Alzheimer, una condena a vivir sin recuerdos

Actualizado
  • 21/09/2020 12:37
Creado
  • 21/09/2020 12:37
En Panamá, 40 mil personas sufren esta condición y la Organización Mundial de la Salud reconoce esta enfermedad como una prioridad de salud pública

Que una de las personas que más amas se le olvide quién eres es más que doloroso, pero más difícil es para ellos, que sin darse cuenta poco a poco van perdiendo esos recuerdos hermosos que acumularon en su vida.

Se trata del Alzheimer, una afección que coloquialmente se llama enfermedad del olvido, porque elimina los recuerdos y lamentablemente no tiene cura.

El Alzheimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele aparecer a partir de los 60 años, aunque también puede presentarse entre gente más joven. Cuando una persona la padece experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida, progresiva, pero constante, de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.

Se produce debido a la reducción de la producción cerebral de acetilcolina (un neurotransmisor), lo que provoca un deterioro en el rendimiento de los circuitos colinérgicos del sistema cerebral.

Es difícil determinar quién va a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, puesto que se trata de una alteración compleja, de causa desconocida, en la que, al parecer, intervienen múltiples factores.

Cifras en Panamá, de la Dirección de Planificación del Ministerio de Salud (Minsa) apuntan que las enfermedades mentales y del comportamiento ocupaban en el año 2015 la posición once en el listado de principales causas de muerte en el país, mientras que para los años 2011 y 2012 según la misma dirección se registraron alrededor de 199 casos de Alzheimer.

La Asociación Internacional de Alzheimer (ADI), señala que en el 2010 un 35.6 millones de personas en todo el mundo tenían demencia, cifra que según estudios pueden duplicarse cada 20 años, hasta alcanzar los 65.7 millones en el 2030 y los 115.4 millones para el año 2050.

De acuerdo con el doctor Néstor Gálvez Jiménez, presidente del Departamento de Neurología de Cleveland Clinic Florida, las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, generan alteraciones de la conciencia como afectación de la memoria reciente, así como también pérdida del conocimiento de acontecimientos que hayan sucedido en un periodo de tiempo cercano y que no puedan recordarse adecuadamente o que no puedan otorgándoseles "pistas" para reconocerlos e identificarlos a través de la memoria, y dificultad en la orientación.

"La detección tardía del Alzheimer tiene muchas consecuencias negativas. Por ejemplo, una de las razones por las cuales los tratamientos actuales a menudo se consideran ineficaces es porque se prescriben rutinariamente para pacientes con patología en etapa terminal que ya tienen daño cerebral masivo. Con una intervención más temprana, el tratamiento puede administrarse a pacientes con cerebros más sanos, muchos de los cuales responderán más vigorosamente a la terapia recomendada", explica Gálvez.

El especialista de Cleveland Clinic Florida, destaca que el Alzheimer en un promedio tiene un ciclo de 14 años, desde el inicio de los primeros síntomas hasta la muerte; por lo que esta enfermedad puede ser diagnosticada entre el octavo y décimo año de ese curso de evolución. En este sentido, recomienda, que para evitar diversas lesiones irreparables en el cerebro es importante acudir al médico especialista periódicamente a partir de los 60 años.

SÍNTOMAS

• Pérdida de memoria a corto plazo: incapacidad para retener nueva información.

• Pérdida de memoria a largo plazo: incapacidad para recordar información personal como el cumpleaños o la profesión.

• Alteración en la capacidad de razonamiento.

• Afasia: pérdida de vocabulario o incomprensión ante palabras comunes.

• Apraxia: descontrol sobre los propios músculos, por ejemplo, incapacidad para abotonarse una camisa.

• Pérdida de capacidad espacial: desorientación, incluso en lugares conocidos.

• Cambios de carácter: irritabilidad, confusión, apatía, decaimiento, falta de iniciativa y espontaneidad.

Las recomendaciones de los expertos se centran fundamentalmente en dos puntos claves: detección precoz de los primeros síntomas, y ejercitar la memoria y la función intelectual. Además, mantener una dieta equilibrada, baja en grasas, protege frente al deterioro cognitivo, además, la vitamina E ejerce un efecto protector. En general, mantener unos hábitos de vida saludables puede reducir el 40% de los casos de Alzheimer, según la Sociedad Española de Neurología.

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