Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
Salman Rushdie relata en ‘Cuchillo’ el atentado que casi le cuesta la vida
- 20/04/2024 01:00
- 19/04/2024 18:47
Tuvo un sueño premonitorio que ignoró. La esperada obra del escritor Salman Rushdie, Cuchillo: Meditaciones tras un intento de asesinato, en la que reflexiona sobre el atentado que sufrió hace casi dos años en Nueva York, en el que perdió un ojo, se publicó este martes en Estados Unidos.
Perseguido durante más de tres décadas por una fetua (edicto religioso de llamado a su muerte) por su libro Los versos satánicos, el escritor, nacido en India hace 76 años, sobrevivió a la docena de puñaladas que le asestó con un cuchillo un joven estadounidense de origen libanés, cuando iba a pronunciar el 12 de agosto de 2022 una conferencia en la Chautauqua Institution en el estado de Nueva York ante un millar de personas.
En el libro, que se publicó en español este jueves, Rushdie no menciona el nombre del atacante y se refiere a él como el “imbécil que se imaginó cosas sobre mí” e imagina largas conversaciones con él para tratar de comprender su acto.
Tras debatirse entre la vida y la muerte durante semanas, Rushdie se salvó, pero perdió un ojo que se salió de su órbita como “un huevo pasado por agua”, según describió en una entrevista, lo que le “molesta cada día”.
En una charla el pasado martes con la escritora estadounidense Suleika Jaouad, ella misma superviviente de un cáncer, Rushdie contó que tardó más de cuatro semanas en mirarse en el espejo, porque se lo impidió su esposa.
En su libro, salpicado de humor, le pregunta a la persona que por fin ve en el espejo si es “el fantasma de mi futuro (...) el extraño que tiene que hacer su parte”.
Y su parte fue escribir este libro porque “no quería que me mataran artísticamente”. “El libro es también un cuchillo, mi cuchillo”, dijo.
El autor había contado unos días antes de viajar a Chautauqua, una localidad en el noroeste de Nueva York, había soñado que “era atacado en un anfiteatro”.
“Le dije a mi mujer, Eliza, ‘no quiero ir’ por el sueño. Entonces pensé: ‘no seas bobo, es un sueño”, refirió.
Ganador del premio Booker en 1981 con Hijos de la medianoche (Midnight’s Children), Rushdie llegó a pensar que “se estaba muriendo”, pero “no lo viví como un drama o algo particularmente horrible. Simplemente me pareció posible”, aseguró.
Tras más de media docena de intentos frustrados en más de los 30 años que pasaron desde la fetua que decretó el entonces líder supremo de Irán, ayatolá Ruhollah Jomeini, a raíz de la publicación de su obra Los versos satánicos en 1988, fue la vez en que sus enemigos estuvieron más cerca de acabar con su vida.
Menos suerte tuvo el traductor japonés de su obra que fue asesinado en 1991, así como cerca de una veintena de personas en violentas manifestaciones en India y Pakistán.
En octubre del año pasado, en la Feria del Libro de Fráncfort, contó que el ataque “fue un recordatorio bastante duro y nítido” de esta sentencia a muerte todavía vigente.
“Sentí como si algo saliera del pasado lejano e intentara arrastrarme hacia atrás en el tiempo, si se quiere, hacia ese pasado lejano, para matarme”, describió en la entrevista.
Tras vivir con escolta durante varios años y escondido, Rushdie se instaló en Nueva York en 2000 y desde entonces llevaba una intensa vida social.
Sin embargo, en su libro se sorprende de la falta de seguridad en aquel acto multitudinario. “No había personal de seguridad presente en el anfiteatro aquella mañana. ¿Por qué? No lo sé. Por tanto (el atacante) pudo llegar sin obstáculo alguno hasta mí”, señaló.
El libro concluye con un regreso al lugar de los hechos, aunque sin público. “Estuve en el mismo lugar, o lo que yo pensaba que era el lugar exacto, donde me había colapsado. Sentí, lo confieso, un pequeño destello de triunfo de estar ahí”.
Cuchillo es la segunda obra que lanza el novelista con doble nacionalidad británico-estadounidense desde el atentado. Antes publicó su decimoquinta novela, La ciudad de la victoria, una epopeya histórica, que había terminado de escribir antes de la agresión.