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- 27/04/2024 00:00
- 26/04/2024 19:21
En el barrio La Candelaria de Bogotá se cuenta la historia numismática del territorio que hoy pertenece a Colombia, desde la Casa de Moneda.
Entre objetos, obras de arte, piezas arqueológicas, documentos, maquinarias e ideas se brinda un análisis sobre temas relacionados a la economía, la política, la cultura y los patrones de intercambio en los diferentes periodos históricos del país sudamericano.
El museo está compuesto de 11 salas permanentes y el recorrido empieza con la historia del dinero, así como la creación de la Casa de Moneda de Santafé, Bogotá, en un espacio en el que se explica más sobre los inicios de este medio de intercambio y su valor.
Los elementos de esta sala enseñan que desde los principios del intercambio económico entre personas, el dinero también sirvió para establecer relaciones y jerarquías dentro de la sociedad, convirtiéndolo en un factor importante para determinar partes de la identidad de las personas, sin mencionar que les permitía comunicarse entre sí.
En las siguientes salas se sigue explicando la historia de la moneda, pero esta vez desde el contexto colombiano, a través del Nuevo Reino de Granada y dos de sus dinastías: los Habsburgo y los Borbones. En estas salas se introducen términos como el fraude y la salvación como un principio católico, pero a su vez un bien valioso para la población.
Además, en este periodo se establecieron nuevas técnicas de acuñación de monedas con metales provenientes de las regiones del Chocó y Antioquia, que fueron los principales centros mineros del reino y se fundó la Casa de Moneda de Popayán.
Durante la época, la naturaleza se convirtió en un bien muy importante para la Corona, lo que resultó en la obtención de nuevos recursos y beneficios económicos.
Las siguientes salas del museo se enfocan en el proceso de confección de monedas y billetes, así como la tecnología utilizada para la creación de los mismos entre los siglos XIX y XX.
La última sala permanente de la Casa de Moneda refleja la actualidad y el papel del Banco de la República en la economía colombiana. La sala exhibe la última familia de billetes y monedas, las cuales tienen el “espíritu nacional” del país. También conmemora a los hombres y mujeres que han tenido un rol protagónico en las artes, ciencias, literatura y política de la nación sudamericana.
Por otro lado, se resalta el diverso patrimonio cultural y natural del país, bienes que no tienen representación en el dinero colombiano, pero que tampoco tiene precio.
El museo también cuenta con dos salas para exposiciones temporales. La primera de las exhibiciones presentadas, ‘Arte y dinero’, explora los múltiples significados y mensajes tras las monedas y billetes, argumentando que las mismas están cargadas de discursos oficiales sobre la sociedad, la historia y la cultura de un pueblo.
Esta exposición cuenta con varios espacios en los que se reflexiona sobre la difusión de relatos visuales asociados a la memoria e identidad colombiana.
Por otro lado, ‘Numismática y economía’ es la segunda exposición que se encuentra en estas salas, la cual detalla la colección de monedas y billetes del Banco de la República, y está conformada por más de 16.000 piezas, de las que se exhiben solo alrededor de 1.500.
Además, en esta muestra se destacan los procesos en los que la Casa de Moneda ha contribuido de manera histórica para mejorar la economía, la ciencia, la identidad y la formación del patrimonio nacional en el país.
La Casa de Moneda de La Candelaria data del siglo XVII, cuando fue fundada por Alonso Turrillo de Yebra, un ingeniero y arquitecto militar español a quien la Corona le ordenó crear la primera Casa de Moneda del Nuevo Reino de Granada en 1621.
Para esto, el español alquiló una casa en el barrio de La Candelaria donde se iniciarían las labores de amonedación de manera artesanal. En esta casa se confeccionaron las primeras monedas de oro en América, también conocidas como doblones, que se pueden encontrar dentro del museo en variedad a partir de su clase y tipo de moneda.
Durante el reinado de Fernando VI, casi medio siglo después de su fundación, la Casa de Moneda es ampliada con el fin de poder albergar nuevas máquinas y agilizar la mecanización de la producción. Estas máquinas permitirían elaborar las piezas circulares y de mejor factura.
Luego, en 1752, Juan Espinosa de los Monteros y Bilbao llega a Santafé desde Sevilla para servir como fiel de la balanza, como lo había hecho ya en la Casa de Moneda de Sevilla. Cuatro años más tarde el virrey Solís reinaugura la Casa de Moneda en La Candelaria.
La estructura física del museo fue remodelada en varias ocasiones a través de 350 años, incluyendo en la década de 1970 en la cual se realizaron obras de recuperación de las características arquitectónicas de la casa con inspiración en el claustro colonial. Estas labores terminaron en 1982.
Desde hace 28 años la Casa de Moneda es considerada un museo; de hecho, su inauguración como tal fue el 11 de diciembre de 1996. Actualmente en la Casa de Moneda el visitante podrá encontrar, de manera permanente las exposiciones de las colecciones de arte y numismática del Banco de la República, y varias salas de exposiciones temporales.