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- 22/06/2017 02:03
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La labor de intercambio de puntos vista, el acompañamiento y diálogo entre artistas jóvenes, es una labor que hace mucha falta en el contexto panameño.
A diferencia de otros eventos de arte, que por lo general convocan a un jurado para que determine qué obras o artistas están o no en una exposición, en el Centro Cultural de España-Casa del Soldado se está desarrollando el proyecto Trampolín, una actividad en la que siete jóvenes creadores se reúnen con tres profesionales del arte para hacer colectivamente más efectivas sus propuestas artísticas.
Así lo explica el ex director y curador jefe del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) de Costa Rica, Ernesto Calvo, en una entrevista con La Estrella de Panamá. Calvo integra junto a la crítica de arte panameña Adrienne Samos y la artista visual Donna Conlon el equipo de guías que acompañan el proceso creativo de los participantes.
INQUIETUDES ARTÍSTICAS PANAMEÑAS
De acuerdo con Calvo, una temática importante y recurrente en las propuestas artísticas de los jóvenes es la preocupación por la ciudad, cómo se ha transformado tan rápidamente la urbe y la pérdida de memoria que trajo consigo, además de la identidad, la historia panameña y la visibilización de las poblaciones marginadas.
‘Esas preocupaciones sobre las contradicciones que se dan en la urbe, con respecto a pobalaciones invisibilizadas, reflexionar sobre temas de la identidad y la memoria histórica, están presentes en otros países centroamericanos', dice el ex director del MADC, una institución conocida por albergar —más que arte costarricense— arte centroamericano. ‘En el caso de Panamá, por ser una urbe más cosmopolita sobre la cual está teniendo una incidencia mayor la globalización, incluso a nivel migratorio, las contradicciones están más marcadas que en otros países', detalla.
SINERGIA INTERDISCIPLINARIA
Para Paula Palicio, coordinadora del Centro Cultural ubicado en el Casco Antiguo, el arte es político y, como parte de la estrategia de esta institución, están enfocados en trabajar con arte contemporáneo debido al diálogo que genera con el contexto panameño.
En particular, el programa de formación y creación para artistas jóvenes Trampolín tiene como objetivo fomentar la interdisciplinariedad, la investigación, la experimentación y el pensamiento crítico a través de las prácticas artísticas contemporáneas.
‘Lo que queríamos con la convocatoria era estimular espacios de creatividad, la posiblidad de ampliar los medios artísticos, crear híbridos para fomentar esa libertad en tiempos en que todo está cambiando tan fuertemente y en que, a veces, lo creativo está en esos intersticios', plantea Adrienne Samos. ‘Hacemos énfasis en lo colectivo porque queremos que sea una comunidad de artistas, dejando de lado el carrerismo y la ambición personal', añade la autora del libro Divorcio a la panameña. Saltos y rupturas en el arte de Panamá: 1990-2015 .
Sobre qué medios artísticos han sido los más utilizados, la artista Donna Conlon menciona el videoarte.
‘Ahora mismo hay mucha gente trabajando en cine. La herramienta del video es muy accesible, tanto como la fotografía, y es un lenguaje muy familiar por la televisión, el cine y los medios como internet', indica la artista, cuyas obras realizadas junto a Jonathan Harker forman parte de las colecciones del Solomon R. Guggenhem Museum, el Tate Modern y el Centro Gallego de Arte Contemporáneo.
Todos los participantes son muy prácticos —continúa Conlon— están buscando la mejor manera de expresar sus ideas sin volverse locos y toman en consideración que no existe un gran presupuesto, sino que se trata del aprendizaje y saber transmitir sus reflexiones.
‘Este proceso colectivo va a continuar por las siguientes semanas, hasta que se haga un montaje o la concepción misma de las obras. Se podría decir que el proceso está apenas comenzando aunque hemos avanzado muchísimo en estos días y ha sido productivo y satisfactorio para nosotros', concluye Calvo.