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- 23/03/2023 00:00
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Hoy 23 de marzo, cerca de 10.000 personas que practican la religión musulmana en Panamá empiezan la conmemoración del Ramadán, un mes sagrado de la creencia islámica que según Jamal Saker, miembro de esta comunidad, no se limita a un ayuno, sino que representa una “educación espiritual profunda” donde el musulmán sale del ayuno “renovado y depurado” de sus malas conductas. “El objetivo es alcanzar la piedad”, afirma Ahmad Bhattay, especialista en el tema, a La Estrella de Panamá. “Es un pilar básico del islam, el cuarto pilar, donde buscamos que el temor de Alá entre en nuestros corazones”, explica. Un objetivo que debe ir acompañado de buenas acciones y una sana convivencia con el prójimo, añade Saker.
“No tiene sentido que yo ayune si uso mi tiempo de ayuno para insultar a mi prójimo y hacer cosas paganas. Si haces eso, entonces tu ayuno no es válido, porque solo estás teniendo hambre y sed, Dios no necesita eso, porque la disciplina detrás del ayuno es muy profunda y especial”, agrega.
Saker explica que hay dos tipos de ayuno, uno físico, que pasa por no comer, beber o tener relaciones sexuales durante el tiempo estipulado por la fecha (5:12 a.m.- 6:31 p.m.). Mientras que hay otro, que abarca tus acciones, pensamientos y sentimientos, el cual no puede ser pasado por alto.
El Ramadán representa el noveno mes del año lunar para los musulmanes y debe ser practicado por cualquier musulmán que tenga “uso de razón”, de allí que las normas para el ayuno no sean las mismas para un niño de cinco o seis años, que para una persona adulta.
“Los padres incentivan a sus niños pequeños a ayunar, pero no pueden ser tan estrictos con ellos”, explica Bhattay.
Otras personas que también tienen normas diferentes para el ayuno, son aquellas que por temas de salud no puedan practicarlo. “Si una persona es diabética o tiene impedimentos de salud, entonces no debe ayunar”, aclara.
En esos casos, lo que se acostumbra hacer es una donación benéfica, cuyo valor equivale a la cantidad de dinero que la persona destinó a su alimentación durante el Ramadán, a eso se le llama kaffara, señala Bhattay.
Otro escenario donde tampoco es obligatorio hacer el ayuno es en caso de viajes. “Si la persona está de viaje, ella puede hacer los días de ayuno que no completó durante su viaje, en otro momento”, dice Bhattay.
Sagrado y cultural. Todos los años más de 1.900 millones de musulmanes en todo el mundo celebran el Ramadán.
El inicio del noveno mes del calendario islámico tiene un alto valor en la cultura islámica. “Y si la palabra de la nación está de acuerdo en que el Ramadán es la mayor temporada de bondad y la mayor bendición otorgada a los musulmanes por Dios, entonces es obligatorio que todo musulmán no trate el Ramadán como lo hace con el resto de los meses, ni con sus días como trata el resto de los días, porque tratar de la misma manera cosas diferentes es evidencia de falta de razón e incompetencia, de entender, de calcular mal las cosas y de ponerlas en el lugar equivocado”, islamweb.net.
Durante el mes sagrado del Ramadán, los musulmanes deben hacer ayuno desde el amanecer hasta el anochecer. También realizan diversas actividades vinculadas a la fecha. Así se celebra en algunos países del mundo.
La comunidad musulmana en Bolivia es pequeña, pero está creciendo poco a poco.
En Santa Cruz, Bolivia, según el sitio web latinodawah.org “el Centro Islámico Boliviano realiza un arduo trabajo de Da'wa (predicación del mensaje de Alá ), tanto a nivel local como nacional, y colabora con las comunidades musulmanas de otras ciudades del país”.
El sitio explica que al inicio del Ramadán, el Centro Islámico Boliviano emite un anuncio de prensa informando a la comunidad en general la llegada del sagrado mes, y felicitando a la comunidad musulmana en particular por esta época de regocijo espiritual. Entre las actividades especiales que se realizan está la oración del Tarawih en comunidad.
“Noche a noche, los hermanos y hermanas se reúnen para rezar juntos el Tarawih y de esta forma acercarse más a su Señor”, dice latinodawah.org.
Al finalizar cada Yum'ah en Ramadán, el Imam da una pequeña charla dirigida a incentivar a los hermanos a ayunar con fe. Durante este mes se anima de manera especial a desarrollar la virtud de la generosidad y el altruismo para con los necesitados.
El sitio web detalla que la llegada del Eid al-Fitr (la “fiesta de la ruptura del ayuno”), es esperada con mucho entusiasmo. Se vive un ambiente festivo y de mucha alegría entre los hermanos por la satisfacción de haber cumplido con la orden de Alá de realizar el ayuno, y la esperanza de haber logrado su complacencia.
En la sociedad mexicana, la palabra Ramadán empieza a ser más común. “Miles de mexicanos y mexicanas saben exactamente a qué se refiere y les significa mucho porque son practicantes de esta religión surgida en la actual Arabia Saudita”, reseña el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), México.
El órgano del Estado mexicano recoge en su sitio web oficial que: En la ciudad de México los musulmanes y musulmanas se han reunido en los últimos años en el Domo del Deportivo del Plan Sexenal en la Delegación Miguel Hidalgo. Asisten tanto los mexicanos y mexicanas que ya tienen esta fe, como representantes diplomáticos de países de mayoría musulmana que están en nuestro país, formando un interesante mosaico de la diversidad que ha alcanzado esta fe en África y Asia principalmente, pero también en Europa y América.
En México el Centro Cultural Islámico se fundó en 1994.
En Colombia, “año tras año, la comunidad islámica del municipio Maicao espera la llegada del Ramadán con ansias y muchas expectativas. Por ello, con tiempo los miembros de la junta directiva de la Asociación Benéfica Islámica de Maicao, en conjunto con el Imam y los profesores de religión y árabe, preparan un programa de actividades para la comunidad en la mezquita Omar Ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él”, afirma latinodawah.org.
El sitio describe que el Ramadán, para la comunidad musulmana de Ecuador, ha ido mejorando en los últimos años. Hay más actividades que antes, una mejor organización y más contacto con los países predominantemente musulmanes. Aún hay mucho por hacer, y la comunidad debe enfrentar muchos desafíos por ser una minoría religiosa floreciente en el Ecuador (menos del 1% de la población). Pero Al-lah es muy generoso y amable, y no olvida a quienes lo recuerdan, incluyendo a quienes se encuentran en lugares que suenan tan remotos como Ecuador.
En países como Arabia Saudí (cuna del islam); Turquía, (95% de la población es musulmana); Egipto, (90 millones de musulmanes); Indonesia, (87% de la población es musulmana); Líbano, Pakistán, Bangladesh, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos la celebración se vive, se respira y se siente en el ambiente.
Calles decoradas con luces y linternas, mezquitas llenas de fieles, el aroma de incienso, reuniones familiares, rezos, enseñanzas, son algunas de las peculiaridades de la festividad, durante la cual los musulmanes se proponen crecer espiritualmente y establecer relaciones más sólidas con Alá. “Lo hacen rezando y recitando el Corán, haciendo que sus acciones sean intencionadas y desinteresadas, y absteniéndose de cotillear, mentir y pelear”, enfatiza National Geographic.