Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 24/11/2024 00:00
- 23/11/2024 18:29
Este año se conmemora el 25 aniversario de la propuesta de fecha para recordar el asesinato de las hermanas Mirabal, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Durante todo noviembre, Estados Unidos realiza diversas actividades con el objetivo de sensibilizar sobre los diversos tipos de violencia contra la mujer, así como promover una vida justa, en equidad y paz para estas.
La violencia contra la mujer tiene varias caras, muchas de las cuales son producto de una sistemática discriminación que afecta a niñas, adolescentes y mujeres en su gran diversidad (mujer con discapacidad, indígena, adulta mayor, migrante, afrodescendiente, lesbiana, trans y otras).
Uno de los ámbitos en donde las mujeres sufren más violencia es en el privado, en que se desarrollan las relaciones interpersonales domésticas, familiares, de pareja o de confianza. Estas violencias guardan relación con las relaciones desiguales de poder, en donde la mujer sigue siendo vista como la cuidadora, ama de casa y un objeto sexual.
Las mujeres en su entorno familiar siguen siendo víctimas de las dobles y triples jornadas de trabajo. A pesar de que hay un elevado índice de profesionalización de mujeres, estas salen a trabajar, pero siguen encargándose de los roles de cuidado y atención del hogar, muchas veces porque están solas y en otras ocasiones porque sus compañeros han sido criados para que los atiendan y no para colaborar con las tareas de la casa y el cuidado de los hijos e hijas.
En el ámbito público, que es aquel en donde se dan las relaciones sociales, políticas, laborales, comunitarias, educativas y religiosas, también hay violencias. Son espacios donde las niñas, adolescentes y mujeres encuentran dificultad en el cumplimiento de sus garantías y derechos, reflejados en la poca o baja participación de mujeres en los espacios de toma de decisiones, la discriminación de niñas y adolescentes por su condición de etnia, raza u origen, dentro de centros educativos o, por ejemplo, cuando las mujeres reciben menos remuneración que el hombre por hacer el mismo trabajo.
En el ámbito doméstico, uno de los delitos más reportados en el Ministerio Público es el de violencia doméstica, con 13.225 denuncias presentadas hasta el 31 de octubre de 2024. El mes en el que se recibieron más denuncias fue enero de 2024, con 1.432. Durante 2023 se recibieron en total 17.521 denuncias de violencia doméstica, un promedio de 1.460 denuncias por mes.
El extremo de la violencia contra la mujer es el femicidio, definido en la Ley 82 de 24 de octubre de 2013 como causar la muerte a una mujer basada en la pertenencia del sexo femenino, por causas de la discriminación o cualquier otra forma de violencia. La pena por femicidio en Panamá es de hasta 30 años de prisión, cuyas agravantes son las relación de pareja o exparejas, cuando el hecho se cometa en presencia de los hijos e hijas, y por el menosprecio o el abuso del cuerpo de la mujer víctima para la satisfacción de instintos sexuales, entre otras causas.
En 2023, según estadísticas del Ministerio Público, en Panamá hubo 15 femicidios, 19 tentativas de femicidio y 31 muertes violentas de mujeres. Hasta el 31 de octubre de 2024 la cifra es de 17 femicidios, 2 tentativas de femicidio y 23 muertes violentas de mujeres. En su mayoría, las víctimas han sido mujeres de entre 18 y 29 años. Solo en febrero de 2024 ocurrieron 4 femicidios.
Otros tipos de violencia contra mujeres señalados en el Código Penal como delitos contra la libertad e integridad sexual son, entre otros, la violencia sexual, que incluye violación, actos libidinosos, explotación sexual, acceso sexual con personas menores de edad. En 2023 se reportaron 6.261 casos en total. De estos, 2.655 fueron por violación sexual. Hasta el 15 de noviembre de 2024 se han reportado 5.185 denuncias por violación y otros delitos sexuales.
Si bien es cierto que en Panamá se han alcanzado logros significativos en cuanto a políticas públicas, esto no ha resultado suficiente para frenar la discriminación y violencia que sufren las niñas, las adolescentes y las mujeres a nivel nacional.
Como país, entre otras cosas, se requiere incorporar la perspectiva de género en la agenda gubernamental, garantizar una educación sexual integral basada en las relaciones de respeto entre niños y niñas, el acceso eficaz a los servicios básicos, la promoción de una igualdad de oportunidades real y la asignación de recursos para el cumplimiento de las políticas públicas.