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En la época de los conquistadores europeos existía la leyenda de El Dorado, una mítica ciudad ubicada en la antigua Nueva Granada y que prometía oro a quien la encontrara. Para muchos, la versión moderna de ese territorio recibe el nombre de Estados Unidos. Niños, jóvenes y adultos, de diversas procedencias, recorren todos los días la zona selvática que separa a Panamá y a Colombia en busca de alcanzar ese sueño americano a veces convertido en pesadilla.
En el último lustro, más de un millón de seres humanos (equivale a que una a todos los residentes de Panamá Oeste y Chiriquí), han puesto su vida en peligro al recorrer el Darién.
Cifras más recientes indican que entre enero y octubre de 2024, alrededor de 280 mil migrantes (el equivalente a toda la población que tiene Coclé o Colón), han cruzado el Tapón del Darién.
Es una crisis humanitaria planetaria. De acuerdo con Naciones Unidas, “el número de migrantes internacionales a nivel mundial aumentó entre 2000 y 2020, llegando a 281 millones en 2020. En las últimas dos décadas, la población de migrantes aumentó un 2,4% anual”.
El Hay Festival Fórum Ciudad de Panamá es un espacio para reflexionar sobre las grandes temáticas que definen nuestro devenir. Por eso, en su segunda versión, uno de los temas a desarrollar será “Cómo cubrir fenómenos globales como la migración”.Este conversatorio será el 28 de enero de 2025, a las 5:00 p.m., en La Manzana (Santa Ana) y participarán la panameña Lourdes García Armuelles (periodista de La Estrella de Panamá), el venezolano Norberto Paredes (reportero de la BBC Mundo) y el colombiano Carlos Pérez (oficial del programa global de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), quienes conversarán con el colombiano Sergio Díaz-Granados (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe).
Este festival, que ocurrirá el martes 28 y miércoles 29 de enero de 2025, tiene también como sedes el Museo del Canal y la Universidad Católica Santa María La Antigua. ¿Quiere saber más sobre este festival? Conozca la programación en www.hayfestival.com/forum/panama
¿Al migrante se le debe tratar como fuente de información, como víctima o que sea la figura central de la nota?
Depende del enfoque y de la historia que se desea comunicar. Esa es la opinión del reportero Norberto Paredes: “La mayoría de las veces puede ser las tres cosas al mismo tiempo”.
Por ejemplo, Paredes recuerda un reportaje que hizo sobre un refugiado sirio en Francia que huyó de la guerra civil que asolaba a su país y que tuvo un gran impacto en las redes sociales. La nota periodística la hizo para France O, un canal perteneciente al grupo France Télévisions.
“El refugiado sirio era ingeniero en Siria y su sueño siempre fue convertirse en chef y lo hizo realidad con mucho trabajo. Logró abrir un restaurante de comida siria en Orleans, al sur de París, que se volvió muy popular. En este caso, él era sin duda el protagonista de una historia que sirve para acabar con mitos de que todos los migrantes son malos, vagos o delincuentes”, resalta Paredes, quien desde el 2019 trabaja en la BBC Mundo.
Pero a la par, el ahora chef también es una víctima como muchos refugiados y migrantes. “En su caso particular, es víctima del régimen de Bashar al-Assad, que se embarcó en una guerra civil en contra de gran parte de la población siria con el objetivo de permanecer en el poder”, plantea Paredes, quien hoy radica en Londres. Si trasladamos el foco de atención a nuestra región, resalta que más de un migrante latinoamericano “es víctima de la guerrilla, el narcotráfico, la violencia o de políticas económicas que los dejan sin muchas otras opciones para sobrevivir”.
Lo mejor, recomienda Norberto Paredes, es poner los textos periodísticos bajo un contexto “con expertos, analistas y estudios. Quizás entendemos mejor lo que significa la migración, que es uno de los temas más importantes y complejos del mundo actual”.
Lourdes García Armuelles participó el 28 de junio de 2024 en una gira que llevó a cabo José Raúl Mulino, dos días después de asumir el poder como presidente de la República, a la comunidad de Lajas Blancas (Darién), a 57 kilómetros de la frontera con Colombia. En aquella conferencia de prensa, el mandatario anunció “que Panamá cerraría la frontera y que también realizaría vuelos de repatriación con ayuda de Estados Unidos. Ambas noticias preocuparon mucho a los migrantes de Lajas Blancas porque no sabían qué iba a pasar con ellos y con los migrantes que venían en camino. La situación se volvió bastante tensa, al punto de que hubo peleas y la desesperación se apoderó de los migrantes”.
La migración es contada en La Estrella de Panamá por García Armuelles desde los géneros periodísticos de la crónica y el reportaje. “Esto nos permite enfocarnos en los detalles del ambiente en que se encuentran las personas, para así darle un complemento adicional a su propia historia de travesía que ha realizado por la selva”.
Su experiencia en Lajas Blancas le permitió ver de primera mano “cómo las personas en situación de migración enfrentan enormes desafíos: la falta de recursos básicos, como agua potable y atención médica, así como la fragilidad de sus condiciones de vida. Estas experiencias me han enseñado a valorar la resiliencia y la fortaleza de los migrantes, quienes, a pesar de las adversidades, siguen adelante con esperanza”.
Respecto a las decisiones políticas en torno a la migración, Lourdes García Armuelles aprendió que estas políticas “pueden tanto aliviar como exacerbar las dificultades que enfrentan estas personas. Es crucial que las políticas se diseñen con un enfoque humanitario, considerando las realidades y necesidades de los migrantes para promover su bienestar y dignidad”.
¿Cuáles son los riesgos de delitos a los que están expuestas las personas migrantes en el Darién? “Los migrantes en la ruta están expuestos a varios delitos que responden a una lógica de abuso y explotación. Entre ellos, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, así como la violencia sexual, el hurto, la extorsión y las lesiones personales”, desglosa Carlos Pérez, oficial del programa global de trata de personas y tráfico de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Carlos Pérez explica que la sociedad civil y la ciudadanía frente a estos delitos deben identificar, reportar y desalentar este tipo de prácticas de abuso y explotación que pueden terminar en caso de trata de personas y tráfico de migrantes.
Panamá reforzó su lucha contra la trata de personas y actividades conexas al aprobar la Ley 458 del 3 de diciembre de 2024. “Este marco legal actualizado refleja un amplio proceso participativo y de consenso, aprovechando los 12 años de experiencia en la implementación de la legislación anterior”, destacó Carlos Pérez.
Para tener una idea de la gravedad de esta realidad, según el Informe Mundial sobre Trata de Personas 2024, “el número de víctimas detectadas de este delito aumentó un 25% al incrementarse la explotación infantil y los casos de trabajo forzoso. Este incremento se da, en la medida en que la pobreza, los conflictos y el cambio climático dejan a más personas vulnerables a la explotación”.
Además, se registró un aumento del 25% en el número de víctimas de trata detectadas en el mundo en 2022, en comparación con cifras anteriores a la pandemia de 2019. Entre 2019 y 2022, el número de víctimas detectadas en el planeta por trata con fines de trabajo forzoso aumentó un 47%, indicó el citado informe.
¿Una enseñanza de todo esto? Norberto Paredes tiene una: “ser justos y no presentar en los medios a los migrantes solo como migrantes. Es un término que se ha demonizado un poco y cada persona que migra tiene muchas más aristas que esas: son madres, padres, hijos, hijas, trabajadores, trabajadoras, abuelos, nietas, amantes del fútbol, o de la lectura”.