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Erika de la Vega: ‘Puras cosas maravillosas ha llegado a tiempo a la vida de muchos’
- 30/01/2025 00:00
- 29/01/2025 18:46
Erika de la Vega empezó a hacer Puras cosas maravillosas y no estaba consciente de todo lo bueno que tenía en su vida. Estaba deprimida pero no se había dado cuenta. La obra que aborda la salud mental, la rescató. La actriz y presentadora regresa a Panamá del 30 de enero al 9 de febrero de 2025 para presentarse en el Teatro Pacific.
De la Vega, desde una oficina y a través de zoom, conversa con La Estrella de Panamá sobre los detalles de la obra, comparte cómo vivió una operación de cerebro, habla de migración y de su país natal, Venezuela.
La obra comenzó antes del podcast ‘En defensa propia’, que llevo también seis años haciendo y también el podcast me ha cambiado, he aprendido muchísimo, conocido a mucha gente me he conocido a mí misma a través de las con ‘Puras cosas maravillosas’. Ni siquiera tenía idea de cómo se sentía la depresión.
La obra habla sobre la depresión en tono de humor y con la ayuda del público, me empecé a dar cuenta de que esta enfermedad tiene muchas caras y diferentes síntomas. Fui notando que tenía ciertos síntomas y no me había dado cuenta o mejor dicho, no había querido ponerme de frente a esta tristeza que llevaba, de este desánimo y no se puede vivir así. Entonces, gracias a esta conexión con la gente desde el dolor, pude ver mi propio dolor y lo fui a resolver. Ahí fue que empecé mi camino terapéutico y comenzó ‘En defensa propia’.
Hay personas que deben sentarse en una butaca del teatro para escuchar, reflexionar y darse cuenta de que existen diferentes maneras de vivir la vida, muy distintas a cómo la están llevando: con tristeza, resignación o miedo. La obra es, en verdad, como un abrazo de despertar, que te dice ‘existen otras formas de ver la vida’, y es responsabilidad de cada quien cómo la percibe y cómo la vive.
El año pasado visité 18 ciudades distintas. Hicimos más de 60 funciones. Fue una experiencia muy gratificante, pero también agotadora. Recuerdo que, con mi productora Corina, cuando veíamos que las funciones se llenaban, nos preguntábamos: ‘¿Abrimos otra fecha? ¿Abrimos otra función? ¿Estás segura de que puedes hacer dos funciones seguidas? Son muchas a la vez’.
Lo que nos empujaba a decir ‘sí, una más’, era la certeza de que esta obra debía ser escuchada. Sabíamos que había personas que necesitaban verla, porque ‘Puras cosas maravillosas’ ha llegado justo a tiempo a la vida de muchos que han tenido pensamientos de querer dejar de vivir. Y lo sé porque el público se me ha acercado a decirmelo.
La vida te va preparando para cosas que uno ni siquiera se imagina. Creo que todo esto de lo que vengo hablando contigo, sobre la obra, sobre decidir reinventarme, cambiar mi manera de ver la vida, de relacionarme con los demás, de modificar ciertas actitudes, comportamientos y pensamientos, todo ese camino me fue preparando para el día en que recibí la noticia de que tenía un tumor en la cabeza y que debía ser operada.
Porque tenía las herramientas para sostenerme con firmeza, con seguridad, con la certeza de que todo saldría bien. Si esto me hubiera pasado tres o cuatro años antes, habría caído en la mentalidad de víctima del ‘siempre me pasa todo a mí, nunca me salen bien las cosas, mira ahora lo que me viene a suceder’. Pero cuando esto me ocurrió, a finales de 2023, yo ya estaba en otro lugar, en otra actitud. Lo mejor no es lo que pasa, pero podemos hacer lo mejor con lo que nos pasa. Así que me paré con la mayor firmeza posible.
Claro que tenía miedo. Obviamente tenía miedo de someterme a una cirugía cerebral, a una craneotomía. Pensaba: ¿Y si no quedo igual? ¿Y si me alteran alguna función? Porque, al final, es un ser humano quien está ahí, operando tu sistema. Sí, sentí miedo, tuve pensamientos apocalípticos, pero también pude sostenerme en la certeza de que todo iba a salir bien, que iba a superar esto.
Aunque parezca que la responsabilidad del cambio recae en una sola persona, no es así. El cambio de Venezuela es una tarea de todos, no solo de María Corina Machado, quien está haciendo un gran esfuerzo.
Es un trabajo en equipo. Cada uno de nosotros, desde donde esté, tiene algo que aportar. Podemos ser voceros de lo que está pasando, denunciar la usurpación del poder, hablar por los siete millones de venezolanos que votaron por un nuevo presidente.
Es momento de pararnos frente a la injusticia y reconocer que lo que está pasando en el país es insostenible. Tarde o temprano, tendrá que cambiar. ¿Cómo sucederá? No lo sé. Pero si cada uno de nosotros se convence de que el cambio ya comenzó en su mente y en su corazón, si reconocemos la coherencia de los eventos que han ocurrido en los últimos tiempos, entonces todo esto nos llevará al verdadero cambio: la libertad, el respeto por el ser humano y sus derechos.
Es una situación súper complicada.Mi consejo es que hagan el mismo ejercicio que yo: empezar a ver esas micro maravillas que aparecen diariamente, conectar con la esperanza, con la certeza de que todo va a salir bien, desconectarse un poco del miedo.
Y en cuanto a consejos prácticos, creo que es fundamental contar con un buen abogado y conocer bien las leyes. Muchas veces, como migrantes, creemos que estamos estorbando, que no tenemos derechos, que debemos mantenernos al margen y aceptar el maltrato como si fuera merecido. Pero no es así. Como migrantes y, sobre todo, como seres humanos, también tenemos derechos, podemos construir una vida en el país que nos recibe.
Además es importante conectarse con esas micro maravillas y salir un poco de la nostalgia. Agradecer esta segunda oportunidad, porque como migrantes muchas veces nos quedamos atrapados en el sentimiento de pérdida: “Me lo quitaron, lo perdí, lo que pudo ser y no fue”. Pero creo que necesitamos un cambio de mentalidad.
Debemos mirar nuestro pasado con gratitud por todo lo que vivimos en nuestro país de origen, por las oportunidades que tuvimos allí, pero también debemos agradecer la posibilidad de empezar de nuevo en otro lugar. La nostalgia, si no la manejamos bien, puede paralizarnos.
Reinventada recopila los newsletters que he escrito a lo largo de los años sobre reinvención, reflexiones y aprendizajes. También incluye fragmentos de entrevistas que me han impactado profundamente. Elegí 20 de las cartas más significativas y las reuní en este libro.
‘Puras cosas maravillosas’ también sigue, al menos durante los primeros seis meses del año. Estoy pensando en desarrollar una nueva obra para proponer algo distinto, pero esta obra no terminará cuando yo diga, ni cuando Michelle Hausman (el director) o Corina Ramírez (la productora) lo decidan. Terminará cuando el público lo diga.