cura para esta enfermedad, existen aún esperanzas para el diagnóstico temprano y tratamientos que pueden relentizar la enfermedad.

De ahí que investigadores del Johns Hopkins Medicine han identificado nuevas moléculas ‘radiomarcadoras' que se unen y ‘encienden' los ovillos neurofibrilares de la proteína tau en cerebros humanos vivos, la proteína asociada a muchos trastornos neurodegenerativos, incluyendo la enfermedad de alzhéimer y otro tipo de demencias.

De acuerdo con el doctor Dean Wang, hasta ahora, uno de los más grandes desafíos en el campo de la salud pública es el alzhéimer, para la que actualmente no existe cura ni tampoco un diagnóstico definitivo antes del momento de la autopsia. ‘Hemos estado trabajando para identificar nuevos radiofármacos que puedan ayudar a acelerar el descubrimiento de diagnósticos y tratamientos para estos trastornos neurodegenerativos tan terribles', aseguró el médico.

En la edición de diciembre 2018 de la revista Journal of Nuclear Medicine , aparecen dos estudios consecutivos que describen las pruebas en pacientes con alzhéimer realizadas con tres moléculas candidatas, y además el uso de una molécula para medir la acumulación de las proteínas tau. Se trata de una dolencia que afecta a unos 48 millones de personas en todo el mundo, cifra que se espera siga aumentando por el envejecimiento de la población.

¿CÓMO SE FORMA?

Wong afirma que la aparición y progresión de la enfermedad está condicionada por factores genéticos y ambientales, y es hereditaria hasta en un 79% de los casos. Aunque se cree que hay otros genes implicados en la aparición temprana del alzhéimer.

La enfermedad se caracteriza por la aparición en el cerebro de dos estructuras proteicas anómalas: las placas amiloideas y las fibrillas entrelazadas y compuestas por la proteína tau.

De ahí que un grupo de científicos de San Luis (Misuri, Estados Unidos) descubrió anticuerpos que eliminan placas de alzhéimer años antes de que los síntomas característicos de esta enfermedad sean visibles.

El hallazgo probado en ratones, hasta el momento, podría conducir a una forma de detener el daño cerebral provocado por las placas amiloides, que se acumulan en el cerebro en pacientes con alzhéimer, mientras la enfermedad está todavía en sus etapas iniciales.

‘Muchas personas acumulan amiloide durante muchos años, y el cerebro simplemente no puede deshacerse de él. Al eliminar las placas, si comenzamos lo suficientemente temprano, podremos detener los cambios en el cerebro que producen olvido, confusión y deterioro cognitivo', señaló el autor principal de la investigación, David Holtzman.

Las regiones cerebrales donde generalmente se acumula la proteína tau incluyen el lóbulo temporal, el lóbulo parietal y el lóbulo occipital, entre otras. Se piensa que la materia gris en el cerebelo de los pacientes con alzhéimer contiene poca o ninguna concentración de la proteína tau.

Según Wong, lo que descubrieron fue que los cerebros sanos retuvieron poco o nada del marcador, mientras que en los cerebros de los pacientes con alzhéimer se observaba la proteína tau en regiones del cerebro que concordaban con los datos postmortem sobre los ovillos filamentosos que habían sido previamente informados.

‘Realmente se necesita un ejército para hacer avanzar la investigación biomédica', enfatiza Wong.

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