Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 14/12/2024 00:00
- 13/12/2024 19:27
¡Sólo necesité una palabra para que quedara enganchado! Ahora, imagine lo que hará el resto del artículo, y NO... no hablo del acto mismo de quitarse la ropa... bueno, tal vez un poco.
Sería interesante si cada mañana se hace una simple pregunta en el espejo: “Si resulta que este fuese el último día de mi vida, ¿de verdad querría hacer lo que voy a hacer?”.
Hace 14 años decidí emprender mi propia empresa; para nada ha sido fácil y pude haber optado por rendirme (más aún en tiempos de pandemia) y dejar mi sueño a un lado o irme por atajos, los cuales, por cierto, no lo llevan a los lugares que sí valen la pena.
Unos de mis escritores favoritos, J.R.R. Tolkien decía: “Un hombre que huye de lo que teme a menudo comprueba que sólo ha tomado un atajo para salirle al encuentro”.
Ahora bien, regresemos a ese espejo. Él no miente, no le vende una imagen ficticia de lo que realmente es. Si hoy decide quitarse prenda por prenda y quedar totalmente desnudo(a) , ¿le va a gustar enfrentar su realidad?
Comencemos con la primera prenda llamada actitud: vivía tan pero tan cerca de un buen conocido que, desde mi casa, podía ver su arrogancia.
¡Llegó a la cima!, es exitoso... ¿qué ha hecho para estar ahí?, ¿pisó gente?, ¿abusó de su confianza y buena voluntad?, ¿dio coimas?, ¿engañó?, ¿se alejó de su valores, integridad o ética profesional para conservar su trabajo o ganar negocios?, ¿fue gente con la gente?, ¿usó a personas que solía decirle “amigas” cuando era necesario y ahora que no las necesita ni siquiera le interesa saber de sus vidas?
Si por esas cosas de la vida, cae de la cima, ¿las mismas personas con las que subió, serán las mismas que le darán la mano para sostenerse? O, por la forma como las trató ¿prefiere darle el empujón para que vaya más rápido al abismo? ¡Por no decir infierno!
Segunda prenda... dinero: sí, en la vida es necesario hasta para comprar un palito de oídos, pero no es lo fundamental para lograr sus metas.
Creo que ahorita miles de “millonarios” se estarán riendo de mí, pero ¿cuántos “millonarios” darían todo lo que tienen por tener paz, amigos o libertad? Porque, aunque tuvieron todo el dinero del mundo no lograron comprar la felicidad, la magia de vivir, y vieron su soledad reflejada en un espejo.
¿Cuántos se dieron cuenta de que, en el dinero, drogas, alcohol, mujeres y lujos jamás iban a encontrar satisfacción? Hay quienes están en la cárcel o irán rumbo a ella porque sus multimillonarias carteras no lograron comprar ni la verdad ni la justicia. Hay otros que, sin tener un solo centavo o una cuenta bancaria limitada, son multimillonarios de la vida y tienen amigos para momentos de júbilo y para momentos difíciles. Duermen tranquilos porque el fruto de su esfuerzo fue íntegro de pies a cabeza y porque sienten que realmente se lo ganaron y lo sudaron. No viven de deudas en deudas o pagan una tarjeta de crédito con otra.
¡No! Estas personas, en las que me incluyo, viven con la manta que les arropa y si esa manta crece, es porque de verdad se esforzaron cosiendo hilo por hilo con pasión, transparencia y con la tranquilidad de que nadie cuestionará sus hilos de plata.
Tercera prenda: ¡cuerpo! Que no es más que otra cosa que el templo del alma. Cuidarlo definitivamente es importante, pero no puede vivir siendo esclavo de la imagen, de las dietas o gimnasios porque en algún momento o por la razón que sea tendrá que bajarse de los tacones, caminar con bastón, envejecer con dignidad y convertirse en un ícono por su sabiduría más que por sus cuadritos abdominales.
Hoy le dicen a alguien gordo y corre al gimnasio, pero le dicen ignorante y ni regalado toman un libro.
Cuidado, no digo que ejercitarse y estar bien físicamente consigo mismo(a) sea malo, para nada, y aclaro esto; sin embargo, en estos tiempos estamos llenos de “Barbies” y “Kens” vacíos de valores, son esos que mantienen hasta la última hebra de cabello en el lugar correcto, pero no pueden mantener un matrimonio más de un año porque no ceden ni están dispuestos a hacer ajustes por la pareja... ¡esto es lo que hay y punto!
En la televisión estamos hasta el cuello de series que hablan de cirugías, de cambios de imagen, de hacerse esto o aquello en el cuerpo, pero que no hacen absolutamente nada por cambiar el alma, que es la que realmente necesita una intervención de emergencia.
Desnúdese de vez en cuando y enamórese del templo que acogerá su alma hasta el fin de sus días... Si tiene que quemar alguna prenda que impida ver su mejor versión, ¡hágalo!... la versión 3.0 se lo debe estar pidiendo a gritos, hágase un up-grade de vida.
La metáfora de la desnudez es algo que debería invitarnos a pensar, pues, si así venimos al mundo, así deberíamos irnos; con transparencia, integridad, sin que nada tape nuestros actos porque fueron honestos y modelos a seguir.
En la película El Gladiador hay una frase contundente y, probablemente, la mejor escrita por Hollywood: “Lo que hagamos en vida resonará en la eternidad”.
Al final, siempre amanecerá o anochecerá viéndose al espejo para enfrentarse con su verdad y así como vino al mundo, se irá de él.... ¡Desnudo(a)!