La desesperación de enfermos de cáncer por un tratamiento digno en Bolivia

Actualizado
  • 13/10/2018 16:00
Creado
  • 13/10/2018 16:00
La unidad de radioterapia de este hospital, dependiente de la Gobernación de La Paz, Bolivia, cerró desde junio de este año por un período de seis meses

La difícil situación económica de muchos pacientes con cáncer en La Paz, Bolivia, la precariedad de los equipos o la falta de éstos les quita la ilusión de recibir un tratamiento digno para su enfermedad y vivir más años.

Es el caso de Celia Mendoza, de 63 años, que el año pasado se enteró de que padece cáncer de mama y recurrió al Hospital de Clínicas de La Paz, única unidad de radioterapia pública de la ciudad, para combatir este mal.

La paciente contó a Efe que logró cubrir los gastos de sus primeras ocho quimioterapias con los ahorros de toda su vida, pero ahora necesita radioterapias y está en la espera de que esta unidad del nosocomio vuelva a abrirse.

"No sé cuánto esperaré y cuánto dinero debo juntar, ahora al único que pido es a Dios, porque no sé cuánto me costará y cuánto tiempo me queda", lamentó Mendoza.

La unidad de radioterapia de este hospital, dependiente de la Gobernación de La Paz, cerró desde junio de este año por un período de seis meses por la recomendación de instituciones internacionales para realizar una reestructuración.

Para que los pacientes continúen con sus tratamientos, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) realizó un convenio con el Instituto Boliviano de Radioterapia y Oncología (IBRO), un ente privado, para enviar pacientes a recibir sus radioterapias a un menor precio.

A pesar de esta ayuda, muchos enfermos, como Mendoza, se quedan en el limbo por no contar con los recursos económicos para enfrentar esta enfermedad y recurrir a ese convenio.

"Nosotros tenemos que estar mendigando aquí", denunció la paciente.

Para ganar un poco de dinero, prepara unas tortillas que vende a menos de un dólar por las calles de La Paz y la ciudad vecina de El Alto, para paliar su escasa economía.

"Con o sin dinero no tenemos la atención que deberíamos tener en los hospitales, yo solo deseo vivir más tiempo, ¿es mucho pedir?", cuestionó Mendoza.

La representante de los enfermos de cáncer Rosario Calle expresó a Efe que los pacientes deben juntar un estimado de 434 a 500 dólares, dependiendo del tipo de cáncer, para poder recibir el tratamiento en el IBRO, algo que para muchos "es inaccesible".

La unidad de radioterapia del Hospital de Clínicas, antes de su cierre temporal, contaba con un precario equipo de cobaltoterapia que fue donado en la década de 1970 por Argentina y que está en funcionamiento casi cincuenta años.

A pesar de la precariedad de este equipo, muchas vidas dependen de su funcionamiento.

"Muchos de nuestros hermanos y hermanas han fallecido, ha sido trágico este tiempo, porque no han estado recibiendo tratamiento a tiempo", relató Calle.

La representante explicó que muchos de los pacientes pasaron a cuidados paliativos y otros prefieren volver al campo o irse al lugar de su procedencia con la esperanza rota, esperando prácticamente a que la muerte llame a su puerta.

También denunció que no existe personal especializado, como un físico médico en esta unidad que ayude a mejorar la atención.

La paciente Isabel Trujillo, de 65 años, padece de cáncer en el recto y realizó una serie de quimioterapias y radioterapias hace un año, pero por el avance de su enfermedad ahora defeca por una sonda que le sale por el estómago.

"Es desesperante no saber cuál es nuestro mañana", sollozó Trujillo.

La paciente pidió lo que muchos pacientes reclaman desde hace muchos años: un acelerador lineal que ayude a los enfermos a contar con un equipo que les brinde un "tratamiento digno".

La impotencia y la desesperación se acumulan, mientras que los dolores avanzan y la enfermedad no da tregua, por lo que los enfermos organizan eventos denominados "telecáncer" para reunir dinero que la gente dona y que ayuda a solventar sus medicamentos.

Los pacientes realizaron varias protestas para que las autoridades les den una solución.

Tras años de movilizaciones, en mayo pasado el Ministerio de Salud de Bolivia anunció que se iniciaría entre julio y agosto de este año la construcción de una nueva unidad de radioterapia para este hospital.

Además de equiparlo con un acelerador lineal, tomógrafo simulador, equipos de dosimetría, braquiterapia, entre otros.

A pesar de esta promesa, la representante de pacientes de cáncer manifestó que hasta ahora no se inició ninguna construcción y que la crisis continúa.

Por este motivo, esta semana decidieron protestar exigiendo que las autoridades cumplan con sus promesas.

Tras la movilización, el director del Sedes, Freddy Valle, ha expresado que el convenio con IBRO es hasta diciembre y que hasta ahora atendió a 42 pacientes, además ha reconocido que la demanda de tratamientos "está siendo excesiva".

Anunció que está en proceso la adquisición de un acelerador lineal y que llegará en noviembre o diciembre de este año, además que se capacitará al personal para su uso.

En julio de este año, el presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó su preocupación por el aumento de casos de cáncer.

"Estamos preparados, vamos a invertir, es cuestión de tiempo, vamos a atender el tema de cáncer", declaró entonces el mandatario.

Hace un mes, Morales anunció que desde el próximo año regirá el Servicio Único Universal en Bolivia.

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