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Vivero de plantas nativas en pueblo Emberá reforesta bosques panameños
- 06/07/2022 00:00
- 06/07/2022 00:00
A unas tres horas por carretera hacia el este de Panamá se encuentra la comunidad emberá Piratí. Allí en medio del bosque y de una predominante humedad se desarrolla un vivero de plantas nativas.
El día que La Estrella de Panamá fue a conocerlo, estaba nublado, pero no llovió, lo que permitió caminar entre los cultivos de cocobolo, bálsamo, roble, caoba y otras plantas “bebés” que están creciendo en el lugar para luego ser plantadas en otras áreas.
Es un vivero creado con el fin de reforestar y regenerar bosques de las comunidades indígenas. Primero seleccionan los árboles que se caractericen como buenos padres, tomando en cuenta la forma del fuste.
Una vez identificados, obtienen las semillas, estas pasan por un proceso de escarificación –secado– después las desinfectan, les colocan fungicida y las siembran en las camas preparadas para ellas.
El sistema de producción varía dependiendo de la especie, del tamaño de la semilla, del proceso de traslado y de la época de producción.
Aproximadamente, tras dos meses y medio desde su siembra, se tienen plantas listas para ir al campo de plantado. Un trabajo que desarrolla la empresa Arboreal Vivero Panamá con la comunidad indígena.
La empresa busca crear una infraestructura natural permanente, explicó Lorena Acosta, directora técnica de Arboreal. Trabaja de manera coordinada con los líderes de las comunidades aledañas a Piratí, sus colaboradores pertenecen a estos poblados, representando una oportunidad de empleo para ellos.
“El proyecto ha generado empleos, en este período contamos con más de 30 colaboradores, les damos capacitación para tener una mano de obra calificada, en cuanto a diferentes formas de trabajar. Además, estos conocimientos los podrán aplicar en su comunidad como generadores de fuentes de ingresos para sus propias comunidades, para sus propios hogares” expresó Acosta.
Lo anterior lo confirmó una habitante de la comunidad; su esposo trabaja en el vivero, tienen tres hijas. En su casa han sembrado diferentes semillas de alimentos. Para ella es una oportunidad para que su compañero de vida no tenga que viajar tres horas hasta la ciudad para ir a trabajar –más las tres horas de vuelta– “subes la loma, pasas el río y ahí mismo está mi casa”, dijo una de las hijas de esta pareja. La familia estaba en el vivero el día de su inauguración.
De acuerdo con los datos que se desprenden del Mapa de Cobertura Boscosa y Uso de Suelos 2021 del Ministerio de Ambiente (Miambiente), Panamá alcanzó, en los últimos 10 años, una cobertura boscosa de un 68%, que representa 51 mil kilómetros cuadrados, es decir, 5 millones 104 mil 994 hectáreas de bosque.
Las zonas que más bosques perdieron fueron Panamá, Panamá Este en Chepo, la comarca Ngäbe Buglé y Darién, debido a la expansión de la actividad agrícola y la deforestación. Para este año , el vivero tiene proyectado producir un millón de plantas y aumentar a 3,6 millones para 2024. La meta es reforestar unas 1.000 hectáreas este año y duplicar la cifra en 2023.
El grupo Ejua Wadra que significa: Guardianes de la madre Tierra; trabaja de la mano con Arboreal Vivero Panamá. Los jóvenes que pertenecen a la organización se capacitan en la empresa y llevan el conocimiento a las comunidades.
Raquel Cunampio, representante del grupo Ejua Wadra, hizo sentir su agradecimiento por la alianza que se ha creado en pro de los bosques.
“Los pueblos indígenas estamos comprometidos, como respirar, con esa armonía que buscamos con el bosque, algo tan importante para nosotros, y encontrar aliados en el camino es algo que nos alienta a seguir (...) esta empresa que decidió trabajar en nuestro territorio ha abierto las puertas a los jóvenes de la comunidad para enseñarles la forma técnica de cultivar”, dijo Cunampio.
La representante de Ejua Wadra lamentó que su generación no conoce un bosque virgen y que se estén perdiendo prácticas botánicas tradicionales.
“Es abrumador ver que dentro del territorio Emberá están deforestando cada vez más, solamente estamos viendo monocultivos de arroz y como consecuencia de eso hay muchas prácticas tradicionales que se están perdiendo, especialmente las prácticas botánicas que hacían los abuelos”.
“Soy de la generación que ha crecido sin conocer un bosque virgen a raíz de la reubicación que hemos tenido como pueblo indígena, sueño estar algún día en contacto con eso, recuperar lo que nunca tuve para la siguiente generación, tal vez yo no le vea, pero me voy a ir en paz sabiendo que pudimos aportar un granito de arena para que esto mejore”, añadió Cunampio.
Para la guardiana de la madre Tierra, las mujeres son clave dentro de la cultura indígena; relató que las mamás transmiten el conocimiento a sus hijos para que el amor por los bosques no se pierda y lo sigan multiplicando.
Entre los aportes de Arboreal, su gerente Danilo Cedeño destaca que la creación de bosques contribuye a hacer cambios e incidir directa e indirectamente en la economía de las comunidades aledañas. “Generamos empleos, capacitamos y entrenamos a todos nuestros colaboradores, dinamizando así la economía local”.
El director regional del Ministerio de Ambiente en Panamá Este, Oltimio Valdés, estuvo presente en el acto inaugural del vivero y aseguró que la entidad está a disposición para contribuir con el vivero. “Estamos siempre con la mejor disponibilidad de seguir aportando lo que podamos para que este proyecto sea exitoso”.