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¡Lo que tienen en común la ciencia, los microbios, las áreas protegidas, el medio ambiente y el café!
- 23/05/2023 14:57
- 23/05/2023 14:57
Los 22 de abril es el Día Internacional de la Madre Tierra, qué mejor día para reflexionar sobre qué tiene que ver el cafecito que me tomo en las mañanas, o que disfruto en familia con la biodiversidad, la naturaleza.
¿De dónde viene mi café hoy, y qué pasará con mi café mañana? ¿Si la biodiversidad está en riesgo, un millón de especies al borde de la extinción, de desaparecer para siempre, eso también pone en riesgo el café? Lamentablemente la respuesta es sí, hacerle la guerra a la naturaleza y acelerar los efectos del cambio climático es más grave de lo que imaginamos y sí tiene impacto en nuestro día a día. Y de esta realidad no nos escapamos en ninguna parte de Panamá, hasta las ricas tierras chiricanas donde nacen los cafetales con más fama a nivel internacional.
La provincia de Chiriquí se ha consolidado en los últimos años, como una de las regiones productoras del mejor café del mundo, llegando incluso a marcar en 2022 récord mundial, al vender ¡un kilo (dos libras y algo más), del codiciado grano, a 10 mil dólares! en la lejana ciudad de Dubai, en el continente asiático.
Este vertiginoso auge sin lugar a duda constituye un valioso aliciente y un premio al esfuerzo de muchísimos años de intenso trabajo bajo sol y lluvia. Productores y productoras, cosechadores y cosechadoras de Boquete, Tierras Altas y Renacimiento, se enfrentan al gran desafío de continuar esta senda de éxito con el café, a la misma vez que armonizan la actividad con la naturaleza. Y es que hoy en día la actividad agrícola en estas áreas se viene desarrollando mayoritariamente con un uso intensivo de productos químicos que, si bien han ayudado a la producción, también pueden afectar la salud de las personas, y a la misma vez al medio ambiente: suelos, agua, otras especies, hasta la calidad del aire.
Preocupados por esa realidad y, en aras de implementar sustanciales cambios, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) con cofinanciamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT), desarrollan desde el año 2020, un proyecto de investigación científica para el desarrollo sostenible y soluciones basadas en la naturaleza, que busca encontrar en microorganismos, como los hongos, propiedades que ayuden a mantener los cafetales libre de plagas, y así fortalecer las capacidades existentes en el país para a través de la ciencia ayudar a mejorar la vida de las personas en armonía con el planeta.
Con la ciencia se pueden encontrar insecticidas biológicos que sirvan para contrarrestar plagas como la roya, ojo de gallo, derrite o la broca; se proteja el suelo, la biodiversidad, el aire, y a la misma vez se cuide la salud de las personas y mejore su calidad de vida.
Para el técnico en Biodiversidad de MiAmbiente, Darío Luque, estas iniciativas son de suma importancia porque en la propia naturaleza se pueden encontrar elementos con potencial de biocontroladores. MiAmbiente también resalta que Panamá ha suscrito acuerdos internacionales para la conservación de la biodiversidad que impulsan que los beneficios que la naturaleza nos da puedan ser repartidos de forma equitativa, aplicando lo que se conoce como el Protocolo de Nagoya. Con este tipo de soluciones se reducen las amenazas a la biodiversidad y se empujan formas de producir y consumir más sostenibles y saludables.
Otros socios de la iniciativa son el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Panamá (IDIAP), la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), el Centro de Pensamiento Think Tank de la Universidad Autónoma de Chiriquí (unachithinktank), la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (SCAP), la Asociación de Productores de Renacimiento (APRE), y los municipios de Boquete, Tierras Altas y Renacimiento. Se espera que el impacto en la vida de las personas alcance a mil setenta (1,070) personas, 535 mujeres.
¿En qué consiste la ciencia? Un grupo de científicos - expertos en biología y química, investigan dentro de 48 fincas que participan de forma voluntaria, en Boquete, Renacimiento y Tierras Altas, incluyendo las áreas protegidas Parque Nacional La Amistad (Sitio de Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera) y Parque Nacional Volcán Barú, además de sus zonas de amortiguamiento, la variedad de microbios que hay en los cafetales para analizar sí pueden controlar “patógenos”, los que causan enfermedades.
“Llevamos a cabo la identificación de microorganismos en las plantaciones de café y también en las áreas protegidas, porque existe la posibilidad de que los microorganismos también se encuentran en los cafetales y además en estas zonas boscosas y queremos entender cómo funcionan estos organismos en sus sistemas naturales”, explicó el biólogo de INDICASAT, Dr. Luis Mejía.
“Los resultados que tenemos hasta el momento son prometedores. Hemos realizado estudios químicos y estamos avanzando; pronto vamos a iniciar la aplicación de estos productos obtenidos de la propia naturaleza. Se trata de buscar alternativas ecológicas, amigables con el ambiente, para reemplazar el uso de agroquímicos que contaminan el medio ambiente”, manifestó en tanto el químico, Dr. Marcelino Gutiérrez del INDICASAT.
¡Lo que tienen en común la ciencia, los microbios, las áreas protegidas, el medio ambiente y el café es que bien gestionados pueden producir beneficios no solo para Panamá si no para el mundo, proteger el café de plagas aprovechando los propios hongos, una forma natural de traer soluciones! Y considerando aspectos sociales en cuento a acceso a recursos genéticos y la participación justa y equitativa de los beneficios; la iniciativa apunta también al empoderamiento de la mujer.
Al respecto se refirió Alicia Díaz, asociada de Género del PNUD. “Como tema de género, se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con las prioridades del Programa para asegurarnos que hombres y mujeres puedan acceder a los recursos y beneficios de forma igualitaria”.
1,070 hectáreas de bosques con sus cuerpos de agua y tierra se han priorizado para una gestión sostenible de las cosechas de café.
Los caficultores están motivados y así lo han expresado. “Ha sido muy innovador saber que los mismos microorganismos que habitan dentro de las montañas nos van a ayudar a combatir estos hongos que afectan tanto la producción de café”, indicó la propietaria de la Finca La Llorona en Santa Clara, Renacimiento, Lourdes Yangüez; mientras que la presidenta de la Asociación de Cafés Especiales de Panamá, Dra. María Ruiz, dijo que, como investigadora, le interesa mucho la generación de conocimiento, porque es un área que falta mucho desarrollar.
José de Gracia, coordinador de proyecto en PNUD, destacó es “una iniciativa que conecta biodiversidad, ciencia, agricultura, desarrollo local y economía verde” y que en este mes de la tierra es prioritario alzar la voz para contar con ecosistemas saludables, en nuestra lucha contra el cambio climático.
Sin lugar a dudas, la iniciativa ‘Alcanzando el potencial de los microbios nativos en el sector agrícola, de conformidad con el Protocolo de Nagoya’, es un proyecto integral y con una visión amplia, pues contempla aspectos relevantes como es el factor ambiente, la salud de la población y el enfoque de género, elementos claves por medio del que los gestores fortalecen las capacidades nacionales y locales al emprender investigación y renovar la promesa climática para asegurarse de contar con ecosistemas saludables que conlleven al bienestar social y el crecimiento económico, reducir la desigualdad y contribuir a las prioridades del desarrollo humano sostenible.
Jessica Young, Gerente de Ambiente y Cambio Climático de PNUD enfatiza que este es el segundo Día de la Madre Tierra que celebramos dentro del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. “Los ecosistemas sustentan toda la vida en la Tierra. Cuanto más sanos sean nuestros ecosistemas, más sano será el planeta y sus habitantes. Restaurar nuestros ecosistemas dañados ayudará a acabar con la pobreza, combatir el cambio climático y evitar la extinción masiva. Pero sólo lo conseguiremos si todas las personas ponemos de nuestra parte”, concluyó.
El pasado mes celebramos el Día Internacional de la Madre Tierra, donde recordemos más que nunca que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que beneficie tanto a las personas como al planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra. Unámonos al movimiento global para restaurar nuestro mundo… ¡Con más café por favor!
Por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)