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- 04/01/2019 00:00
Para hablar de las tres torres de San Marino, primero debemos retroceder en la historia y explicar quién fue San Marinus, el personaje que fundó la quinta nación más pequeña del mundo, superada por el Vaticano, en Italia.
La oficina de información turística queda en la parte colonial de San Marino. Ahí estampan los pasaportes. Conversando con el señor que atiende, es posible adentrarse en la leyenda de cómo llegó Marinus a la zona huyendo del emperador romano Diocleciano.
Marinus, de fe católica, era un hombre muy carismático. De esta manera logró atraer a una comunidad de gente devota. Esto avivó la envidia del hombre que le disparó una flecha y lo dejó paralizado. Posteriormente, la madre del agresor solicitó la ayuda de Marinus, quien accedió a la petición. Como regalo, le concedió el Monte Titano.
Formó su iglesia y vivió en el monte hasta su muerte, el 3 de septiembre de 301 d.C. La fecha es considerada como el nacimiento de la República de San Marino, que, por cierto, es la más antigua del planeta. Cada año se conmemora con un desfile de disfraces medievales.
A través de los años, las comunidades cercanas a San Marino decidieron unirse a la República. La última vez que esto sucedió fue en 1463. Los bordes se mantienen igual, con nueve castillos que serían como provincias.
El papado reconoció la independencia de San Marino en 1291, siendo ratificada en 1631. Napoleón casi se toma el país en 1797, pero la diplomacia ganó, ya que se hizo amigo de uno de los regentes. Luego, en el siglo XIX, sirvió como refugio para los que aspiraban a la unificación de Italia. Como agradecimiento por este apoyo, Giuseppe Garibaldi les concedió su deseo de seguir siendo una nación libre. La mayoría de la población habla italiano, que es el idioma oficial, a pesar de que existen otros dialectos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, fueron invadidos por los alemanes para después ser liberados por los aliados.
No son miembros de la Unión Europea, a pesar de que usan el euro como moneda oficial. Incluso imprimen “euros de San Marino”.
Cuentan con un sistema parlamentario, que selecciona 60 miembros cada cinco años, además de siete ministros de Estado. Se trata de un sistema peculiar, donde el jefe de Estado solo representa a la República, por lo que su poder no es real. Asimismo, se escogen dos capitanes regentes de los castillos, que se rotan cada seis meses entre ambos.
San Marino ocupa un territorio de 62 kilómetros cuadrados, que alberga a una población de 33 mil habitantes. En la zona colonial se encuentran la mayoría de los hoteles, incluyendo el Cesare.
La mayoría de los turistas solo visitan San Marino de día, en tours o en cruceros. Muy pocas personas pasan la noche, por lo que da la sensación de que no hay nadie más. Solo 42 familias residen en la parte colonial.
La ubicación estratégica del Monte Titano, con 739 metros de altura, es sin duda el punto más alto de la zona.
Hoy en día, los turistas pueden disfrutar de hermosas vistas a las montañas de los Apeninos, el mar Adriático y las tierras bajas circundantes. Antaño las panorámicas dejaban saber quién venía por el área.
Para visitar las tres Torres lo recomendable es utilizar la Tarjeta de Turista de San Marino (TuttoSanMarino Card), que entregan en el hotel.
Es posible pagar €7.50 en vez de €10.50 para un paquete múltiple de museos, que incluye las tres torres. Si solo quieres ir a las torres, también puedes comprar un boleto para entrar en ambas.
El Monte Titano y las tres torres son tan importantes que aparecen en la bandera nacional y en el escudo de armas. Su leitmotiv es “Libertas”.
Simbolizan la defensa de la libertad. Guaita, la primera torre, es la más famosa y la más hermosa. Sin duda es la imagen de San Marino. Fue construida en el siglo XI y sirvió como prisión hasta octubre de 1970. También se le conoce como La Rocca. Su estructura actual se remonta al siglo XV, durante la guerra entre San Marino y la familia Malatesta de Rimini. Fue construida con paredes dobles, con la intención de proteger a la población durante los asedios. Sus piezas de artillería datan de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo los cañones.
La segunda torre, llamada Cesta, data del siglo XIII. Con 756 metros, es la más alta del Monte Titano. Es una de la más interesantes, ya que en su interior alberga un museo de armas, construido en 1956 en honor a San Marinus. La colección pertenecía a Giovanni Carlo Giogetti, incluyendo armaduras, armas de asta, espadas, escudos, pistolas y otras piezas del siglo XVIII. Algunas piezas son locales, otras extranjeras.
En los tiempos antiguos esta torre era custodiada por un guardián y una guarnición de ballesteros.
La tercera torres es conocida con el nombre de Montale, y está ubicada en uno de los picos más pequeños. A diferencia de las otras dos, no está abierta al público. Fue construida en el siglo XIV como protección, ya que ofrecía la mejor vista. Fue utilizada, principalmente, como prisión. La caminata vale la pena aún sin entrar.
Visitar San Marino es como retroceder en el tiempo a la era medieval, aún más si pasas la noche en la solitaria ciudad colonial.
Duración del vuelo: 13-18 horas a Roma (no hay aeropuerto en San Marino)
Costo del vuelo: $600-$900
Horario: GMT+2 / 7 horas más que Panamá
Costos en destino: Medios
Visa: No
Vaticano, Mónaco, Nauru y Tuvalu y San Marino son los cinco países de menor extensión territorial en el mundo.