- 06/12/2008 01:00
PANAMÁ. Todas las cosas en este mundo tienen su tiempo contado. Personas, animales y objetos —según su composición— se degradan en mayor o menor tiempo. En un mundo donde los desechos crecen a un ritmo desproporcionado, los elementos biodegradables, es decir, que se deshacen por la acción de organismos vivos como las bacterias, constituyen una gran contribución a la eliminación pronta y adecuada de estos desechos.
Organizaciones ambientalistas de varios países del mundo, con el apoyo de gobiernos y entidades privadas, han iniciado una serie de campañas y proyectos con el fin de reducir los desechos no biodegradables y sustituirlos por aquellos que se destruyen más fácilmente por la acción misma de la naturaleza.
Uno de los elementos más contaminantes —por su extendido uso en el mundo y su resistencia a la degradación que puede durar cientos de años— son los envases y bolsas plásticas utilizados en la mayoría de cadenas de comida rápida y tiendas del mundo.
Actualmente son varias las iniciativas que se están promoviendo para sustituir estos productos. Los bioplásticos —elaborados a partir de la caña de azúcar, la papa y el maíz— son una de las más comentadas, aunque por su alto costo son todavía una alternativa limitada, que tenderá a popularizarse a medida que la tecnología avance y reduzca sus costos.
Otra alternativa es sustituirlos por bolsas o envases reutilizables o biodegradables.
En Panamá Niko’s café lanzó recientemente sus empaques biodegradables y otras empresas como Danté y Supermercados Rey y Romero han iniciado una campaña para disminuir el uso de bolsas plásticas y sustituirlas por reutilizables.
En el proceso de biodegrabilidad algunas sustancias químicas (desechos orgánicos, papel, etc.) pueden ser empleadas como alimento por los microorganismos, que las utilizan para producir energía y crear otras sustancias.
El material orgánico pude ser degradado de forma aeróbica, con oxígeno (al aire libre), o de forma anaeróbica, sin oxígeno, como sucede con un cuerpo enterrado. La biodegradabilidad de los materiales depende de su estructura física y química. Algunos, como el vidrio, no pueden ser biodegradados.
Se suele decir que un material no es biodegradable cuando el tiempo que requiere para ser descompuesto es muy largo, o supera la capacidad de los organismos para procesarlo, como pasa con los productos plásticos y de aluminio.