Donación de sangre, Panamá no llegan al 10% de suministro voluntario

Actualizado
  • 13/06/2024 00:00
Creado
  • 12/06/2024 20:24
Aunque una pinta de sangre es capaz de ser útil para tres pacientes diferentes, las estadísticas de donación voluntaria en el país no sobrepasan el 10%

La transfusión de sangre es un procedimiento vital que puede salvar decenas de vidas en los hospitales. Este es capaz de mejorar la condición de los pacientes, especialmente aquellos cuya mejoría depende de sus niveles de hemoglobina.

A pesar de esto, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) no todos los pacientes tienen acceso seguro a la sangre y tampoco existe una distribución oportuna de la misma, lo que es perjudicial.

Por esta razón el suministro de sangre debe darse de manera adecuada a partir de la integración de políticas e infraestructuras nacionales de atención de la salud en todos los países.

Asimismo debe implementarse un sistema nacional de sangre, el cual debería regirse por un marco legislativo y una política nacional para promover la aplicación uniforme de normas y la coherencia en la calidad y la seguridad de la sangre y los productos sanguíneos.

Datos de este mismo organismo internacional destacan que la tasa de donación de sangre por cada 1.000 personas es de 31,5 donaciones en los países de ingresos altos, 16,4 en los países de ingresos medianos altos, 6,6 en los de ingresos medianos bajos y 5,0 en los de ingresos bajos.

Este viernes será celebrado a nivel global el Día Internacional del Donante de Sangre Voluntario, en forma de agradecimiento a los donantes no remunerados. Durante este día diferentes fundaciones y bancos de sangre hacen consciencia de la necesidad que existe de donaciones regulares para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y sus productos.

Situación actual en el país

En Panamá también hay diferentes maneras de donar de manera voluntaria, ya sea a través de fundaciones de donantes de sangre o colaborando directamente con hospitales que tienen banco de sangre, como los centros de la Caja del Seguro Social (CSS) y el hospital Santo Tomás (HST).

De hecho, además de los bancos de sangre en cada hospital de la CSS, esta entidad también tiene dos centros de donación de sangre. Uno de estos está ubicado en la provincia de Panamá, en el área de Tumba Muerto, y el otro en la provincia de Chiriquí, en la ciudad de David.

Algunos de los requisitos necesarios para hacer una donación es tener entre 18 y 65 años, tener una hemoglobina no menor de 12.0 g/dL (mujeres) o 13.5 g/dL (hombres), contar con una temperatura que no deberá ser mayor de 37,5 °C, pesar 110 libras o más y ser calificado como apto para donar sangre por el médico seleccionador que le realice una evaluación.

Según información de la CSS, una pinta de sangre es capaz de salvar tres vidas. Sin embargo, Panamá apenas llega al 10% de capacidad de donación con donantes voluntarios, de acuerdo con la directora ejecutiva de la Fundación Dona Vida, Macarena de la Rubia.

Las últimas estadísticas de donación voluntaria de la CSS demuestran que la participación voluntaria de donaciones corresponde al 8,37% con tan solo 2.026 donaciones realizadas en los centros hospitalarios de la CSS. En estos mismos centros de atención médica se hicieron un total de 21.529 transfusiones durante el mismo año.

Una pinta de sangre tiene la capacidad de salvar tres vidas, de acuerdo con información de la CSS, sin embargo, Panamá apenas llega al 10% de donaciones voluntarias.

La población del istmo es mayormente del tipo de sangre O+, por lo que es el tipaje más transfundido en los hospitales; a su vez, el tipo más necesitado entre la población es O-, que al no ser común es del que más se necesita disponibilidad inmediata.

Estos tipos de sangre son de los que más carece actualmente el banco de sangre de la CSS, seguido de los demás con excepción del A+ y B+.

Legislaciones al respecto

En el marco jurídico del país existe una ley que regula los servicios de sangre y las transfusiones sanguíneas, que es la Ley No. 35 del 30 de mayo de 2018. Este declara que la sangre humana solo podrá ser utilizada en el tratamiento de otros seres humanos e investigaciones científicas debidamente autorizadas por las autoridades correspondientes.

A su vez, esta ley creó la Unidad Administrativa de Medicina Transfusional y Servicios de Sangre, la cual tiene la función de emprender acciones que garanticen la eficiente operación de los servicios de la sangre tomando en cuenta las políticas y estrategias del ente rector.

Además, estas acciones toman en cuenta las necesidades relacionadas con el campo transfusional, promover los programas de donación voluntaria, así como la docencia sobre la transfusión de sangre.

Antes de la Ley No. 35 existía la Resolución No. 7 del 17 de abril de 2013, correspondiente a las normas técnicas y administrativas que regulan los bancos de sangre y servicios de medicina transfusional, la cual regía estos mismos asuntos de manera provisional.

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