Panamá busca proteger más del 10% de su territorio marino

El Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt) y el Smithsonian Tropical Research Institute (STRI), impulsan conjuntamente dos propuestas para el establecimiento de áreas protegidas marinas en el Pacífico y el Atlántico panameño.

La iniciativa convierte a Panamá en uno de los primeros países del mundo en cumplir con la meta de la Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas, que establece que un mínimo del 10% de las aguas de un país sean protegidas antes del 2020.

UN PASO IMPORTANTE

Con la presentación de la propuesta, realizada el 23 de marzo pasado, el país tiene ‘una significativa oportunidad económica, turística, educativa, científica y publicitaria al cumplir con las metas de CDB', resaltan las entidades involucradas en el texto del proyecto, que se encuentra publicado en la página de MiAmbiente, en cumplimiento con los 15 días de consultas establecidos por la ley.

La directora nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de MiAmbiente, Zuleika Pinzón, manifiesta que la presentación de la intención ‘es un paso importante que ha hecho Panamá'.

Pinzón aclaró que el país ya contaba con áreas marinas protegidas, pero todas ellas no completaban el mínimo exigido como meta.

Añadió que tras los 15 días de consulta, en agosto se podría dar la promulgación de una disposición al respecto.

ÁREAS PROTEGIDAS

El Área Protegida de Banco Volcán es una cadena montañosa volcánica submarina en aguas abiertas del océano Atlántico, con fuertes corrientes estacionales y giros que alcanzan velocidades de más de 120 cm/s entre los meses de julio a diciembre, en la estación lluviosa.

Esta cadena montañosa submarina también se caracteriza por procesos de afloramiento que ocurren a lo largo de las mismas, pero sin llegar a romper en la superficie del mar.

En tanto, el Área Protegida Cordillera de Coiba forma parte de cadena montañosa submarina de 400 hasta 3 mil metros de profundidad que une las islas Galápagos (Ecuador), las islas oceánicas de Malpelo (Colombia), Cocos (Costa Rica), con la isla de Coiba, en Panamá.

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CONSERVACIÓN DE ESPECIES

El proyecto busca proteger la fauna y flora de los mares del país.

Se conservará la fauna bentónica (de fondo) de alta diversidad, aún no explorada o especies pelágicas vulnerables ampliamente migratorias (de aguas abiertas), además de algunas poco estudiadas como atunes, dorados, picudos, tortugas.