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- 19/04/2025 00:00
Una de las expresiones más latinas nacida en Rep. Dominicana es: “coger los mangos bajitos” o “ganárselo suave” que hace referencia a las personas que prefieren las cosas fáciles, sin esforzarse para conseguirlas.
Le recuerdo amigo lector que los mangos bajitos suelen ser víctimas de picotazos de aves, mordeduras de animales y, hasta del ataque de parásitos o lombrices, o bien porque se pasaron de maduros y el mismo árbol los bota.
Sin embargo, los mangos que están en la cima de los árboles, generalmente son los más grandes, coloridos, firmes, o los más jugosos, pues al permanecer intactos y protegidos por las ramas del calor directo del sol, suelen secarse más lento.
Lastimosamente, el mundo nos vende a través de libros o programas, los éxitos de grandes empresarios y rara vez hay uno que habla de sus inicios y fracasos, de lo que tuvieron que inventar, padecer o privarse para llegar a ser lo que son. Para algunos, es la forma más cómoda de valorar “los mangos bajitos” y ni se inmutan por observar el tronco del árbol, cuando este suele llevarle a las ramas que están en la cima y que conservan lo mejor de sus frutos: el verdadero sabor del éxito.
Tal vez por eso vemos en los colegios y universidades a muchos jóvenes “cosechando los mangos bajitos”. Son los que suelen preguntar cuánto gana X profesional de la carrera que están estudiando, pero obvian la pregunta de qué tuvo que hacer ese profesional para obtener ese ingreso. Son el futuro en formación que pretende un 5.0 o una A, respondiendo 3 líneas (si acaso) de una pregunta sin desarrollar más allá, son los que entregan el mínimo sabiendo que pueden dar más y reciben conforme y mediocremente una nota promedio. Son los que usan Chat GPT o la inteligencia artificial, no como complemento a su saber, sino como medio para resolver problemas... al parecer, al mundo, ya le aburre pensar.
Luego, estos cosechadores de “mangos bajitos” llegan a las empresas y pretenden ser gerentes desde el primer día, sin saber de procesos y haciendo las cosas a medias. Son los que antes de las 5:00 p.m. tienen la cartera o la bolsa de comida en mano lista, más no el informe de mañana.
Algunas veces son producto de deficiencias en educación del hogar. Son el resultado de las frases negativas y poderosas como: “El gobierno me tiene que resolver”, “Dile a tu abuelo que te lo compre”, son los que abren la mano para recibir, pero que jamás toman, con la misma firmeza, una herramienta para cosechar. Son los que sin haber abierto un libro, pretenden comerse al mundo, son los que crecieron sin saber que significa “GANATELO” y le cuento más... es bíblico lo de ganarse el pan con esfuerzo: “te ganaras el pan con el sudor de tu frente” hasta el maná que cayó del cielo hubo que salir a buscarlo, él no cayó directo a la boca de un pueblo con hambre.
Muchos quieren “los mangos bajitos”, sueñan ser millonarios de la noche a la mañana. Pero le tengo una noticia, si los todos lo que han tenido éxito material hubieran “tomado los mangos bajitos”, este grupo selecto que aparece en la lista Forbes, sería mayor. Y, estar en esa lista, es tan difícil como atrapar agua con una red.
Es más, el mundo de hoy prefiere seguir a los millonarios de espíritu, no los de cartera, admiran a los que en su día a día hacen con pasión y esfuerzo que la vida sea algo extraordinario. El tiempo suele acomodarlo todo y aquellos millonarios que toman atajos para las metas, se dopan para llegar al final o, acomodan corchos para sacarla de home run, suelen caer duramente y reventarse como lo hacen los mangos cuando se van bajitos. Aquí en Panamá y el mundo tenemos miles de casos como ejemplo.
Para ganar una carrera de 100 mts. planos tiene que correr con los mejores, para ser campeón de fórmula 1 tiene que correr con todos los que fueron campeones en Fórmula 2. Ser gerente general, es ser el gerente de gerentes, ser director creativo, es ser el jefe de los más creativos.
Los millonarios del conocimiento y del esfuerzo, solemos llamarlos gurús. Le puedo mencionar una lista larga donde pueden aparecer nombres como Coelho, Cala, El Papa Francisco, John Maxwell, Ken Robinson, Gandhi, Madre Teresa de Calcuta, San Juan Pablo II, Nelson Mandela, entro otros.
Estos millonarios son los que subieron al árbol, llegaron a la cima y se jugaron la vida entera para saborear los frutos de su esfuerzo, a la vez que saborean observan y planean desde lo alto, cómo llegar a las copas de otros árboles que aún no han subido.
“Los mangos bajitos” suelen tener un aroma extraño y carecen del sabor evolutivo del éxito bien conservado, incautamente pueden hacernos agua la boca, pero jamás saciarán nuestra hambre.
Si al final de este escrito, comenta “¡pero si los mangos bajitos son riquísimos!” preocúpese, porque una vez que ha saboreado el verdadero éxito, “los mangos bajitos” no interesan, no son un reto y no le llevarán a la cima para explorar lo que aún le hace falta.