‘El niño prodigio del piano’

PANAMÁ. En su primera presentación de piano el instructor de piano lo presentó como un niño prodigio, con un talento innato y una ágil habilidad de aprendizaje.

¿A quién nos referimos? Es a un pequeño de siete años llamado Khaled Abed, que solo tiene cuatro meses tocando el piano y ha alcanzado entender sin problemas una partitura.

Durante su interpretación, que fue con el motivo de la finalización de cursos del Centro de Arte y Cultura —donde el aprendió a tocar el piano—, al pequeño no se le veía ni un poco de temor, era todo lo contrario, algo sorprendente porque que no es común ver a tan pequeño niño mostrar tanta seguridad enfrente de alrededor de 50 personas que estaban atentas, y más si esa es la primera vez en público.

Pero al conversar con la madre descubrimos que sí lo estaba, él le dijo al oído que el corazón no le dejaba de latir fuerte, pero la madre con mucha ternura le proporcionó la seguridad que hizo que interpretara un repertorio de 3 canciones y con la que logró que la reacción del público fuera aplausos.

Khaled es un pequeño muy activo y que ha encontrado en las teclas del piano una paz interior.

Él disfruta tocar piano, esa fue la descripción al mencionarle qué siente cuando toca.

Él empezó en clases de pintura y piano en el Centro de Arte y Cultura, pero por el tiempo, escuela, deberes y para no agotarlo los padres decidieron que eligiera entre uno de los dos, sin titubear eligió el piano.

Desde entonces la pasión se convirtió en música y practica 2 veces por semana.

De acuerdo a lo expuesto por sus padres, el instructor quedó sorprendido con el talento del pequeño.

Ellos explican que no es sencillo aprenderse la partitura, cosa que Khaled lo logró hacer en un tiempo muy corto.

Ese es el motivo de la gran admiración que le tiene el profesor a su alumno, el aprendizaje es muy rápido.

Además debido a la pasión y a las ganas de tocar, Khaleb se aprende sus interpretaciones de memoria una vez que las domina.

Entre sus favoritas están ‘Las campanas de escocia’, ‘Los veleros’, ‘La melodía de la sinfonía sorpresa’l, entre otras.

El pequeño explica que él solo necesita que le den la partitura, luego la lee, la toca y así poco a poco la va dominando hasta sabérsela de memoria. Es un proceso que le encanta y disfruta.

La familia de Khaled lo apoyan al cien por ciento, ellos fueron quienes lo incitaron a tomar clases, la madre, María Alexandra Gómez, y el padre, Khaled Abed, dicen que el arte es sumamente importante en el desarrollo de los hijos y por eso decidieron incorporarlo en un instrumento músical y como a su hijo le gustó lo siguen apoyando.

Ese apoyo incluye ayudarlo a mantener un equilibrio entre la escuela, el deporte, su tiempo libre y la disciplina para el instrumento.

Eso no es fácil explica la madre, pero todo lo hacen para un beneficio de su hijo y cuando él quiere descansar, él descansa, lo que más le impresiona de su hijo es que él todo lo hace con muchas ganas y ansias de seguir aprendiendo.

Y no solo hace piano, el pequeño le gusta el fútbol y lo practica, además de la natación donde es igual de bueno.

La chispa de este pequeñín hace que no solo se contagie de entusiasmo sino que hace ver que si se tienen las ganas todo es posible. Al referirse a qué quiere ser cuando sea grande, él dice con mucha inocencia que presidente y pianista. Aunque con su empeño todo es posible.