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‘En agosto nos vemos’, una obra póstuma del gran audaz ‘Gabo’
- 14/03/2024 00:00
- 13/03/2024 17:38
El 17 de abril de 2024 se cumplirán 10 años de la desaparición física de Gabriel García Márquez, galardonado con el premio Nobel de Literatura (1982). El legado de quien fue periodista, guionista y escritor, es notable. Su obra más popular es Cien años de soledad (1967), ya que esta le dio el reconocimiento del Nobel, pero no es la única. 'Gabo', como también se le conoció, dejó una vasta colección de piezas literarias; Memorias de mis putas tristes (2004) fue la última obra que publicó. Ahora, sus hijos Gonzalo y Rodrigo García Barcha presentan a la audiencia: En agosto nos vemos, una obra póstuma de su progenitor.
El lanzamiento tuvo lugar el pasado 5 de marzo en la sede central del Instituto Cervantes, en Madrid, España. Aunque la novela, Gabriel García Márquez la trabajó ‘contra viento y marea’, ya que el colombiano se encontraba delicado de salud. “Se publica sin que se le hayan agregado prosas externas”, aseguraron sus hijos durante una rueda de prensa, que fue reportada por EFE.
En agosto nos vemos narra cómo cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace. Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año, describe la sinopsis de la prestigiosa editorial que publica: Penguin Random House.
A pesar de que Gabo sentenció que En agosto nos vemos “no sirve, hay que destruirlo”, sus hijos no le hicieron caso. Para Rafael Candanedo, miembro de la Academia Panameña de la Lengua, Gabriel García Márquez era un “hombre audaz y sus hijos están haciendo lo mismo al publicar esta obra”.
“Es lo correcto, ya que la obra es un legado. Por la referencia que tengo, esta es una obra de mucha audacia, mucha sorpresa, de alguna manera es una especie de guion cinematográfico”, dijo Candanedo a La Estrella de Panamá.
Luego de que Gabriel García Máquez publicará Cien años de soledad, él buscó a través de sus próximas obras superarse a sí mismo, pero no lo logró. Continuó publicando buenas obras, aseguró Candanedo. “Me llena de mucha satisfacción que una persona tan próxima a Panamá, como Gabriel García Márquez, haya seguido escribiendo en un momento en el que su salud estaba bastante debilitada”.
Uno de los referentes más importantes del realismo mágico, Gabriel García Márquez, fue diagnosticado en 1999 de un cáncer linfático. En 2014 fue internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, en México, debido a una caída producto de este carcinoma. La enfermedad le afectó el pulmón, los ganglios y el hígado. La muerte de Gabo se confirmó a las 2:50 p.m. del 17 de abril de 2014.
Según El País, se supo por primera vez de la existencia de esta obra en 1999, cuando el autor hizo una lectura de uno de los relatos en la Casa América de Madrid. En ese momento la presentó como fragmento de una futura novela compuesta por cinco historias con la misma protagonista: Ana Magdalena Bach.
La agente literaria Carmen Balcells informó al editor de García Márquez, Cristóbal Pera, que Gabo tenía una novela inédita a la que no encontraba el final y le pidió que le animara a terminarla. Pero el Nobel colombiano le mostró tres capítulos y le dijo que ya tenía su párrafo final, por lo menos en la versión en que trabajó en el verano de 2010, de acuerdo con EFE.
La pérdida de memoria que sufrió en sus últimos tiempos García Márquez, no le permitió encajar todas las piezas. Las correcciones y la revisión del texto fue la mejor forma de ocupar sus días haciendo lo que más le gustaba, según relata el propio Pera en el prefacio de En agosto nos vemos.
Durante la conferencia de prensa, en Madrid, sus hijos explicaron que aunque dejaron el libro durante un tiempo de lado, descubrieron en esta historia lo más sobresaliente de la obra de su padre: su capacidad de invención, la poesía del lenguaje o su narrativa cautivadora. Porque, destacaron, “un Gabo en sus cabales o lo hubiera terminado o lo hubiera destruido, para que no quedaran restos”.
Los hijos de Gabo aseguraron que en En agosto nos vemos “no se ha hecho un trabajo de edición hasta el punto de tener que agregar frases”, ya que la historia podía estar “si acaso un poco dispersa, pero completa”.
Este texto es “el último sobreviviente” de la obra de García Márquez. Sus hijos han querido no dejar cabos sueltos para que ya toda la obra del premio Nobel colombiano esté a disposición de los lectores: “y los lectores decidirán si nosotros, los hijos, se equivocaron o no”, han remarcado, de acuerdo con el reporte de EFE.
Para el periodista y escritor colombiano Daniel Samper Pizano, la publicación de En agosto nos vemos es una forma de “convencer a los lectores de que tanta belleza era verdad”, señaló en un artículo de opinión 'Falso Gabo' en el portal Los Danieles & Cambio.
Samper Pizano explicó cómo el autor de Crónica de una muerte anunciada (1981), se enfrentó en innumerables ocasiones a las fake news sobre sus obras. Inclusive, Gabo dijo en mayo de 1967: “Desde hace dos años, todo lo que se publica como declaraciones mías es pura paja. Y yo no rectifico”.
Los textos que se le atribuyen a Gabriel García Márquez son bastantes. “La Fundación Gabo tiene un archivo de bulos literarios donde pagan condena por falsedad varios cuentos, un manual de vida (el diálogo espurio entre un capitán de barco y un mesero) y el monólogo de Mofles, el muñeco del mago mexicano. Para colmo, han sido alterados muchos billetes de 50.000 pesos, que se caracterizan por dos imágenes de GGM”, puntualizó Samper Pizano.
Con la publicación de En agosto nos vemos “terminó, pues, la piñata de quienes embaucaban con textos falsos, frases hechizas y poemas chiviados del Nobel. La pieza más famosa de este inventario fraudulento es, sin duda, una supuesta y famosa carta de despedida dizque dictada por García Márquez al enterarse de que padecía un cáncer”.
En la crítica literaria En agosto nos vemos: ‘la novela de la mujer que inventa su destino', el periodista y escritor colombiano Gustavo Tatis Guerra analiza la protagonista de esta pieza literaria: Ana Magdalena Bach, a quien considera una mujer “diametralmente opuesta al destino de las mujeres en las obras anteriores de GGM, que viven los límites opresivos y dramáticos de una sociedad machista y patriarcal”, enfatizó en El Periódico.
Ana Magdalena Bach es totalmente distinta a otras mujeres de las que escribió Gabriel García Márquez, ya que para el escritor Gustavo Tatis Guerra es contraria a Úrsula Iguarán (de Cien años de soledad) quien “maneja los hilos del orden y el destino de la estirpe, mientras los hombres cumplen el desvarío de pelear en la guerra, ir al burdel, seguir los pasos del circo o matarse por falta de amor”.
Ana Magdalena Bach “encarna el tránsito de la vieja y anacrónica visión del amor en una sociedad patriarcal y machista en la que hay mujeres sometidas y silenciadas en el rezago latinoamericano, y nos revela el amor sin prejuicios de la mujer independiente, liberada y dueña de su destino en el siglo XXI. En esta novela, GGM descifra con clarividencia contemporánea las nuevas tensiones interiores del alma femenina, los cataclismos existenciales y emocionales, en contraste paradójico con una aparente y feliz vida conyugal”, sostiene Gustavo Tatis Guerra.
Los escritores colombianos, sus familiares, amigos cercanos e inclusive críticos literarios tendrán su postura sobre la obra póstuma, pero usted seguidor de Gabo, tendrá su opinión, si valió o no la pena que se publicase, al leer En agosto nos vemos.