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- 22/04/2021 00:00
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La complicidad en pareja es uno de los aspectos más importantes dentro de la relación e implica un entendimiento profundo que va más allá de las palabras que se intercambian; supone la empatía, la comunicación y la cercanía entre ambos.
Esto parte de un amplio conocimiento del otro; sin embargo, muchas parejas pierden esta facultad cayendo en la monotonía, según explica Eliécer Pérez Rivera, psicólogo y psicoterapeuta de parejas y familia.
Pero, ¿cómo se puede rescatar la complicidad? Según el psicólogo, es importante romper con la rutina, que en ocasiones desgasta mucho las relaciones. “Hay que valorar los detalles, la confianza y la comunicación de uno con el otro. Todas estas piezas juntas hacen que la relación sea más sólida”, explica Pérez.
Otro punto a tomar en cuenta es el respeto entre las dos personas, incluso en los momentos más complicados. “Las ofensas o los malos entendidos deben evitarse para prevenir una ruptura de la que después se puedan arrepentir”, dice el psicólogo.
Por su parte, el psicólogo y sexólogo Silvestre Faya agrega que la complicidad sexual tiene diversos beneficios: comunicación, tener un lenguaje compartido a fin de lograr una relación más sólida, basada en la confianza, pero todo esto se logra aceptando que cada uno tiene una forma de vivir e interpretar la existencia, es decir se respetan uno al otro.
“Los cómplices en la sexualidad no exigen proezas eróticas, simplemente se dejan llevar por sus pasiones y se recrean en cada encuentro íntimo”', dijo Faya en una publicación de Salud180, un sitio enfocado en contenidos de estilo de vida saludable.
En este sentido, Pérez insiste en que para la complicidad no hay secretos en las miradas, en los gestos o en los abrazos. “Solo basta con el aire que se respira para saber que la conexión es pura fantasía, que va más allá de una sonrisa sincera o de una mirada sabia”.
“Entre dos personas cómplices se crea una atmósfera que se convierte en una suerte de profecía emocional que enlaza los sentimientos y los corazones. En este caso, la felicidad es producto de la complicidad”, subraya.
Además, para generar la complicidad con la pareja al iniciar una relación, como para mejorar la complicidad, es fundamental generar y gestionar la confianza entre las partes.
David M. Buss, catedrático de psicología social de la Universidad de Texas, asegura que en la mayoría de las sociedades las mujeres son más selectivas sexualmente. La atracción sexual obedece a aspectos cognitivos, afectivos y neurobiológicos, así como a factores internos y externos, reseña Salud180.
Por su parte, Laura Berman, directora del Berman Center en Chicago, afirma que las mujeres son capaces de producir 10 mil aromas diferentes de manera consciente y otros muchos que no percibimos, redacta el sitio.
De hecho, estudios indican que las parejas que son más felices, lo logran cuando tienen grandes dosis de afecto, complicidad, comunicación y viven la sexualidad de forma positiva.
En cambio las parejas que apenas tienen complicidad (viven juntos, pero apenas se prestan atención y no hay contacto), las que casi no se expresan afecto, unido a una comunicación negativa y una vida sexual pobre, tienen más dificultades para continuar juntos.
Los estudios indican que el índice de separaciones y divorcios aumenta porque faltan los factores antes mencionados.
En ese sentido, Rivera argumenta que muchas parejas llegan a terapia cuando llevan meses, incluso años, sufriendo por no saber resolver los problemas que afectan su relación. “Para muchas, cada vez es menos gratificante estar juntos y tardan más en recuperarse de sus crisis y discusiones. Se posicionan como poseedores de la razón y les cuesta entender y aceptar la visión del otro, así dejan de ser un equipo que se ayuda y apoya, y el otro se convierte en el enemigo de quien tienen que defenderse para que no les haga más daño”, explica.
Recomienda que cuanto antes se acuda a terapia, menos se deteriora la relación. Ser conscientes de que solos no saben resolver sus problemas es el punto de inflexión que les anima a buscar ayuda profesional especializada.
En la terapia de pareja se conjuga la aceptación del otro, la conciencia de que ambos sufren y son víctimas de su incapacidad para llegar a acuerdos y pactos que generen acercamiento. “Las diferencias propias de cualquier pareja formada por dos personas distintas, máxime si son de distinto sexo, se convierten en incompatibilidades si no saben manejarlas como un equipo que comparte objetivos e intereses. Identificar sus trampas y movilizar sus recursos desde la aceptación de dichas diferencias es el objetivo de la terapia”.
“En otras ocasiones el objetivo terapéutico es recuperarse de una infidelidad o ayudar en el proceso de separación”, reconoce.