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- 05/05/2018 11:40
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El imponente templo de Luxor, situado en la ciudad homónima egipcia, vibró al son de las óperas más célebres, como "Aida" de Verdi, de la mano de la orquesta sinfónica de El Cairo dirigida por el español Pablo Mielgo, en un concierto que terminó en la madrugada de hoy y que pretendía unir culturas y civilizaciones.
Sobre un escenario único, con la entrada del templo a sus espaldas, actuó la soprano egipcia Fatma Said, que arrancó aplausos y "bravos" del público con una canción tradicional egipcia, "Masr heya ummi" (Egipto es mi madre), además de la mezzosoprano china Huiling Zhu, que interpretó en francés varios fragmentos de "Carmen" de Bizet.
Siempre bajo la mirada atenta de grandes estatuas de faraones y un alto obelisco con relieves jeroglíficos, hermano gemelo del obelisco de la parisina Place de la Concorde, también deleitaron al público los cantantes rusos Nataliya Tymchemko y Vladimir Galouzine.
Todos ellos fueron reunidos por el proyecto "la ruta de la seda", impulsado por la Fundación ONUART y la Alianza de Civilizaciones de la ONU (UNAOC), junto a otros organizadores y patrocinadores internacionales y locales. El presidente de esa fundación, Miguel Ángel Moratinos, explicó a Efe antes del concierto que con esta iniciativa se busca traer a Egipto un mensaje de conciliación a través del arte y la cultura, frente al concepto de "choque de civilizaciones".
"A través del diálogo, el respeto mutuo, la cooperación, podemos tender un puente de entendimiento entre distintas civilizaciones", agregó el exministro español de Asuntos Exteriores, y "la ruta de la seda" pretende hacerlo volviendo a los países y esencia de esta antigua vía de comercio e intercambio de ideas y conocimientos.
Egipto ha sido elegido como primer destino para el espectáculo multicultural después de su estreno el pasado octubre en el palacio de Naciones Unidas de Ginebra, en la sala de la Alianza de Civilizaciones coronada por la cúpula del pintor español Miquel Barceló.
"El propio concepto de civilización se fraguó en estas tierras, Egipto es un legado de los faraones, con influencia griega, romana y de toda la cultura mediterránea, de la cultura islámica; es una tierra de convergencia, reunión, y centro entre diferentes culturas y civilizaciones", destacó Moratinos.
En concreto, se escogió el templo de Luxor como escenario por su majestuosidad, simbolismo e historia, con cerca de 3.400 años de antigüedad, que esta noche se vistió de gala y fue el teatro perfecto para un espectáculo adaptado a esta etapa de la "ruta de la seda", tal y como explicó a Efe Mielgo.
El director de orquesta detalló que se han introducido toques de música tradicional, además de las notas más universales de Tchaikovsky o Puccini, para un concierto "muy especial". "Algunas de las piezas tienen 200 o 300 años, pero frente a los más de 3.000 años de historia del templo se quedan pequeñas", dijo Mielgo, el cual deseó llevar esta iniciativa a otros escenarios milenarios.
Moratinos reveló que hay planes para que el concierto se celebre en los próximos meses en Túnez, el Líbano y también en China, ya que esta es una etapa imprescindible de la antigua ruta de la seda y una de las cantantes proviene de este país.
Además de promover el diálogo intercultural y la convivencia, Moratinos señaló que de esta forma se apoya a Egipto y se manda "una señal" al resto del mundo de que el país es seguro y dispone "de una oferta turística extraordinaria por todo su patrimonio cultural".
La iniciativa contó con el apoyo de los Ministerios de Turismo y Exteriores egipcios, además de la Provincia de Luxor, uno de los destinos predilectos de los visitantes, aunque estos aún no han regresado en masa a la antigua Tebas tras los años de inestabilidad e imágenes de violencia en las calles de Egipto.