Decenas de coloridas comparsas se dieron cita en las calles de la ciudad colombiana de Pasto para recibir en medio del jolgorio a la familia Castañeda,...
- 04/01/2025 00:00
- 03/01/2025 18:27
La Junta Provisional de Gobierno fue establecida en la sesión del Consejo Municipal del 4 de noviembre de 1903, tan pronto se formalizó la declaración de independencia.
Como no había unanimidad de criterio sobre quién sería el presidente, se adoptó la sugerencia de don Tomás Arias de escoger un triunvirato, para el que fueron designados José Agustín Arango Remón, Tomás Arias Ávila y Federico Boyd López.
La presidencia de la Junta Provisional le correspondió a Arango, porque él había convocado a los demás miembros de la Junta Revolucionaria, la que hizo la independencia. Fue escogido como suplemento de los triunviros de la Junta Provisional de Gobierno Manuel Espinosa Batista.
El gabinete de la Junta estaba constituido por partes iguales entre liberales y conservadores.
Los liberales fueron: Eusebio Antonio Morales V. como secretario de Gobierno; Francisco Vicente de la Espriella como secretario de Relaciones Exteriores y el Dr. Carlos Antonio Mendoza Soto como secretario de Justicia.
Por su parte, los conservadores estuvieron representados por las figuras de Manuel Encarnación Amador (hijo de Manuel Amador Guerrero, de una primera unión anterior a su matrimonio con doña María De la Ossa), como secretario de Hacienda y Tesoro; Julio Justo Fábrega Arosemena, como secretario de Instrucción Pública, y el general Nicanor Arturo De Obarrio en la secretaría de Guerra y Marina.
De José Agustín Arango, el alma del movimiento independentista, según su biógrafo Juan B. Sosa, tal que lo cita Jorge Conte Porras en el libro que les dedica a los Panameños Ilustres, dice que era:
“Espíritu dable a la eterna armonía, en su corazón anidaba todo lo que no fuese fanatismo: bondad, tolerancia, perfecto dominio de las pasiones humanas. Y así se ofrecía siempre, como un árbitro de rencillas y diferencias, como un interventor en las exaltaciones personales, para dominar con su palabra oportuna la vehemencia de los incitadores intransigentes”.
El contraste de José Agustín Arango Remón con su amigo Manuel Amador Guerrero es importante para comprender aspectos de la gesta de independencia. Amador Guerrero tenía más determinación, también más aristas de carácter y era más sensible a los cambios de las circunstancias.
Ambos se llevaron muy bien y cuando Amador Guerrero le dijo a Arango que él debió ser el primer presidente constitucional de la República, Arango le contestó que no, que mejor era que Amador Guerrero ocupara ese cargo.
Es de notar que Arango aceptó ser primer designado en el periodo de De Obaldía, a pesar de que ya no había buen entendimiento entre De Obaldía y Amador, quien no asistió a la toma de posesión de su sucesor por las críticas de que había sido objeto durante la campaña.
Arango, como primer designado de De Obaldía revelaba una gran capacidad para estar en buena relación con todos los sectores y no distanciándose como hicieron Amador y De Obaldía, el uno respecto al otro.
José Agustín Arango en compañía de los otros triunviros tuvo como prioridad de la Junta Provisional de Gobierno asegurarse de que todas las provincias apoyaban el movimiento de independencia a través de proclamas de adhesión.
Los 18 Consejos Municipales que conformaban el Departamento de Panamá eran los más altos organismos de representación política de las diferentes comunidades, tal como lo sugería don Justo Arosemena al argumentar:
“El municipio es la verdadera sociedad: la nación es una pura idealidad, una abstracción, a la cual no deben subordinarse los intereses de la ciudad o del común”.
Por lo tanto, los municipios podían forjar una nación para salvaguardar sus intereses, de manera que el apoyo de estos a la independencia era perfectamente legítimo en el pensamiento del que don Justo era exponente. Los municipios provinciales de Panamá se pronunciaron a favor de la independencia en las siguientes secuencias: Panamá lo hizo del 3 al 4 de noviembre; Colón el 5; Penonomé el 6; Bocas del Toro lo realizó el 7, y continuaron Santiago y Chitré el 9 de noviembre. Antes de que finalizara el mes lo habían efectuado los demás distritos.
Los opositores a la independencia, en la medida en que los hubo, se mantuvieron silenciosos y separados los unos de los otros.
Atribuir este hecho al temor de una represión norteamericana es desconocer que más próxima estaba una eventual represión por parte del gobierno conservador de Colombia, en contra de quienes favorecieron la independencia, temor que expresaron los miembros del Consejo Municipal de Panamá.
La Junta Provisional de Gobierno se ocupó con igual premura del tema del convenio del Canal Ístmico. En su Mensaje a la Convención Constituyente reconoció que el Tratado con Estados Unidos pudo “parecer desfavorable para nosotros en ciertos aspectos”, pero ello tuvo en cuenta “poderosas razones” que se relacionan “con la existencia misma de la nación” y “en caso de que juzguéis necesario conocerlas le serían comunicadas por el ministro del ramo”. Estas razones tenían que ver evidentemente con la obligación que Estados Unidos adquirió por el Convenio de “garantizar la independencia de nuestro país”.
Esto revela que los miembros de la Junta Provisional de Gobierno evaluaron con realismo las fallas de la Convención del Canal Ístmico de 1903, pero se vieron obligados a firmar bajo las condiciones geopolíticas imperantes, explicándolo con la apreciación citada.
La siguiente preocupación de la Junta Provisional de Gobierno fue la educación de la población. Aparece el tema en el tercer párrafo del mensaje y se vuelve a ver hacia el final del mensaje, bajo el siguiente concepto:
“... en el ramo de la instrucción pública, abandonado durante tres años de guerra (de los Mil Días), nada encontramos que no necesite reformas sustanciales, os toca a vosotros la labor de organizarle sobre las bases científicas, de conformidad con sistemas y procedimientos modernos”.
Por último, el mensaje revela que la Junta ha seguido de cerca la labor constitucional de la Convención Constituyente y la elogiaba en la medida en que no era “obra exclusiva de un partido político” sino “del modo de ser, de las costumbres, de las aspiraciones, de la obra y de los ideales políticos de un pueblo”.
Termina la Junta enviándole el siguiente mensaje a la Convención Constituyente:
“Si, como lo esperamos, vuestro patriotismo está a la altura de vuestras responsabilidades, vuestra obra llevará el sello de la sabiduría y de la prudencia. Fundaréis el orden sin el cual la misma libertad perece en los horrores de la anarquía, aseguraréis eficazmente el derecho individual en el cual la República es una vana palabra y pondréis en las manos de la autoridad la suma del poder indispensable para hacer el bien”. Por ello, no vean la Constitución como fruto de airadas luchas [entre opuestos sistemas] sino como el fruto de la concordia y la negociación.
Próxima entrega: 18 de enero de 2025. La iniciativa política fue de los conservadores, segunda entrega.