¿Qué es y Cómo se comporta la tristeza?

Actualizado
  • 14/12/2023 17:10
Creado
  • 14/12/2023 17:10
La tristeza es una de las siete emociones universales que experimentamos todas las personas en todo el mundo como resultado de la pérdida de alguien o algo importante

Las incertidumbres que nos está dejando la pandemia como secuelas son cada vez más constantes. El temor a salir de la seguridad de nuestras casas y estar expuestos al virus, los cierres constantes de empresas que quieren salir adelante porque hubo casos positivos, el teletrabajo sin límites de horario, las cuentas bancarias que están bajando debido a los gastos múltiples sin ingresos seguro, todo esto, ha llevado a que en Panamá, cada 1.8 días se den casos de suicidio y que a diario se presenten 6 intentos.

En mi artículo titulado “Una apuesta por la prevención del suicidio” en la Estrella de Panamá, explico a cabalidad cómo detectar ciertos indicios para prever tan lamentable desenlace.

Todo esto genera, además de angustias, tristeza real. La tristeza es una de las siete emociones universales que experimentamos todas las personas en todo el mundo como resultado de la pérdida de alguien o algo importante.

Lo que nos causa tristeza varía mucho según las nociones personales y culturales. Si bien la tristeza a menudo se considera una emoción “negativa”, cumple un papel importante al indicar la necesidad de recibir ayuda o consuelo.

La tristeza describe la gama, o familia, de estados emocionales que podemos experimentar y que van desde una leve decepción hasta una desesperación y angustia extrema terminando por el abandono total de todo deseo de vivir o luchar.

La tristeza también se puede experimentar junto a otras emociones como: ira (p. ej., que un ser querido te abandone), miedo (que no seamos capaces de hacer frente económicamente a las responsabilidades) y, aunque parezca mentira, alegría (recordar el tiempo pasado con la persona o cosas perdidas).

El desencadenante universal de la tristeza es la pérdida, aunque esto, puede variar mucho entre individuos según sus definiciones personales de valor y pérdida, sin embargo, existen otro desencadenantes como: rechazo de un amigo o amor, despedidas, enfermedad, la pérdida de algún aspecto de la identidad (p. ej., durante tiempos de transición en el hogar, el trabajo, etapas de la vida), decepción por un resultado inesperado (por ejemplo, no recibir un aumento en el trabajo cuando lo esperaba o que no te llamen para un puesto laboral).

La diferencia clave entre el estado de ánimo y la emoción es la duración. La tristeza es una de las emociones más duraderas y, a menudo, pasa por períodos de protesta, resignación e impotencia. Sin embargo, es importante señalar que la tristeza es diferente de la depresión, que es un trastorno psicológico común pero grave; descrito por sentimientos de tristeza recurrentes, persistentes e intensos que interfieren con la vida diaria. Si una persona no puede salir de esta emoción por sus propios medios, es necesario buscar ayuda profesional.

¿Cómo reconocer la tristeza? Un signo muy fuerte y confiable de tristeza es cuando las esquinas internas de las cejas suben. Pocas personas son capaces de manipular estos músculos voluntariamente, por lo que es especialmente difícil fingir (a diferencia de otros movimientos faciales), de hecho, si no se siente dicha emoción, no se puede recrear.

Según el tipo y la intensidad, la voz de una persona puede volverse más baja en tono y más suave en volumen, o más alta en tono y más fuerte en volumen.

Las sensaciones comunes incluyen opresión en el pecho, pesadez en las extremidades, escozor en la garganta y/u ojos llorosos. A menudo hay una pérdida de tono muscular, una postura baja o encorvada y miradas recurrentes hacia otro lado o hacia abajo. Lo que comúnmente se llama “mirada perdida” es constante y presente en esta emoción.

Ahora bien, la función universal de la tristeza es, de alguna manera, un grito para pedir ayuda. Esto puede ser una señal para que otros digan que necesitamos consuelo, o para que nosotros mismos tomemos un tiempo para recuperarnos de algún evento.

Algunas personas pueden obtener placer de su tristeza e incluso pueden buscar experiencias que evoquen tristeza para un efecto catártico, otros sin embargo, tienen una aversión extrema a la tristeza y pueden hacer todo lo posible para evitar situaciones que creen que pueden desencadenar emoción más fuerte y sin control. Esto puede incluso hacer que algunos eviten el apego o el compromiso, ya que podría dejarlos vulnerables a la pérdida y la tristeza.

Detectar la tristeza cuando es sutil te dice que algo importante está sucediendo o ha sucedido y que la persona probablemente necesita algún tipo de consuelo. La expresión en sí, sin embargo, no te dice si eres la persona adecuada o no para dar ese consuelo o si este es el momento adecuado para ofrecerlo.

Aprender a reconocer y responder a las expresiones emocionales de los demás es clave, más, si usted labora en el departamento de recursos humanos de una empresa o trata a diario con cliente, compañeros, familiares o amigos. Ahora más que nunca debe desarrollar su vocabulario emocional con cursos y especialistas certificados.

Tenemos que tener en cuenta algo, la pandemia puede que pase, el Covid y sus secuelas no. Muchos alegan que de ahora en adelante tenemos que aprender a lidiar con este nuevo virus así como hemos lidiado con el SIDA, Influenza u otras enfermedades graves. Es por ello que, saber manejar asertivamente nuestras emociones, en especial la tristeza, será una de las metas que deben estar en nuestra libreta de compromisos.

Cierro amigo lector con esta frase de Gabriel García Márquez: “Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.”

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