‘Pedrito’ Altamiranda, ‘el rey de la irreverencia panameña’

Actualizado
  • 09/03/2024 00:00
Creado
  • 08/03/2024 21:01
Con sus letras atrevidas e interpretaciones jocosas el cantante se convirtió en un ícono de la música panameña, que logró conectar con las clases populares y sus realidades

En el futuro, cuando se hable de Pedro Altamiranda será imposible no mencionarlo como un referente esencial de la música panameña, que supo conquistar a un país con sus críticas políticas y sociales disfrazadas con jocosidad y creatividad en la interpretación.

Con su sombrero bombín negro y naturaleza atrevida, el cantante hizo de su principal musa el día a día de los panameños. En sus canciones hablaba de las diversas realidades de las clases populares a través de ritmos movidos, la comedia y la osadía que tanto caracterizaba sus letras. De esta manera, ‘Pedrito’, como todos lo conocían, se convirtió en un ícono de la música a lo largo del país.

“Para mí era un genio. Todo lo que escribía a nivel de canciones, cómo se identificaba con el pueblo y todo lo que decía [en sus temas] era exactamente como era el ambiente de la sociedad panameña”, acota Mónica Meana, quien por años trabajó con Altamiranda como asistente en el mundo de la publicidad.

El intérprete fue su primer jefe y la persona “de quien aprendí todo lo que sé sobre publicidad, disciplina y ética”. Lo describe como un hombre inteligente, introvertido, pero brillante.

Altamiranda falleció el 7 de marzo a sus 88 años, como anunció su familia en su cuenta de Instagram oficial el pasado jueves. En el comunicado agradecieron a los panameños por el apoyo que siempre brindaron a sus composiciones y lo recordaron como “un trovador que entregó su talento, profesionalismo y amor por la patria a través de su trabajo y obras artísticas”.

De acuerdo con Meana, la última presentación del cantante fue en el Club Unión en noviembre del año pasado. En aquella ocasión fue homenajeado por diferentes artistas. A último minuto, y sin que nadie se lo esperara, salió a cantar La salsa de Pedro, uno de sus temas más emblemáticos.

“El club estaba lleno de gente que lo fue a ver, porque era un homenaje. Esa fue su última presentación, justo dos semanas antes de cumplir años, porque él cumple el 30 de noviembre”, dice la publicista a La Estrella de Panamá.

La voz de la gente

A pesar de su formación como publicista y filólogo, en la Universidad de Panamá, así como en La Sorbona de París, la faceta más conocida de Altamiranda fue la de artista. Su música se caracterizó por ser de corte social y, según Osvaldo Ayala, otro ícono de la escena musical del país, a pesar de la alegría y el humor de estas, siempre tenían un mensaje para la sociedad panameña.

“Es una lamentable pérdida que hemos tenido con la muerte de ‘Pedrito’, pero deja una herencia musical increíblemente buena y yo creo que pasarán muchos años para que aparezca otro ‘Pedrito’ Altamiranda en la escena artística de Panamá”, dice Ayala, en una conversación con ‘La Decana’.

Además de temas como Carnaval en la Central y otras de sus canciones alusivas a estas fiestas panameñas, la música de Altamiranda estuvo cargada de una gran crítica a la clase política, especialmente en la época dictatorial del país, su álbum ‘Radio Focop’ y canciones como Ni un día más son ejemplo de esto.

Mientras que otras como El buhonero, Quince centavos y Panameño sirven para ilustrar el panorama social de los más humildes en la ciudad de Panamá, otro de los temas que plagó las creaciones musicales de este intérprete y la razón por la cual muchos conectaron con su música.

“Él era una persona de palabra y supo hacer de la irreverencia su arte, él hizo menos pesado nuestro paso por este país de tantas desigualdades, preocupaciones y problemas. Nos alegró un poco con su humor, su creatividad y su irreverencia”, señala el periodista y filólogo Rafael Candanedo, quien denomina al cantautor panameño como ‘el rey de la irreverencia en Panamá’.

El sociólogo Enoch Adames menciona a este medio tres elementos importantes para comprender por qué la música caló tanto en la sociedad panameña, especialmente en los sectores populares.

Primeramente, su formación filológica, que le permitió descifrar y evaluar las significaciones culturales de las expresiones populares panameñas, lo que utilizaba de manera recurrente en su música, así como su ejercicio como publicista, que también fue de gran importancia para conectar con diferentes sectores y llevar un mensaje desde los mismos. De la misma manera, sus propias sensibilidades también tuvieron mucho que ver con la temática de sus canciones y la manera en que las interpretaba.

“Él naturalizó o normalizó una manera de ver la vida, que es fundamentalmente la forma mediante la cual una determinada idiosincrasia panameña se percibe a sí misma. [En su música] había un fuerte contenido social, pero también político (...) la música le sirvió a él para legitimar una forma de crítica del discurso político”, destaca Adames.

Candanedo coincide con el sociólogo, pues argumenta que, aunque Altamiranda no se dedicó de lleno a la filología, su música está llena de evidencias que demuestran el uso de esta disciplina al ser “una persona altamente observadora, no solo con los modismos panameños de la lengua, sino también de la cultura panameña y su idiosincrasia”, lo que logró cautivar al país.

Por su parte, el cantautor y gestor cultural Yigo Sugasti señala que la obra del artista es una “tesis sociológica de nuestra identidad e historia en los últimos 45 años”.

“Tu voz no enmudecerá, por el contrario, se amplificará con los tiempos venideros; estás en la esquina, en las fiestas, en la esencia cultural y hoy hasta en el mundo digital. Nos queda a los que tenemos conciencia del panameño que fuiste y serás en las letras y notas de tu repertorio, que por derecho propio y trascendencia es patrimonio patrio, legárselo a propios y extraños, compartirles tu agudo sentido de la crítica del país que tenemos y la visión del que debemos ser”, rescata Sugasti en una publicación en la que da sus últimas palabras a Altamiranda, al igual que miles de panameños que se han despedido del gran intérprete a través de las redes sociales.

Enoch Adames,
Sociólogo
Él naturalizó o normalizó una manera de ver la vida, que es fundamentalmente la forma mediante la cual una determinada idiosincrasia panameña se percibe a sí misma”
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