El Señor de las flautas de El Caño

Actualizado
  • 05/04/2024 15:32
Creado
  • 04/04/2024 20:13
Desde 2005 la Senacyt ha financiado varios proyectos arqueológicos en Coclé, incluyendo la investigación de procedencia de algunos artefactos hallados en la tumba 9 de El Caño

Terminada la temporada de excavaciones de la tumba 9 (T9) del sitio arqueológico El Caño, en la provincia de Coclé, los investigadores de la Fundación El Caño continúan con los trabajos de conservación, restauración de objetos, limpieza, y los análisis de los materiales encontrados.

Quizás el más mediático fue el hallazgo de los restos de un varón de alto estatus al que han llamado el Señor de las flautas, enterrado en posición decúbito prono (boca abajo), con brazaletes, pectorales, cinturones, collares, pulseras, orejeras, placas redondas, cascabeles y pendientes de oro, además de flautas de hueso. Tenía entre 30 y 40 años, según el desgaste de sus dientes. Su cuerpo fue enterrado sobre el de una mujer que estaba en posición supina (boca arriba).

Una particularidad del entierro en la T9 es la variedad de temas de la iconografía en los pectorales y brazaletes. Normalmente en las tumbas de El Caño, el señor principal siempre lleva en sus pectorales y brazaletes un mismo tema. El elemento figurativo representado en los pectorales del individuo principal de la tumba T7, un menor de entre 9 y 10 años, es la mariposa. El de los pectorales de la tumba T1 es el calamar; en la T2 es el cocodrilo. El señor de la T9 fue enterrado con pectorales decorados con mariposas, ciervos, cocodrilos y aves.

El análisis de los ajuares funerarios y ofrendas es importante porque aporta información sobre la historia del país, sus antiguos pobladores y las conexiones que había con otras regiones.

Por ejemplo, es la primera vez que los investigadores encuentran ortodoncias dentales con empastes de resina. La Dra. Julia Mayo, arqueóloga y miembro del Sistema Nacional de Investigación, relata que hay evidencia de que los pobladores de El Caño hacían reparaciones dentales como calzas de resina. Un diente que aparentemente perdió la calza, tenía la cavidad abierta y con un desgaste hecho con algún tipo de taladro.

El proyecto, además, sirve como escuela de campo para formar a nuevos investigadores. Este año participaron cinco estudiantes universitarios en las excavaciones que finalizaron el 15 de marzo.

Antecedentes

En la década de 1920 se hicieron excavaciones no profesionales en El Caño, y entre las décadas de 1970 y 1980 hubo más intervenciones, se creó el Parque Arqueológico de El Caño por la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico y se levantó el museo de sitio, por la Dra. Reina Torres de Araúz, en 1979.

Julia Mayo recibió su doctorado en antropología americana por la Universidad Complutense de Madrid en 2004. Lideró el “Proyecto Arqueológico Coclé”, financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) en 2005, a través de su Dirección de Investigación y Desarrollo. Este proyecto consistía en hacer una prospección para localizar y describir sitios arqueológicos en la cuenca del río Grande y la cuenca del Coclé sur.

Los resultados revelaron el contexto regional de El Caño y se decidió hacer una excavación de cada uno de los diferentes yacimientos encontrados en las prospecciones.

“Propusimos a la Senacyt y a National Geographic excavar en El Caño para encontrar enterramientos múltiples y simultáneos, similares a los que se excavaron en las décadas de 1930 y 1940 en Sitio Conte (a unos 2 km de distancia), proponiendo que ambos eran cementerios similares y que en El Caño había tumbas de ese tipo también”, explica la Dra. Mayo.

La Senacyt apoyó este proyecto con fondos para una cubierta permanente para la excavación y la protección del yacimiento, incluyendo el cercado perimetral y la iluminación, porque el lugar no contaba con las estructuras mínimas de seguridad. También aportó para el proyecto de recuperación y reapertura del museo de sitio en 2019, en conjunto con el Instituto Nacional de Cultura (ahora Ministerio de Cultura), particulares y empresas locales.

Desde el año 2008, la Dra. Mayo ha dirigido el Proyecto Arqueológico El Caño. Su equipo ha excavado ocho tumbas desde entonces y, a partir de 2022, las excavaciones se han concentrado en la T9.

“Entre 2020 y 2021 propusimos a la Senacyt el análisis de ciertos materiales como los espejos de tesela de pirita o mineral de hierro, que dan indicios de un posible intercambio de artefactos entre los pobladores de El Caño con los mayas, y de cinco esmeraldas encontradas en tumbas de El Caño que se sospecha son originarias de Muzo (Colombia)”, menciona la investigadora y presidenta de la Fundación El Caño.

Se trata del proyecto “Estudio de los sistemas de intercambio en la región central del istmo y su papel en el desarrollo de las sociedades complejas”, que tendrá una fase más. Los datos que obtengan les permitirán conocer las redes de intercambio que había en la región en los siglos VIII d.C y X d.C.

“Tenemos pendiente un viaje de investigación al Museo Nacional de Antropología de México, en ciudad de México, donde se exhiben artefactos de oro de estilo Coclé, que fueron encontrados por el arqueólogo mexicano Román Piña Chán (1920-2001) en el cenote sagrado de Chichén Itzá. En mayo realizaremos análisis de fluorescencia de rayos X de estos artefactos, para certificar o corroborar, que no solo son estilo Coclé, sino que son de manufactura Coclé, porque probablemente, estos son los materiales de intercambio de los espejos de teselas mayas que encontramos en El Caño y que también son investigados”, añade la Dra. Mayo.

La campaña de excavación se reanudará en el año 2025, para descubrir los restos óseos de las otras personas enterradas debajo de la cerámica –los acompañantes del Señor de las flautas en el más allá– para completar las excavaciones de enterramientos de la T9. El equipo espera renovar el convenio de colaboración que tiene con el Ministerio de Cultura, para obtener recursos económicos que permitan llevar adelante el proyecto de excavación de la T9 y otras tumbas en su entorno.

Por el momento no se van a exhibir al público los artefactos de oro hallados en febrero de 2024. La Fundación El Caño, integrada por el grupo de investigadores que descubrieron las tumbas de élite de El Caño, mantiene la custodia compartida con el Ministerio de Cultura de las piezas encontradas en las excavaciones hasta completar su estudio y restauración y a la espera de que el Estado panameño pueda recibirlas con ciertas garantías sobre su manejo, y pueda exhibirlas de manera adecuada en un sitio que reúna las condiciones de seguridad necesarias.

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