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La obesidad: desafíos y estrategias para Panamá
- 07/01/2025 00:00
- 06/01/2025 19:00
En Panamá, la obesidad se ha convertido en uno de los principales desafíos de la salud pública, pues afecta a personas de todas las edades y tiene un impacto considerable en el país.
Un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2023 revela que en Panamá el 73 % de los adultos tiene sobrepeso.
Según datos del Ministerio de Salud (Minsa), actualmente Panamá tiene cerca de 72 % de personas adultas mayores de 18 años que presentan exceso de peso. En la misma línea, en una entrevista con TVN, el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, aseguró que “la obesidad en Panamá está en un 36 % y espero reducirlo a 19 % en este quinquenio”. Uno de los proyectos de su administración para este periodo es reducir las cifras al igual que las enfermedades no transmisibles.
La Federación Nacional de Médicos Residentes e Internos presentó un congreso con el nombre “La pandemia de las enfermedades crónicas no transmisibles”, en el cual se destacó que la obesidad entra como una de las enfermedades más delicadas, ya que puede provocar otros tipos de complicaciones en la salud.
La nutricionista Inés Fuentes dice que las principales causas de la obesidad en Panamá son “la sobreingesta de alimentos ultraprocesados, comida chatarra, el sedentarismo prolongado y también problemas de salud predispuestos como temas hormonales”.
De acuerdo con la especialista, en las zonas urbanas, el acceso a comidas rápidas y bebidas azucaradas es más frecuente, mientras que en las áreas rurales, la falta de opciones saludables y asequibles complica la prevención de esta condición.
La genética es un factor no tan común, pero sí existente dentro de las causas de la obesidad, “Hay factores genéticos que juegan un papel importante, sobre todo a nivel hormonal como las tiroides, cuando se produce en exceso”, agrega Fuentes.
La obesidad está estrechamente relacionada con enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. Estas condiciones representan una carga significativa para el sistema de salud panameño, que destina recursos crecientes a su tratamiento y manejo.
Desde el punto de vista económico, el costo asociado a la atención médica y la disminución de la productividad laboral debido a problemas de salud relacionados con la obesidad también afecta al desarrollo del país.
Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2019, demostró que tratar las enfermedades causadas por el sobrepeso cuesta $423.000 millones anuales. El estudio no examina el caso panameño, donde hay una prevalencia del 72 % de sobrepeso en adultos, según datos del Minsa.
El informe alerta de un problema estructural que no deja de crecer. Solo en Europa el número de obesos pasó de 15.4 % en 1996, a 44,8 % en 2019 (último dato disponible). Según la OCDE, la obesidad resta a cada persona 2.6 años de vida.
En respuesta, el Minsa ha puesto en marcha varias estrategias para combatir la obesidad. Entre ellas, impulsar el “Plan de aceleración para detener la obesidad en Panamá”, centrado en la reducción y la prevención de esta enfermedad, informó Yelkys Gill, directora de Provisión de Servicios de Salud.
Además, iniciativas como la regulación de la publicidad de alimentos dirigidos a niños y la promoción de entornos escolares saludables son pasos importantes hacia la prevención.
Durante una reunión sostenida con diferentes directores y asesores de la institución y la participación colaborativa de la Organización Panamericana de la Salud, se presentó la propuesta proyectada en un cambio en la ejecución y el impacto en el esfuerzo, con miras a reducir el porcentaje de obesidad en el país hacia el 2030.
Nilka López, nutricionista de la Dirección de Provisión de Servicios de Salud del Minsa, mencionó que “este plan consiste en un paquete de estrategias basadas en evidencias científicas, las cuales tienen un impacto en desacelerar el aumento de la obesidad”.
Estas incluyen aumentar la lactancia materna exclusiva en 30 %, promover patrones de dieta saludables en el 50 % de las instituciones intersectoriales, garantizar alimentos saludables en los comedores infantiles, y fortalecer el etiquetado frontal de advertencia nutricional. Además, se propone desarrollar un plan nacional para fomentar la actividad física y el deporte, integrar guías para la promoción del ejercicio en la atención primaria de salud, y aplicar regulaciones sobre publicidad de alimentos en al menos el 15 % de los centros educativos.
Por su parte, Fuentes menciona que la educación desde la niñez es un factor importante para prevenir la obesidad. “Yo creo mucho en los hábitos que uno ve en casa, yo soy fiel testimonio de eso, recuerdo que mi mamá hacía ensaladas verdes muy coloridas... yo pienso que desde niños hay que implantarles que coman vegetales y de manera variada y que lo vean sus padres”.
“Muchas veces asumimos que la obesidad se reduce a ‘comer mucho’ o ‘no cuidarse’, pero esto ignora algo muy importante: quienes la enfrentan no solo luchan por bajar de peso, sino también por sentirse aceptados socialmente. En este aspecto, la salud mental juega un papel clave”, comparte a este medio la psicóloga Margarita Ríos.
Estas son algunas ideas que comparte Ríos que “pueden ayudarte a tener una relación más sana con tu cuerpo y, sobre todo, contigo mismo”:
- Haz cambios desde el amor propio; cuando cuides tu cuerpo, hazlo desde el deseo de sentirte mejor, no desde la autocrítica. Cada paso que des por ti, cuenta.
- Deja de buscar la aprobación de los demás, no necesitas que otros te validen para sentirte valioso. Tu valor no depende de nadie más que de ti.
- Enfócate en lo que sí puedes controlar en lugar de obsesionarte con un número en la báscula; pon tu atención en hábitos que te hagan sentir bien y mejoren tu bienestar en general.
- Come de forma consciente, presta atención a lo que comes, no para juzgarte, sino para entender qué te hace sentir bien. Cultiva una relación más amable con la comida.
- Habla bien de tu cuerpo, cambia esas frases negativas que te dices por unas positivas. Por ejemplo, en lugar de “odio mis piernas porque son grandes”, piensa: “mis piernas son fuertes y me llevan a donde quiero”.
- No te compares; compararte con los demás o con estándares irreales solo te hace daño. Mejor enfócate en tus propios avances, por pequeños que sean.
Por su parte, Fuentes destaca que es importante desmentir mitos sobre la obesidad, por ejemplo “el arroz engorda’, esto es totalmente falso, lo que engorda es el consumo excesivo de carbohidratos”. Otro mito es el de la dieta keto. Menciona que la dieta no es lo que ayuda a bajar de peso, sino que al quitar un grupo de alimentos como los almidones, se reduce la ingesta de estos y bajas de peso, objetivo que igual se cumple sin necesidad de quitar elementos alimenticios del plato.