“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Rosa Iveth Montezuma: ‘Los panameños no somos muy tolerantes'
- 09/10/2019 18:43
- 09/10/2019 18:43
Viernes, junio y tarde. La mujer más hermosa del país llega a nuestra rotativa. Rosa Iveth Montezuma (Chiriquí, 1993) rezuma sencillez. Va enfundada con unos jeans blancos, blusa floreada y unos enormes tacones azules que logra dominar a la perfección. Todo intento de camuflaje termina siendo un gesto fracasado: los colegas de la redacción han recibido a su reina, y de qué manera. Aplausos y una fila para las fotos, con su soberana, hacían que la rutina saliera por la puerta. Cincuenta minutos después del recibimiento, Rosa Iveth pide una soda light para empezar esta entrevista. Tal vez sea el impulso perfecto para dejarse robar algo de su historia, de su hoy y de su futuro.
Considero que no es que seamos tan racistas, simplemente carecemos de tolerancia. Las personas tenemos diferentes opiniones, ideales diferentes, culturas diferentes... Lamentablemente, los panameños no somos tan tolerantes unos con otros y creamos caos, pero creo que debemos ser un poquito más humanos, debemos respetar y practicar muchos valores. Así vamos cambiando la sociedad.
La mujer que es oriunda de la comunidad Alto Caballero, en Ngäbe Buglé, alzó ayer su voz en diferentes comisiones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York. Fue un clamor en defensa del género y de su herencia indígena. Y se convierte en pionera al ser la primera reina de belleza que visita esta organización con fines sociales. ‘La belleza es el complemento. Somos lo que nuestro corazón trasmite a través de nuestras acciones', dice. Pocas veces se entrevista a alguien sin egocentrismo ni vanidades. Gente que quizás no existe. Debe ser complicado ser conducida por un itinerario, sonreír, y continuar sonriendo las 24 horas del día. Hay pocos que sí lo disfrutan.
Me siento hermosa cuando soy yo misma, sin que me digan cuál ropa usar, ni cómo comportarme ni cómo hablar. Ser al natural, eso me hace sentir hermosa. (sonríe).
Es representar a la belleza de la mujer, no solamente la belleza externa, sino la interna: nuestros principios, valores, creencias y, sobre todo, nuestra personalidad.
No. No todo el tiempo la gente va a simpatizar con nosotros. Siempre van a existir personas que piensen diferente. Eso sí les digo: Para juzgar a alguien, debemos conocerlo primero para después poder emitir una opinión.
Bueno, de mi mamá aprendí muchos valores, sobre todo la perseverancia y el esfuerzo. De mi padre, la dedicación a la familia. Me enseñó a luchar por mis sueños, que la base fundamental de una buena sociedad es el estudio. Es la cultura lo que nos hace diferentes a los demás.
(suspira) ¡Claro que sí! Todos tenemos un don y estamos llamados a servir.
Pues... debemos demostrar que las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres.
Sí. Hoy en día estamos luchando por la igualdad de género. Entonces, las mujeres queremos los mismos derechos dentro de la sociedad.
(risas) Creo que cada, uno se esfuerza por prepararse de la mejor manera. Simplemente, son países con historia en el tema de belleza. Siempre han revolucionado. Pero creo que Panamá tiene las mismas posibilidades de estar al nivel de ellos.
No. Creo que cada cosa que hacemos en la vida aporta a nuestro crecimiento. Si es algo negativo, lo desechamos, tomamos lo positivo.
Me llena de mucho orgullo ser la voz de mi pueblo, mi gente. Decir lo que, muchas veces , ellos no pueden.
Me gustaría ayudar en la creación de nuevos centros educativos. Centros donde podamos reforzar la cultura de verdad. La educación que se les da a los niños en las escuelas es básica. Me gustaría implementar clases de elaboración de artesanías, elaboración de vestimenta, practicar el idioma de las comarcas... Cosas que a través del tiempo los niños puedan recordar.
Mucho más de lo que puedes ver a simple vista.