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- 19/04/2024 00:00
- 18/04/2024 19:35
Ya empieza la cuenta regresiva para la celebración de la cuadragésimo cuarta versión de la Feria Nacional de Artesanías, en la que esta vez se rendirá un homenaje a los artesanos y sus técnicas en la confección de indumentarias tradicionales. Se hará un recorrido por las expresiones culturales de cada región del país, y que se plasman en los tejidos, colores y diseños característicos de estas artesanías.
En esta feria participan artesanos de provincias como Darién, Bocas del Toro, Chiriquí, Colón y Los Santos, poblaciones como Chepo y la comarca Naso Tjër Di, entre otros. Tanto los artesanos que participan de la feria, como sus mercancías, son transportados por el Ministerio de Cultura (MiCultura) al distrito capital. También se les dará el hospedaje necesario para que permanezcan en un área cercana los días de la feria.
La directora nacional de Artesanías de MiCultura Esther Pérez de Herrera destacó a La Estrella de Panamá que el evento es un macroproyecto económico que involucra este año a 663 artesanos inscritos de distintos puntos del país, en una feria a la que se traen productos que en un término regular no serían accesibles. Entre los productos considerados como complejos para traer regularmente a la ciudad capital estarían las artesanías de barro –como los potes que se hacen en la ciudad de Chitré–, y muebles de cuero como mecedoras y taburetes.
Estos productos artesanales son trasladados en camiones, para lo que se facilita la logística y así destinarlos a la comercialización. Cabe destacar que la feria consta de las siguientes categorías: artesano, maestro artesano, empresa artesanal, artesanías de consumo y patrocinadores. Además, este año las puertas del centro de convenciones Atlapa abrirán desde las 9:00 a.m. del 19 al 23 de junio, y habrá disponibilidad de un full pass para que el visitante que así lo prefiera pueda ir a todos los días del evento.
“Lo importante de la feria es que se facilita la venta directa del artesano como ente productor al público consumidor, entendiendo que el público consumidor son los nacionales y extranjeros en Panamá, porque si bien tenemos una alta población de extranjeros y turistas que vienen a la feria, no podemos negar el mérito y la influencia que tienen los consumidores capitalinos que van a la feria a comprar los productos de primera mano, en el sentido que vienen directamente del artesano”, dijo Pérez de Herrera.
Otro punto importante que señaló la directora nacional de Artesanías fue que la tarea de la comercialización no solo se queda en el evento, sino que esa comunicación entre artesano y consumidor facilita otras cuestiones tales como posibles encargos futuros que puede hacer el cliente al artesano sobre algún producto en el que se encuentre interesado, además de fomentar un contacto que fortalece aún más los negocios.
Todas esas conexiones entre artesano y consumidor, que a su vez suponen una oportunidad de negocio, ocurren en un evento en el que también se ofrecerá al visitante una serie de amenidades, que incluyen la degustación de alimentos típicos nacionales, como el bienmesabe, entre otros, además de áreas de descanso y el acceso a luz eléctrica e internet WiFi, para que puedan cargar sus teléfonos celulares y así facilitar los pagos en línea. La feria no solo se limitará a ser un punto de encuentro para la comercialización de artesanías ya que habrá talleres, conferencias, concursos, activaciones folclóricas y presentaciones artísticas que buscan resaltar el valor de la artesanía nacional, así como ofrecer una actividad en la que se mueve todo un circuito cultural.
Cada año se hace un homenaje relacionado a un aspecto determinado de la artesanía nacional. En 2024 la Feria Nacional de Artesanías le rendirá un homenaje a los artesanos y sus técnicas en la confección de indumentarias tradicionales. Pérez de Herrera hizo hincapié en que el eje temático de este año versa sobre el rescate de la técnica con la que se confeccionan las diferentes indumentarias panameñas.
“Con esto queremos resaltar que no nos referimos únicamente a la pollera, sino también a lo que abarcan los pueblos originarios, así como los pueblos afrodescendientes. Es decir, que queremos reconocer las técnicas de confección de todos los grupos poblacionales de Panamá que tengan una manifestación cultural en la República de Panamá, y que forman parte del patrimonio nacional”, agregó.
Pérez de Herrera destacó que la Feria Nacional De Artesanías es una oportunidad para que el ciudadano pueda disfrutar de espacios culturales en el país de todo tipo, tal como sucede con el centro de convenciones de Atlapa, que se convierte en un hub de la artesanía panameña al realizarse este evento en ese recinto tal como sucedió el año pasado.
“Así como tenemos espacios folclóricos, como tenemos ballet, también queremos música, queremos arte, queremos industrias creativas, teatro, danza, etc. Hay sed de tener ese bagaje cultural panameño que es rico, diverso y reconocido. Otras experiencias de la feria que quisiera destacar es que tenemos un pabellón de experiencias artesanales en el que los escolares trabajaron con barro y el tallado de la piedra jabón, y además se hizo la confección de máscaras como hacen en La Chorrera. Este año no vamos a tener lo mismo, pero vamos a tener el ejemplo de esas manifestaciones culturales en las que, por ejemplo, puede ver cómo se confecciona la cutarra de cuero con la persona poniendo su pie mientras el artesano se la elabora”, explicó.
La Dirección Nacional de Artesanías tiene la expectativa de superar los 50.000 visitantes durante esta edición, en comparación con los 40.000 visitantes que registraron en el año 2023. Además, busca llegar a más del medio millón de dólares en ventas de artesanías este año.
Norma Jurado de Dickson, quien lleva desde el año 1992 en el ejercicio de la orfebrería con su taller familiar, asiste cada año a la Feria de Artesanías para promocionar sus artesanías relacionadas al arte precolombino.
“Nosotros fundimos y vaciamos las piezas prehispánicas alusivas a nuestra historia, y las hacemos en oro, plata y bronce. En el año 2001 hubo una gran recesión económica en el que no pudimos utilizar ninguno de estos materiales, por lo que innovamos con la resina. Hicimos las mismas piezas con pan de oro, laminillas de oro más grandes y las enmarcamos. En la actualidad, estas piezas las usan los ministros y los alcaldes para cuando viene una personalidad a Panamá como un presente en recuerdo de su visita, como un obsequio enmarcado”, explicó.
En un contexto en el que la orfebrería se ha ido desvaneciendo, Norma mantuvo su taller artesanal en casa con la que pudo conseguir varios logros, entre los que estuvo la oportunidad de promocionar sus productos en ferias internacionales celebradas en países como Estados Unidos, México y Costa Rica.
“Mi esposo David A. Dickson empezó de forma empírica y luego ganó una beca con la Organización de Estados Americanos con la que se especializó en la Universidad del Azuay en Ecuador y, al año siguiente, se abrió la beca de nuevo, también por parte de la OEA, para estudiar en el Centro Platero de Zacatecas, México, con profesores de la Escuela de la Medalla de Roma, Italia. Inclusive me gané una beca para irme a Italia por seis meses, pero no pude ir porque mi bebé tenía meses de nacida y no la podía dejar. Después me quedé en Panamá y nos dimos a conocer manteniéndonos como un taller familiar”, expresó de Dickson, asegurando que si bien el camino tuvo muchos tropiezos, también tuvo sus cosas buenas.
De Dickson lleva un mes preparándose para esta gran cita de los artesanos para exponer artesanías hechas a mano, en una labor que implica la fundición de cilindros así como la adecuación de forma de cada pieza dependiendo de su uso, ya sea como dijes, marcos y aretes, entre otros artículos.
“Es muy lindo irnos preparando para este evento. En concreto, dura hasta cuatro meses poder definir exactamente cuál va a ser la mesa que vamos a utilizar cuando estemos en la feria. El año pasado, al segundo día fuimos vendiendo muy rápido porque a la gente le gusta mucho el producto, por lo artesanal. La mercancía es exclusiva ya que solamente va a estar disponible durante ese momento en la feria, a menos que se encarguen piezas para hacer”, señaló.
Finalmente, de Dickson envía un mensaje a los artesanos: que crean en su propio producto y que sea de calidad. Además, ser sinceros con el cliente sobre cómo y de qué está hecho el producto, así como mantener buen trato con el cliente que muestra interés en la artesanía.